MANUEL
ISIDRO MOLINA
El gobierno del presidente Nicolás Maduro se ha venido topando con las
partes oscuras de la herencia del finado presidente Hugo Chávez Frías, a quien
gustan llamar “comandante eterno”, “jefe supremo de la revolución” y “padre”,
con todo tipo se adjetivaciones superlativas, como no ocurre hoy en ningún otro
país del mundo.
Con el dominio sectario y excluyente del sistema público de radio y
televisión, y la creciente apropiación pecuniaria de tradicionales medios de
comunicación social independientes, tratan de enmascarar la complicada crisis
estructural venezolana, que va de lo económico a lo moral, y de lo social a lo
institucional. Viven su propia fantasía.
Corrupción
y estatismo
La extendida maquinaria mafiosa de corrupción, que ha pulverizado el
bolívar y convertido a nuestra economía en un balde roto, es uno de los rasgos
inocultables de la herencia chavista. Otro es el aura estatista y
monopartidista que impuso Chávez sobre la economía y la vida venezolana en
general, la cual se ha hecho insostenible por inconveniente y extemporánea. Corrupción,
estatismo y monopartidismo hacen de Venezuela el país más inviable de América
Latina y el Caribe, en la actualidad, a pesar de sus enormes riquezas y
extraordinarias potencialidades humanas.
Bandas
armadas
Chávez, quien siempre supo actuar con deslealtad desde las sombras, con
afianzada visión maquiavélica de la función pública, estructuró una monstruosa
maquinaria de poder sin escrúpulos democráticos, a la hora de manejar los
recursos públicos y contener las reacciones políticas y sociales ante su autoritarismo.
Las bandas armadas por el gobierno –mal llamadas “colectivos”- son
expresión de este fenómeno generalizado de abuso de poder, ilegalidad y
corrupción que caracterizó la gestión Chávez, y que ahora es una “papa
caliente” en manos del presidente Maduro. No digo esto, con ánimo urticante: es uno de los problemas más
graves heredados por Maduro, pues su potencial desenlace violento está en la
mesa (y las preocupaciones serias) del ministerio del Interior, Justicia y Paz,
la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y todos los cuerpos de seguridad e
inteligencia que de ellos dependen.
La legitimidad de los colectivos sociales está garantizada constitucional
y legalmente en Venezuela. Lo estuvo tímidamente en la Constitución de 1961, y
se explayó en la de 1999. Economía, cultura, salud, ambiente, educación y vida
vecinal –para nombrar unas pocas- son áreas de amplio potencial para la vida
plena de los colectivos sociales, con apoyo del Estado y la sociedad toda,
incluyendo al sector privado de la economía responsable.
Lo que no solo no permite la Constitución vigente, sino que lo prohíbe
taxativamente, es la constitución y existencia de bandas armadas ilegales (todas
lo son, fuera del ámbito oficial militar y policial) enmascaradas detrás de
colectivos sociales utilizados como mamparas para formaciones parapoliciales o
paramilitares.
A esas bandas armadas hay que llamarlas por su nombre: bandas armadas; y
reservar el de colectivos sociales a todas las organizaciones populares
dedicadas al bien común, la superación de la pobreza, y a mejorar la salud, la
cultura y la vida en sociedad, sea urbana o rural, bajo el compromiso de
solidaridad para el bien vivir.
Lo que quiero significar, es que los colectivos sociales merecen respeto
y apoyo general, público y privado; pero las bandas deben ser condenadas,
desarmadas y desarticuladas, así como juzgados sus integrantes que hayan
cometido delitos que se comprueben judicialmente.
Corre
o se encarama
Este es el dilema que pesa y le impide “dormir como un bebé” al
presidente Nicolás Maduro, como Jefe de Estado y líder político del Psuv y el
Gran Polo Patriótico. Pero también involucra a los magistrados de los poderes
Judicial, Ciudadano y Legislativo, así como a los jefes militares y policiales
de Venezuela.
Estas bandas ilegales (todas lo son, repito) fueron armadas por el
gobierno del presidente Hugo Chávez, y ahora están “fuera de control”,
amenazantes y pendencieras. Creen que con la enorme caleta de armas y
municiones que poseen, pueden derrotar o chantajear a la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (FANB), Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas (Cicpc), Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (PNB), policías
regionales y órganos militares y civiles de inteligencia. Psicopatía pura, que
alimenta el goce de impunidad y sueños de “zonas liberadas” en Caracas y otras
ciudades, donde realmente controlan espacios bajo amenaza activa de violencia y
la inacción de las autoridades.
No quiero pensar en los episodios de violencia armada, asesinatos y
traumatismos a decenas de personas que pueden desencadenar estos sociópatas
armados y tolerados por altos cargos públicos, que todos conocemos.
La pregunta es: ¿hasta cuándo?
·
ÚLTIMA HORA: LA SALIDA DEL MAYOR GENERAL MIGUEL RODRÍGUEZ
TORRES del ministerio de Interior, Justicia y Paz, confirma
la crisis institucional militar y policial que está en curso. Sorprendió al
país, el presidente Nicolás Maduro, con el anuncio de que la almiranta en jefe
Carmen Meléndez pasa de Fuerte Tiuna a la esquina de Platanal. El general en
jefe (Ej) Padrino López asume MinDefensa, un poco tarde, pero continúa al
frente del Comando Estratégico Operacional de la FANB. Huele a improvisación
bajo presión. Los “colectivos” (bandas armadas chavistas) jugaron duro, pero no
lograron imponer al diputado Freddy Bernal en Interior, Justicia y Paz.
Esperemos a ver cuál es el destino de MRT, oficial activo del Ejército.
Pendientes también, del todavía director del Cicpc, José Gregorio Sierralta. Gobierno
inestable: brinca o se encarama, como escribí arriba.
·
EL CUARTEL GENERAL DE LA POLICÍA METROPOLITANA, en Cotiza, sirve de centro de entrenamiento y
operaciones a decenas de bandas armadas chavistas, auto denominadas
“colectivos”, que prestan “servicios” de “protección de personalidades”.
·
PAGOS CON CESTATICKETS DE LA VICEPRESIDENCIA EJECUTIVA
reciben algunos jefes de bandas armadas chavistas.
Otros han sido incorporados a PoliCaracas, PoliNacional, Sebin y DIM, lo que
complica la crisis institucional militar y policial, pues estamos ante un
peculiar modus vivendi.
·
HAY UN GRAN
NEGOCIO EN GUAYANA: “Una cabilla en Sidor cuesta Bs. 15,00 y cobran comisión de Bs.
17,00 por cabilla vendida a un círculo selecto de empresas de asociados y
testaferros, quienes luego la revenden, en una escalada de corrupción que
además dispara la inflación”.
·
LA MAFIA DEL BCV sigue intacta con su tráfico de
divisas, prepotente y sumida con Osmel en un increíble tráfico de “reinas”, que
dejará huella en la picaresca política venezolana.
·
VIEJOS Y JÓVENES DE LAS MAFIAS FINANCIERAS CHAVISTAS son adictos a los placeres que les provee el “zar de la belleza”, y no
escatiman lujos, billetes en abundancia y multimillonarios “regalos”: viajes
cinco estrellas, lujosos vehículos y apartamentos, así como el financiamiento
de la pasarela, ropa, dietas, cirugías plásticas, maquillajes, gimnasios,
masajes, dietas y otros “tratamientos de belleza”.
·
EL CLAN MERENTES posee una clínica de cirugía estética
en las veredas de Coche, donde compraron dos casas colindantes, las remodelaron
y unieron para convertirlas en un centro de salud ilegal, pero “autorizado” por
el abuso de poder y la corrupción.
·
EN EL MERCADO MAYOR DE COCHE opera una banda
de policaracas extorsionadores mediante secuestros express de familiares de
empresarios mayoristas. Las víctimas de secuestro han sido encerrados en cavas
en desuso, mientras las víctimas de extorsión van en busca del dinero: entre
200.000 y 300.000 bolívares por persona.
·
CONVERSATORIO
Y MISA para
conmemorar fallecimiento del maestro Domingo Maza Zavala (14.11.1922-07.11.2010).
La Junta Directiva de la fundación que lleva su nombre, ha organizado un conversatorio para el jueves
06.11: “Dr. Domingo Felipe Maza Zavala y la economía venezolana” con
ponencia del doctor José Moreno Colmenares, en la Fundación Espacio Abierto,
Av. Libertador con calle Chile, edificio Freites, piso 5, oficina 51-B, a las
11 am. MISA: viernes 07, iglesia de Altagracia, al lado del Banco Central de Venezuela, 10 am.
@manuelisidroXXI
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