Valentía y decisión de lucha plena de salidaridad, desprendimiento y bondad son la clave de nuestro éxito en 2014, para enfrentar positivamente los retos personales, familiares, vecinales, profesionales, empresariales y nacionales.
Venezuela merece una vida decente, honesta y productiva a beneficio de las mayorías y un desarrollo armónico con justicia social. Los altos y graves grados de corrupción diseminados en la geografía venezolana, conspiran contra el buen vivir del pueblo y nuestra participación laboriosa en el proceso de integración latinocaribeña.
Les invito a reflexionar sobre los males de la República y nuestras responsabilidades. Mucho hay que enmedar, comenzando por nosotros mismos y nuestros respectivos entornos. Ser útiles siempre será más trascedente y provechoso que utilizar a los demás. La decencia es mejor compañera de vida, que la trampa.
Políticamente, Venezuela requiere superar el actual estadio corrompido, irresponsable y codicioso, que nos asfixia con los tentáculos mediocres del cepo chavismo-antichavismo. Podemos superarlo, en valores, luchando juntos por el bien común, con respeto y valoración de nuestra diversidad cultural, étnica, religiosa, ideológica y política.
Con optimismo, recibamos al nuevo año 2014, con la decisión de ser mejores, cada día, más responsables y eficaces. Unidos, triunfaremos impulsando un proceso político superador, afirmado en nuestra historia buena y los mejores anhelos de nuestro pueblo.
FELIZ AÑO NUEVO!
MANUEL ISIDRO MOLINA
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