Ciudadano
NICOLÁS MADURO MOROS
Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela
Me permito hacer pública esta carta -que no entregaré en la taquilla de correspondencia del Palacio de Miraflores, por razones obvias- dada la macro crisis moral, política, económica y social que sufrimos quienes habitamos en la patria del Libertador Simón Bolívar; y quienes por decenas de miles han emigrado al exterior empobreciendo nuestro caudal científico, tecnológico, gerencial y laboral, además de golpear gravemente la unidad familiar y la natural sinergia entre sus miembros.
Bajo su mandato se han agravado todos los problemas; ninguno de ellos ha sido solucionado o revertido en su tendencia perjuiciosa: delincuencia asesina, corrupción de funcionarios civiles y militares, enriquecimiento ilícito, caída vertiginosa de la producción nacional, escasez de alimentos y medicinas, desbocada inflación y su aceleración especulativa hasta el extremo criminal del “bachaqueo”, pulverización de sueldos y salarios, empobrecimiento y caotización del sistema público de salud, degradación de los servicios públicos. Por ello, según todas las encuestas conocidas, más de dos tercios de la población venezolana rechaza la gestión de su gobierno y su desempeño personal como Jefe de Estado y de Gobierno.
Esta crítica y gravosa situación, más allá del agobio social y anímico que sufre la nación, ha sido profundizada por elementos espirituales, políticos y administrativos que si bien como fenómenos sociopolíticos son de larga data en Venezuela, han sido hipertrofiados durante su gestión hasta caer fuera de control político, social o institucional: corrupta y pendenciera burocratización, autoritarismo militarista y ultraizquierdista en la función pública, estatismo trasnochado, abuso de poder y peculado de uso, sectarismo partidista excluyente (incluso contra quienes desde el “chavismo” levantan voces críticas), incapacidad administrativa, déficit democrático y simple piratería en el ejercicio de altos y medios cargos públicos.
Paralelamente -fruto del sectarismo autoritarista inoculado por su predecesor Hugo Chávez Frías en los Poderes Públicos-, sufrimos de uno de los más corruptos y mediocres sistemas de justicia de América Latina y el Caribe, caos que involucra directamente a tres Poderes: Judicial, Ciudadano y Ejecutivo, respectivamente responsables del lamentable estado en el que se encuentran los Tribunales de Justicia, el Ministerio Público, la Contraloría General de la República, el sistema carcelario, las policías de investigación criminal y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), muchos de cuyos funcionarios y funcionarias –me refiero solo a los corruptos- ofenden la moral pública, traicionan el juramento de pulcro y justo desempeño en la función pública, y agreden a los ciudadanos, a la sociedad y a la economía con su vulgar sistema de coimas y coacciones extorsivas a lo largo y ancho del país. En conjunto, los jueces, fiscales, custodios carcelarios, policías y guardias nacionales corruptos se han convertido en la mayor maquinaria de impunidad y reproducción de la delincuencia que nos agrede cotidianamente, a toda hora y en todo sitio.
Su gobierno se ha venido deslizando peligrosamente hacia una vertiente represiva policíaco-militar que atenaza la protesta política y social, junto con el cepo político, judicial y electoral que han desplegado de consuno los poderes Ejecutivo, Judicial y Electoral para asfixiar cualquier opción distinta al continuismo suicida de su gobierno.
Desde el descalabro en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015, debido a la gran inconformidad nacional, han generado pena ajena las principales actuaciones del Poder Judicial y del Poder Electoral, bajo control abusivo de magistrados, magistradas y rectoras descaradamente parcializados y manipulados desde Miraflores.
Usted y su camarilla cívico-militar no solo llevan al país por mal camino, sino que nos van metiendo a un túnel sin salida jugando al contragolpe con una oposición política, también irresponsable y suicida, mientras Venezuela se hunde en el descrédito internacional y la más pasmosa crisis de empobrecimiento, desconcierto, violencia criminal e inmoralidad.
Gobierno y oposición son corresponsables de la crisis, independientemente del grado y calidad de sus responsabilidades específicas: Venezuela ha sido el país más saqueado por sus gobernantes, codiciosos sectores económicos y sucesivas mafias de testaferros, al menos desde 1983, por solo referir el “Viernes Negro” de ese año; desde 1989, hemos sufrido recurrentes escenarios de violencia político-social fratricida, hasta las matanzas de 2013 y 2014; y hoy destaca su gobierno como el mayor factor de obturación política, por su ciego empeño en negar los derechos constitucionales irrebatibles del pueblo venezolano a pronunciarse directamente en Referendo Revocatorio sobre su permanencia o no en el cargo, y a elegir gobernadores de estados y legisladores regionales, este mismo año, como corresponde.
¿Qué imagina, usted, Presidente? Esta macro crisis es insostenible, como indetenible es la caída en popularidad de su gobierno. Todos los indicadores así lo reafirman: el país se despedaza en sus manos.
No incurriré en la necedad de exigirle su renuncia al cargo, pues es cuestión de conciencia, algo poco común en Venezuela, cuya única excepción de la regla ha sido el insigne médico Dr. José María Vargas, presidente de la República (1835-1836), y primer rector de la Universidad Central de Venezuela, en 1827.
Hoy por hoy, el perceptible sesgo autoritario de su gobierno (con signos irrebatibles de trasnocho soviético-cubano) amenaza la paz de la República, con el uso criminal de la fuerza contra el pueblo, en dos peligrosas vertientes:
1.- Institucionalmente, involucrando a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en un cerco represivo que coloca al Ejército, la Armada y la Aviación como arietes complementarios en caso de fallar los dispositivos de la GNB, la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN);
2.- Al margen de la Constitución y las leyes vigentes, encubriendo la acción criminal de las bandas armadas por factores civiles y militares del gobierno, mal llamadas “colectivos”, cuyo armamento de infantería de guerra está dirigido a golpear brutalmente a la población civil que salga a protestar por tanta inconformidad acumulada.
Aspiro que esta interpelación pública, lo haga reflexionar por encima de la mediocridad criminosa que caracteriza a su gobierno. Deseo que como Jefe de Estado eleve espíritu y capacidad analítica, para comprender lo grave de esta macro crisis, cuyas consecuencias pueden generar unos episodios de violencia fratricida que dejarían pálida a la “Guerra Federal” del siglo XIX, si a lo ya señalado le sumamos el vandalismo sanguinario de entre 70.000 y 100.000 miembros de las bandas criminales que azotan al país con sus robos, atracos, extorsiones y asesinatos.
En definitiva, Presidente, creo que usted no tiene derecho alguno a continuar empujando a Venezuela por el túnel descrito, prisionero como está de las variopintas mafias que maniatan su gobierno.
Es claro, entonces, como Presidente y Jefe de Estado electo por el voto popular, que debe asumir valiente y transparentemente las consecuencias del ejercicio libre del derecho constitucional que tiene el pueblo venezolano a realizar un Referendo Revocatorio, sin más maniobras obscenas y torpes, que lo colocan a usted ante el mundo, como un dictadorzuelo de opereta. De sus operarios de la cúpula del Psuv, Miraflores, el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral o el Poder Ciudadano, nadie está pendiente; se les reconoce piezas de tan mediocres jugarretas. Es usted, quien rendirá cuentas ante la historia.
Espero no importunarlo. Le he escrito como venezolano íntegro, defensor de la paz y amante de nuestra Patria bolivariana, la histórica, con su enorme potencial integrador en América Latina y el Caribe para felicidad de nuestros pueblos, por vía de desarrollos armónicos, equilibrados, productivos y socialmente responsables, que nos hagan parte del futuro promisorio que merecemos los hijos e hijas de Bolívar y de esa pléyade de libertadores que encabeza nuestro insigne pensador universal Francisco de Miranda.
Con nuestro pueblo en el alma, aspiro ver signos de reorientaciones significativas en su desempeño como Primer Magistrado de la nación.
Amigo,
Manuel Isidro Molina
Caracas, 03 de julio de 2016
http://manuelisidroxxi.blogspot.com/2016/07/pasando-la-hoja-reorientaciones.html
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División ética en la FANB
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana sufre los mismos embates que la crisis moral está descargando sobre la sociedad venezolana. Los uniformados malandros enriquecidos con codicia desbordada, están siendo rechazados por oficiales probos que ya no soportan tal insulto a su dignidad y al prestigio de la institución a la que han dedicado su vida y la formación intelectual y ética que les exige el compromiso de defensa de la integridad territorial de la nación, su soberanía e independencia.
No es una división entre “chavistas” y “antichavistas”, como quisieran algunos, sino entre dignos e indignos: están muy desprestigiados y carecen de auctoritas, los oficiales activos y retirados que se han dedicado a enriquecerse desde cargos públicos y en funciones propias de la FANB, traficando con contratos, contrabandeando productos subsidiados por el Estado (automóviles, cabillas, cemento, combustibles, alimentos y equipos del hogar, entre otros), traficando divisas y extorsionando a mineros, transportistas y empresarios en diversos puntos carreteros, aduanas, puertos y aeropuertos.
Eso está ocurriendo, y requiere la atención inmediata, sobria y responsable, del Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, presidente Nicolás Maduro Moros; el ministro de la Defensa, general en jefe (Ej) Vladimir Padrino López; el alto mando militar y los mandos de cada uno de los componentes de la FANB.
La arremetida fiscal y judicial contra el mayor general (Ej) Hebert García Plaza, ex viceministro de la Defensa, ex ministro de Alimentación y de Transporte Acuático y Aéreo, hombre probo y firme en sus convicciones, demuestra la inmoralidad enquistada en algunas áreas del Gobierno y la FANB.
Para algunos clanes que han amasado gigantescas fortunas en bolívares y dólares –mucho de ello, en cuentas y propiedades en el exterior- en nombre de la “revolución”, el “socialismo” y la “lealtad al Comandante Supremo”, no ha sido tolerable que se hurgara en graves corruptelas cometidas en la importación masiva de alimentos, y la gran estafa a la nación cometida en Cadivi-Cencoex, bajo conducción de militares, definitivamente asociados para delinquir y enriquecerse con recursos de la República destinados a servir al pueblo y al desarrollo integral de la patria, su economía y la felicidad social, como está estipulado en la Constitución vigente.
El presidente Nicolás Maduro puede enredarse más de lo que imagina, si sigue las pautas de quienes sin probidad ni honor podrían encarrilarlo a cometer injusticias como la comentada. Hay un país decente que resiste la inmoralidad desbordada, impune y pendenciera. Y no hablo de la interesada “división” polarizante del cepo chavismo-antichavismo, interesado en perpetuar la politiquería y el latrocinio, como lo han hecho durante los últimos cuarenta años.
La acción depredadora de los corruptos se hace insoportable, inadmisible, y el presiente Nicolás Maduro, la fiscal general Luisa Ortega Díaz y la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Gladys Gutiérrez, tienen en sus manos la inevadible responsabilidad de torcer el rumbo de pudrición y descaro que han impuesto las mafias civiles y militares que se han ensañado contra el erario.
No pueden seguir jugando con la fe pública y la confianza del pueblo en las posibilidades de transformación para la justicia social y el desarrollo armónico de la nación. La historia enseña que los pueblos despiertan y desplazan a quienes defraudan sus esperanzas. La Venezuela alternativa está en movimiento.
25.04.2015
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Camino al autogolpe
Todo parece indicar que el gobierno cívico-militar escogió el camino -¿sin retorno?- del autogolpe: hacer nugatorios todos los preceptos constitucionales y afianzar una rara especie de dictadorzuelo pendenciero, aunque profunda y dramáticamente débil.
La crisis se come al país y asfixia a la población que masivamente rechaza la gestión y sus resultados, conocido el expolio gigantesco y asqueroso al que ha sido sometida la República por parte de mafias que fueron enquistándose en casi todos los resquicios del poder en Venezuela, protegidas desde el gobierno, el Psuv, la Contraloría General y la Fiscalía General de la República. Ya no pueden “cantar como gallos”.
Hacer nugatorio el referendo revocatorio presidencial y anular de hecho y derecho a la Asamblea Nacional mediante desconocimiento presidencial y decisiones judiciales recurrentes, cierra toda posibilidad de evolución democrática mediante el voto popular. Y si se materializa la pretensión de posponer las elecciones de gobernadores y consejos legislativos, pues entraremos a una dictadura de facto, solo sostenible con el poder cohersitivo y represivo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, cuyos mandos y oficiales deben evaluar mejor sus opciones.
El gobierno y sus aliados internacionales saben que el Psuv no ganará una sola elección popular en los próximos años, que puede perder todas las gobernaciones y el referendo revocatorio, aún quedando el presidente Nicolás Maduro en su cargo, posibilidad que buscan desesperadamente.
A Nicolás, Aristóbulo y Jorge les pido valentía y responsabilidad histórica. Ese no es el camino, aunque Diosdado Cabello y otros de su estirpe sigan presionando para un autogolpe que va a enlutar a Venezuela en una confrontación fratricida que, de darse, pesará sobre las futuras generaciones.
09.05.2016
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Caer en su propia trampa
El presidente Nicolás Maduro y su gobierno, con el Psuv a cuestas, están en riesgo de caer en su propia trampa, casi irremediablemente.
Diosdado Cabello hace de “policía malo” y Maduro de “policía bueno”, ambos con muy escasa credibilidad nacional e internacional. Pocos les creen algo en el mundo; y en Venezuela les va peor.
Cabello amenaza con la supuesta fuerza brutal de su maloliente clan, sin mayor eco en el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; y Maduro desluce con sus vaivenes económicos e inconsistencias políticas, manejada tras bastidores por actores maquiavélicos trasnochados, esencialmente de abolengo soviético-cubano, realmente inservible en estos tiempos.
Cargan -a ciegas por su enorme déficit democrático y su inescrupulosidad- con el fardo del Psuv construido por el fallecido presidente Hugo Chávez, a su imagen y semejanza: abuso de poder, corrupción y visión arcaico-ruralista, inextricablemente adosado al presupuesto público nacional, regional y municipal, sin miramientos.
Su muerte histórica es tal, que están incapacitados para convocar y realizar una marcha de una cuadra sin recursos del Estado, peculado de uso y abuso de poder.
En esa ruta han cavado su propia tumba, camino a la (auto) trampa final: el autogolpe, sin referendo y sin elecciones (regionales o municipales). Con la vergüenza se les ha acabado la capacidad útil de maniobra. No importa cuánto hagan con el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral más la mirada cómplice del supuesto “Poder Moral” o Ciudadano. Empantanados, mientras más se mueven, más se hunden.
07.08.2016
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Rumbo al fracaso
El supuesto diálogo bipartidista –nunca materializado- va rumbo al fracaso, como previmos. No son antojos ni turbios deseos en contra de la convivencia democrática en Venezuela. Ese diálogo polarizado y excluyente, cínico e irresponsable, ha estado y sigue estando condenado al fracaso por ser sus supuestos protagonistas convocados (o convocantes) corresponsables de la macro crisis moral, política, económica y sociocultural que sufrimos. No pueden ellos -los mismos del PSUV y la MUD- cobrarse y darse el vuelto.
Ahora, es perceptible que entramos a una posible concertación de una nueva estafa-traición al pueblo de Venezuela, que permita –a los mismos del PSUV y la MUD- la fragua de un acuerdo no escrito para el sostenimiento pactado de la crisis en un limbo de indecisiones públicas, mientras que por debajo de la mesa ambos bandos se garantizan impunidad y permanencia en sus respectivos campos de ejercicio impúdico de la función pública.
17.07.2016
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Entendimiento y dignidad
La macro crisis venezolana que asombra al mundo y maltrata a nuestro pueblo, tiene características muy complejas que requieren estrategias complejas. El camino para superarla será arduo y tortuoso, sin inmediatismos ni el cinismo propio de los corresponsables del desastre, cada vez más incompetentes.
Ha comenzado a correr una consulta abierta y nada publicitaria, sobre la conveniencia de un “gobierno de entendimiento nacional”, planteamiento loable en estos tiempos de estancamiento económico, derrumbe moral y profundo malestar social.
A quienes me consultaron, les respondí mi acuerdo con un “gobierno de entendimiento y dignidad nacional”, que no implique impunidad ni esa rara mezcla de estatismo trasnochado y neoliberalismo que resumen, respectivamente, los polos del bipartidismo del siglo XXI: PSUV y MUD.
Este desastre se supera con civismo y responsabilidad histórica, entendimiento y dignidad, a partir de la salida del presidente Nicolás Maduro de Miraflores a comienzos de 2017, con un vicepresidente ejecutivo reconocido y respetado que no sea prisionero o instrumento de uno u otro bando. Asumiendo la jefatura del Estado para el resto del período (2013-2019), deberá formar un gobierno que abra caminos a la reconstrucción integral de la nación.
16.08.2016
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Ignorancia y abuso de poder
La inmunidad parlamentaria no es un privilegio personal del parlamentario, es una protección del fuero del mandato popular soberano que representan los diputados a la Asamblea Nacional.
La inmunidad no la inventó nadie en la Asamblea Nacional Constituyente de 1999, como se atrevió a afirmar el presidente Nicolás Maduro en su discurso en la avenida Bolívar de Caracas el jueves pasado, oportunidad en la que se fue de vulgaridad injustificable al calificar de “viejito coño ‘e madre” al diputado Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional.
La inmunidad de los parlamentarios nacionales en Venezuela, toma fuerza conceptual y forma constitucional indubitable en las constituciones de 1946 y 1961, y fue simple y lógicamente reafirmada en 1999; es una continuidad histórica que incluye el fuero de inmunidad inglés y el fuero de irresponsabilidad de la Revolución Francesa.
Recomiendo a los leguleyos que puedan estar “asesorando” al presidente Nicolás Maduro (o a él, si es que está pensando lanzar ese garrotazo que lo hundirá en la historia política contemporánea) la (re)lectura detenida de los artículos 199, 200 y 201 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Transcribo parcialmente los dos primeros:
“Artículo 199. Los diputados o diputadas no son responsables por votos y opiniones emitidos en el ejercicio de sus funciones. Sólo responderán ante los electores o electoras y el cuerpo legislativo”… (Fuero de irresponsabilidad).
“Artículo 200. Los diputados o diputadas… gozarán de inmunidad en el ejercicio de sus funciones desde su proclamación hasta la conclusión de su mandato”… (Fuero de inmunidad).
Ningún diputado o diputada está amparado para delinquir: en caso de delitos graves en flagrancia, el diputado será detenido y recluido en su residencia, la Fiscalía sustancia la imputación y eleva el caso al TSJ, cuyos magistrados califican si hay méritos para su enjuiciamiento. Si no los hay, se cierra el caso; y si los hay, lo participa a la AN, cuyo plenario decide el allanamiento de la inmunidad para el enjuiciamiento judicial, exclusivamente en cada proceso específico. En esto es claro y definitivo el artículo 200:
“De los presuntos delitos que cometan los o las integrantes de la Asamblea Nacional conocerá en forma privativa el Tribunal Supremo de Justicia, única autoridad que podrá ordenar, previa autorización de la Asamblea Nacional, su detención y continuar su enjuiciamiento. En caso de delito flagrante cometido por un parlamentario… la autoridad competente lo… pondrá bajo custodia en su residencia y comunicará inmediatamente el hecho al Tribunal Supremo de Justicia”… (Subrayado MIM)
Escándalo mundial
Cualquier abogado conocedor de derecho constitucional y de historia política venezolana, latinoamericana e internacional, así lo explicaría. Lo anunciado por Maduro es un escándalo mundial no solo por la brutal amenaza sino por la ignorancia política, constitucional y democrática expuesta por un Jefe de Estado. El tema es más delicado de lo que se imaginan quienes tan torpemente “asesoran” al Presidente. Recuerdo la burda intervención reciente en el Panteón Nacional sobre el tema de la inmunidad, de la ministra Iris Valera cuya formación profesional de abogado deja mucho qué decir de la universidad que le otorgó ese título, o pone en duda sus conocimientos adquiridos en doctrina del derecho y derecho constitucional.
La pretensión del presidente Maduro y sus leguleyos abusadores del poder –tras bastidores, claro, sin dar la cara ni asumir sus responsabilidades como ciudadanos y abogados- recoge el abolengo betancourista del allanamiento de la inmunidad de los parlamentarios del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en 1962.
Sinceramente, me parece que el presidente Nicolás Maduro está siendo puesto en ridículo por sus “asesores jurídicos” cobardones y arteros, siempre tras bastidores con su ignorancia y pretensiones de abuso de poder en detrimento de los derechos constitucionales del pueblo venezolano, único mandante del Poder Legislativo Nacional. Además, él, personalmente, muestra un déficit democrático impresionante y una ignorancia del derecho constitucional realmente supina. ¡No merecemos, venezolanos y venezolanas, tanta desmesura!
Padrino López y la FANB
A estas alturas de la crisis, institucionalmente, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) tiene mucho que decir, sus mandos no deben permitir ser arrastrados hasta el absurdo de la indignidad política, camino al autogolpe que he venido describiendo como túnel sin salida, una vez materializadas la obstrucción total del referendo revocatorio y la suspensión indefinida de las elecciones de gobernadores y consejos legislativos que corresponde constitucionalmente realizar en 2016.
Al general en jefe Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa y comandante estratégico operacional de la FANB, junto al cuerpo de generales y almirantes, corresponde analizar con el Jefe de Estado y Comandante en Jefe de la FANB, estos disparates en curso, para ver hasta dónde piensa el presidente Maduro anular los derechos constitucionales del pueblo venezolano y hacer nugatorias todas las facultades de la Asamblea Nacional y las competencias y fueros de los diputados y diputadas que “son representantes del pueblo y de los Estados en su conjunto, no sujetos o sujetas a mandatos ni instrucciones, sino sólo a su conciencia”, como lo establece el artículo 201 de la Constitución.
La Carta Magna nos ampara, faculta y compromete a todos, es ley de leyes; no, un trapo sucio para pisotearlo y pretender destrozarlo a conveniencia, bien por ignorancia supina ora por abuso de poder, camino al autogolpe.
Esa barbaridad sugerida por el presidente Nicolás Maduro el pasado jueves, debe ser abortada ya, por la inmensa mayoría inconforme con esta macro crisis fraguada por los factores polarizantes del bipartidismo del siglo XXI. La FANB debe fijar posición al respecto, pues de lo contrario sería arrastrada por el declinante gobierno a una situación peor de la que hoy vive, bajo sospecha de ser influenciada por otro ignorante del derecho constitucional y con mayor déficit democrático, el teniente Diosdado Cabello, quien cree que la FANB es una montonera de aprovechadores y guisadores.
TSJ y CNE deben reflexionar
Igual ocurre con los 32 magistrados y magistradas del TSJ, independientemente de sus cualidades y carencias: ¿Hasta dónde creen que pueden llegar, especialmente los y las integrantes de su Sala Constitucional, especie de patíbulo a las órdenes del presidente Maduro y sus leguleyas y leguleyos cobardones?
Lo mismo corresponde evaluar a las cuatro rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE) que vienen constriñendo brutal y cínicamente los derechos políticos constitucionales del pueblo venezolano, tanto en lo atinente al referendo revocatorio presidencial como en las elecciones de gobernadores y consejos legislativos, extendiendo su abuso a la obstrucción sistemática de las elecciones sindicales, gremiales y universitarias manteniendo a todas nuestras instituciones intermedias en penosa situación de indefensión en perjuicio grave de trabajadores y trabajadoras, así como a las comunidades universitarias cuyos cuerpos rectorales tienen vencidos sus períodos de cuatro años.
Superar las miserias del bipartidismo
Quienes defendemos la paz de la República para bien de nuestro asfixiado pueblo y el mejor futuro de Venezuela, somos parte del inmenso torrente social y político que hoy exige un cambio que nos conduzca a la superación de las miserias que sobre la nación han descargado los factores visibles e invisibles, nacionales y extranjeros, de la polarización Psuv-MUD (antes MVR-Coordinadora Democrática). Es hora de que el pueblo de Bolívar se exprese directamente mediante procesos de consulta democráticos organizados transparentemente por el CNE, defendidos constitucionalmente por el TSJ y garantizados por la FANB en materia de seguridad y orden público.
Mínimas posibilidades de éxito
Ya muy desprestigiado, el presidente Nicolás Maduro corre el riesgo de salir peor de su camino al autogolpe, cuyas posibilidades de éxito son mínimas. Sin los atributos intelectuales de los presidentes Rómulo Betancourt (1959-64) y Raúl Leoni (1964-69), parece dispuesto a pasar a la historia por el talante represivo que tuvieron ambos gobernantes adecos, cuyos pecados y agravios no gustan recordar quienes hoy son sus defensores y seguidores. En este pantano, al decadente gobierno del Psuv no le queda mejor camino que aceptar la dura realidad que le impone a sus dirigentes la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano, que hoy los rechaza masivamente.
04.09.2016
http://manuelisidroxxi.blogspot.com/2016/09/pasando-la-hoja-ignorancia-y-abuso-de.html
@manuelisidro21 - @manuelisidroXXI
* Ex presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela
* Licenciado en Comunicación Social - Universidad Central de Venezuela
* Especialista en Ciencia Política - Universidad Simón Bolívar
* Columnista del semanario LA RAZÓN
* Asesor en análisis de entorno político y social
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