MANUEL ISIDRO
MOLINA
El
asesinato de Eliecer Otayza, fue horrendo, cargado de ira, odio o tenebrosa
perversión humana, por lo que expresa el grado deplorable de degradación de la violencia
incubada en la sociedad venezolana.
Dejando
a un lado consideraciones sobre la polémica trayectoria pública del presidente
del Consejo Municipal del Municipio Bolivariana Libertador (Caracas), indigna
la saña con que fue maltratado moral y físicamente, y finalmente asesinado a tiros.
Según versión
de fuentes forenses, la muerte le fue provocada por los dos balazos que
le dieron en el pecho, dentro de la camioneta. Previamente, le fracturaron el
cráneo a golpes y le propinaron al menos un tiro en la cara. No refiero esto
con ánimo amarillista, contrario al respeto de la persona humana y al armónico
desenvolvimiento de la sociedad. Sí, para ilustrar nuestra indignación, y con
ella llegar hasta familiares y amigos de Otayza con respeto y solidaridad,
humano sentimiento de pesar.
Debemos
reflexionar profundamente hasta dónde hemos llegado, porque la muerte de Otayza
puede verse dentro del pasmoso drama de las 24.000 vidas segadas por bandas
delictivas. De las hipótesis, van quedando dos: 1.- Asesinato por robo, al
resistirse ante inmisericordes asesinos armados; y 2.- Asesinato de origen
político, mediante contratación de sicarios, al peor estilo del vandalismo
colombiano que nos acecha desde hace décadas, ante la indecisión y la
irresponsabilidad de quienes nos han gobernado en las últimas cuatro décadas,
sin solución de continuidad.
No
hay que descartar ninguna de las dos, pero la segunda –según informaciones
confidenciales- gana terreno, y eso ya son palabras mayores dentro del drama
delictivo descrito.
La
fiscal general Luisa Ortega Díaz; el presidente Nicolás Maduro, y su ministro
de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, comparten la máxima responsabilidad
en el esclarecimiento total y diáfano de este horrendo crimen, sea cual sea el
real y definitivo móvil delictivo.
·
VA A
GENERAR POLÉMICA el libro del abogado, docente universitario
e investigador político y social Vladimir Petit Medina, Chávez y la perversión del
Ejército. 243 páginas bien documentadas llevan a unas conclusiones
polémicas, que obligan a su lectura analítica. Las indagaciones de VPM abarcan
el lapso 1999-2012, por lo que su vigencia es mayor, más allá del tono panfletario
de muchos opositores altisonantes. De sus seis conclusiones, destaco: “El liderazgo desplegado por… Chávez sobre
el Ejército apuntó a conectar con los integrantes de ese componente, en
términos de sus valores y expectativas, lo cual concuerda con la tendencias
moderna de comprensión del factor carisma… para convertir al Ejército en un
aliado de las ejecutorias presidenciales... Las consecuencias sufridas en el
Ejército… en razón del liderazgo… llevan a considerarlo como una actividad ejercida efectivamente pero mala…
configurando una suerte de perversión.”
·
A
PUNTO DE MARCHARSE DE VENEZUELA está el laboratorio farmacéutico Novartis
(Suiza). Los motivos parecen ser los mismos: imposibilidad de liquidar dólares
preferenciales (Cadivi-Cencoex, a Bs. 6,30), a pesar de promesas y compromisos
incumplidos por el gobierno, así como agotamiento de materias primas importadas
y el estricto control de precios impuesto, lo que perturba las líneas de
producción y la eficiencia competitiva.
·
TENGO
LA IMPRESIÓN de que el presidente Nicolás Maduro no tiene idea del
enorme perjuicio que las mafias financieras “chavistas” han causado con su
pillaje a la economía venezolana, cuya mayor perturbación radica en los
múltiples mecanismos de corrupción, desde la “vacuna” en la asignación y
liquidación de dólares preferenciales, hasta los “potes” aduanero y tributario,
que prácticamente estrangulan a las empresas y golpean a los consumidores con
altos precios y escasez, además de los desastrosos efectos sobre las líneas de
producción y la eficiencia competititva. Los problemas de nuestra economía no
tendr án solución, mientras los mafiosos del chavismo sigan pegados como
garrapata en lomo de perro, codiciosos e impunes.
·
LOS
PROBLEMAS DEL CHAVISMO tienen una vertiente muy peligrosa: el
control pudrimillonario de áreas del poder. Las bandas que usufructuaron
durante 14 años, el liderazgo y la complicidad del difunto presidente Hugo
Chávez, ahora se creen “dueños” del “proceso”; más bien “copropietarios”, al
margen de ideales, consignas y promesas. La eclosión será progresiva, pero
indetenible porque en su ignorancia, todos se creen más “poderosos” que sus
pares, y se les fue el referente de autoridad única, el 5 de marzo de 2013. Los
“comacates” (1992) corrompidos, hoy multi pudrimillonarios, son terribles,
todos ladrones, capos de mafias e inescrupulosos. Y así se tratan (y se cuidan,
unos de otros). No menos lo son los civiles que han hecho desastres similares
desde la alta burocracia. Familias enteras han robado, con sus redes de
testaferros. Lo más peligrosos de todo es que las diversas mafias
(militar-cívicas o cívico-militares) giran en los espacios del poder, y ningún
respeto guardan por la autoridad del presidente Nicolás Maduro, quien no debe
dejar de tomar en cuenta que varios connotados pudrimillonarios militares y
civiles, ya están cantando “más que Pavarotti” en la DEA, la CIA y el FBI.
Realmente son una vergüenza histórica.
· PARECIERA
CIERTO
–nada se puede asegurar- que Luisa Ortega Díaz no repite en la FGR. Los ex
magistrados de la Sala de Casación Penal del TSJ, Miriam Morandy y Alejandro Angulo
Fontivero suenan para sustituirla, pero tampoco se puede asegurar nada.
·
Y
PEDRO CARREÑO no va pa’l baile, a pesar de sus enormes ganas de
“coronar” como Contralor General de la República, designación parlamentaria que
se transformaría en un verdadero escándalo nacional. Ni chavismo ni oposición
estarían en capacidad de justificar algo tan rocambolesco.
@manuelisidro21
* Licenciado en Comunicación Social - Universidad Central de Venezuela
* Especialista en Ciencia Política - Universidad Simón Bolívar
* Columnista del semanario LA RAZÓN
* Asesor en análisis de entorno político y social
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