domingo, 9 de marzo de 2014

PASANDO LA HOJA / Guarimberos derrotados

MANUEL ISIDRO MOLINA

Aunque todavía quedan focos muy minoritarios quemando basura y colocando obstáculos en las vías, los guarimberos han sido derrotados por la mayoría civilista y pacífica de Venezuela, más allá de fronteras partidistas o de la polarización chavismo-antichavismo, el mejor negocio de los extremistas de ambos bandos.

Ese tipo de protesta, articulado con esquemas insurreccionales dentro de un plan mayor para derrocar al presidente Nicolás Maduro, es rechazado por venezolanos y venezolanas. Esa pretensión política de Leopoldo López y María Corina Machado, junto a proclamados “subversivos” desde el exterior, vía twitter, correo electrónico o telefonía celular, pulverizó la existencia real de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), hoy en grave estado. 


Comparada con las experiencias del violento lapso 2002-2004, las guarimbas López-Machado son una caricatura de “golpe de estado”. Han quemado muchos cartuchos, algunos con sangre y muerte, saboreando la derrota, otra vez. Mientras el “guarimbeo” sucumbe ante la mayoría del país, la dirigencia opositora cede al chantaje de la derecha extremista, y se retuerce entre la condena diáfana de los violentos y la protesta social democrática, legítima constitucionalmente. Pretenden pescar en río revuelto, perdiendo liderazgo social, político e institucional, lo que también favorece al gobierno.

La dupla López-Machado se convirtió en el mejor aliado político del gobierno Maduro-Cabello. Catalizó el colapso de la MUD y subalternizó el liderazgo electoral de Henrique Capriles Radonski, claro objetivo de Leopoldo López, desde Voluntad Popular contra Primero Justicia. Hablando crudamente, el gobierno lo disfruta porque ve desarticularse a la creciente oposición existente, insatisfacción que alcanza a vastos sectores “chavistas” que ya no se quieren calar más a sus corruptos boliburgueses asociados a corruptos opositores, integrantes de mafias financieras y comerciales tanto en Venezuela como en el exterior.

Ese ajuste de cuentas en la derecha política, entre los golpistas liderados por López, Machado y Voluntad Popular, de un lado, y Capriles y Primero Justicia, por el otro, está al margen de la oposición puntofijista AD-Copei-Un Nuevo Tiempo-ABP-Bandera Roja y sus similares que hacen vida en la MUD, tratando de diferenciarse de la ultra derecha, que en las filas neoliberales integran los primeros en disputa.

Y aunque parezca confuso, en este tablero político complejo, el gobierno vuelve a salvar su pellejo institucional, pero no gana en prestigio. El de Nicolás Maduro, es un gobierno transicional hacia 2015, año de la elección de la próxima Asamblea Nacional (2016-2021). Entre 2006 y 2013, el chavismo bajó trece puntos porcentuales en las respectivas elecciones presidenciales, de 63% a 50%, tendencia que se afianza, independientemente de que estemos en un lapso político-social sin elecciones, en el corto plazo.

Elecciones sectoriales (sindicales, gremiales, universitarias, empresariales, etc.) mostrarán la aceleración de esa caída del chavismo, en el plano social.

Los problemas existentes son irresolubles dentro del esquema chavista de gobierno, que ha colapsado por sus altos grados de corrupción, ineficiencia, arbitrariedades y autoritarismo estatista-militarista. No importa cuánto avance o trate de avanzar el gobierno con los diálogos por la paz, si continúa el torniquete político liderado por la brutalidad de Diosdado Cabello y sus subalternos y subalternas en la Asamblea Nacional, quienes destrozan toda posibilidad de entendimiento racional y respetuoso entre las fuerzas políticas representadas en el parlamento nacional. Es un grave problema político, ético y estratégico, que el presidente Maduro y el Psuv tendrán que asumir, para seguir salvando el pellejo, contra la corriente, esa tendencia a la baja que no pudo detener el liderazgo del presidente Hugo Chávez y se le cuela entre los dedos a su heredero político.

Conspira contra el gobierno, la corrupta relación partido-gobierno. El Psuv no es nada sin el peculado de uso y el obsceno manejo de todo tipo de recursos públicos, incluyendo las redes de testaferros financistas contratistas de los entes públicos nacionales, regionales y municipales. No hay movilización o concentración del Psuv y sus aliados políticos, que no sea financiada grotescamente con recursos públicos, comenzando por la sectaria vulgaridad de los medios de comunicación social públicos y paraestatales, que deberían ser canales de expresión de la pluralidad nacional.

Si las obturaciones sociales que sufrimos continúan, como es previsible, el chavismo que va quedando en esta segunda etapa de la era poschávez, se topará con una derrota significativa en 2015, frente a opciones diversas que incluirán sus propios desprendimientos. Si ello ocurriera, el referendo presidencial revocatorio se hará tormentoso como posibilidad hacia 2016, en paz; y, en todo caso, abriría opciones inéditas para las elecciones presidenciales de 2018, hacia el período 2019-2025.

Más confuso para algunos, todavía, es la supuesta contradicción constatable de decrecimiento del chavismo y la simultánea desarticulación de la oposición conocida, que rompe la lógica de la polarización cultivada cuidadosa y persistentemente por la dirigencia del cepo chavismo-antichavismo. Una nueva corriente política nacional está por nacer, abiertamente desmarcada de las corruptelas e irresponsabilidades políticas y administrativas de lo que hasta hoy conocemos como “chavismo” y “antichavismo”.

Así, cada día más, mayores porciones de venezolanos y venezolanas perciben que las soluciones a los graves problemas nacionales -desde la corrupción insultante y la delincuencia asesina hasta las obturaciones económicas y la injusticia social- no están en los bandos del chavismo (estatismo) y el antichavismo (neoliberalismo). Ello permite repensar a Venezuela, que es lo que merecemos quienes aspiramos mayoritariamente a impulsar y disfrutar este maravilloso país, en paz, concordia y solidaridad.

En medio de tantas dificultades, no debemos desesperar ni apostar al mal menor, gran trampa de la polarización creada por el cepo chavismo-antichavismo. Lo responsable y útil es contribuir a encontrar opciones virtuosas para el desarrollo armónico de la nación, camino que comienza por el rescate moral de la República, lo que chavismo y antichavismo están imposibilitados de asumir. En fin, lo que asoma es un nuevo estadio histórico, cualitativamente hablando, que reta nuestra imaginación.



·        21 ASESINATOS PREMEDITADOS o muertes por trampas de los guarimberos en diversas regiones del país, es un saldo insultante para la dignidad humana. Sea a manos de militares y policías, de bandas armadas por el gobierno Chávez-Maduro o de ultraderechistas que ya dejaron huella sangrienta el 15 de abril de 2013, son una insensatez intolerable para la inmensa mayoría de venezolanos y venezolanas.  Los más violentos del cepo chavismo-antichavismo, quieren sangre, asesinar a sus contrarios, someterlos por la fuerza, negarles el derecho a disentir y a existir política y socialmente. Frente a ellos, defender la paz de la República es la principal tarea, hoy.

·        LOS “TECHOS DUROS” DE LA VEGA, como lo denuncié insistentemente, devino en una mega estafa a centenares de humildes familias que fueron engañadas y robadas por un mafioso, que ahora se niega a dar la cara en los tribunales penales. El dinero que le robó a los pobres sin vivienda, lo acusa y desnuda en sus miserias humanas.

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      CURIOSO: La corrupción existente en casi todas las áreas de la vida venezolana, al punto de constituir una especie de  para-economía, no ha formado parte de la agenda pública de los Diálogos por la Paz. Vivimos en una pasmosa sociedad de cómplices, peor que la que existió a finales de la “IV República” y provocó el hundimiento del llamado “puntofijismo”. Es una pesadilla estructural en la sociedad venezolana actual, con efectos más que perniciosos en la economía y el funcionamiento de las instituciones públicas y privadas, reproductora de violencia criminal y desajustes de todo tipo. ¿Por qué un dato tan real y dañino no está sobre la mesa?

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       EL PRESIDENTE NICOLÁS MADURO sigue en deuda con el país, en materia de corrupción. Los chavistas pudrimillonarios de las mafias financieras siguen libres y pendencieros, arropados con el manto de impunidad que los protege. La primera motivación de la vigente ley habilitante fue la “lucha a fondo contra la corrupción… caiga quien caiga”, pero Maduro permanece cuadrapléjico en la materia. Esa inacción cómplice le acarreará la pulverización de su auctóritas, como Jefe de Estado, porque esos impunes choros “chavistas” son el asco de su gobierno, y lo van a seguir hundiendo.


·        MUY IMPORTANTE: Mi cuenta en twitter @manuelisidro21 fue pirateada por las mafias financieras chavistas que he denunciado. A mis seguidores, les ruego denunciarla como spam, y retirarse de ella. Mi nueva cuenta es @manuelisidroXXI, a la cual pueden conectarse, desde ya.

@manuelisidroXXI


* Licenciado en Comunicación Social - Universidad Central de Venezuela 
* Especialista en Ciencia Política - Universidad Simón Bolívar 
* Columnista del semanario LA RAZÓN  
* Asesor en análisis de entorno político y social

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