De acuerdo con el portal The Diplomat, que cita el dosier, "EE.UU. desarrolla programas de aviación, municiones, espacial, naval, comunicaciones, inteligencia y combate electrónico" dirigidos a cerrar las rutas de acceso y salida de Pekín a través del mar de China Oriental y el océano Pacífico.
"En el marco del concepto estratégico de batalla aéreo-marítimo, el programa de aviación será el más caro y contará con aviones de combate de largo alcance (…) El segundo proyecto más costoso será el naval, y se espera que ambos programas entren en funcionamiento para el 2018", destacó el portal.
"Washington está preocupado por el creciente poderío de Pekín, por lo que pretende aplicar ciertas políticas de contención", indica por su parte 'The Washington Post', que informó además sobre la firma de un acuerdo entre EE.UU. y Singapur para la instalación de una base en el país asiático, donde recalarán los buques estadounidenses de guerra más modernos.
Según el portal, el proyecto, que estaría listo en su totalidad para 2023, tendrá dos barreras para disuadir a las fuerzas chinas en caso de un conflicto entre Washington y Pekín. La primera bloqueará a la nación comunista en el mar de China Oriental y la segunda en el océano Pacífico.
El gigante asiático es consciente de las devastadoras consecuencias de un posible bloqueo en caso de un enfrentamiento con EE.UU., por lo que a su vez, ha empezado a desarrollar proyectos a largo plazo para reducir las posibles amenazas.
China sueña expandir cooperación espacial con América Latina
El exitoso lanzamiento del primer satélite de comunicaciones de Bolivia, el Túpac Katari, beneficiará y facilitará mucho la cooperación entre China y América Latina en el sector espacial, sostienen en Pekín.
Todo sobre este tema
"Sudamérica siempre ha sido un mercado muy importante para nosotros en cuestión de satélites, teniendo en cuenta las condiciones sociales y económicas de la región, así como las buenas relaciones que hemos mantenido entre ambas partes", dijo He Xing, vicepresidente de la empresa tecnológica china CGWIC a la agencia Xinhua. Su empresa es la única autorizada para vender productos espaciales chinos en el extranjero.
Campo de batalla
América Latina se ha convertido en un campo de batalla entre EE.UU. y China: ambos aspiran a vender en esta región sus productos y servicios espaciales, afirma el investigador del Consejo de Asuntos Hemisféricos en Washington, Alex Sánchez.
Las cuestiones geopolíticas y de seguridad de la Tierra continúan con extenderse al espacio
"El hecho de que varios Estados espaciales, como EE.UU. y China, están ayudando activamente a los Estados regionales con sus programas nacionales constituye un factor crítico para las aspiraciones espaciales de América Latina. En el futuro esto puede provocar un cierto debate, ya que las cuestiones geopolíticas y de seguridad de la Tierra continúan con extenderse al espacio, especialmente en la actualidad, cuando los gobiernos caracterizados por sentimientos anti-Washington, como Caracas y La Paz, están recibiendo ayuda tecnológica, relacionada con el espacio, de países como China", explica Sánchez citado por 'The Space Review'.
En 1985, China anunció que iba a comenzar a ofrecer servicios espaciales, de lanzamiento, para clientes internacionales. Después de que China fuera golpeada con sanciones tras el incidente de Tiananmen de 1989, el país tuvo que buscar socios no occidentales para que le ayudaran en su industria aeroespacial nacional, que entonces estaba a punto de nacer.
Las búsquedas condujeron a Pekín a América del Sur, donde Brasil se convirtió en el primer país en aceptar la propuesta china. Por ahora China ha lanzado al espacio cuatro satélites de Brasil. La colaboración espacial de ambos países comenzó con el programa CBERS de 1999. China lanzó con éxito sus satélites meteorológicos en 1999, 2003 y 2007, que volaron al espacio a bordo del cohete Gran Marcha-4B. En 2014 China y Brasil lanzarán un satélite creado conjuntamente para sustituir un aparato que no llegó a la órbita a principios de diciembre y se estrelló contra la Tierra.
Relaciones espaciales
Argentina colabora con China desde el 2004, con base en un convenio firmado por sus mandatarios que menciona servicios comerciales de lanzamiento, suministro de componentes de satélites y plataformas de comunicación por satélite.
Bolivia envió 74 científicos espaciales a China para entrenarlos para el lanzamiento del satélite Túpac Katari, que fue construido por científicos y especialistas en laboratorios de China, utilizando partes fabricadas en Francia, Alemania y Estados Unidos. Fue lanzado desde Xichang, en China. El lanzamiento fue financiado parcialmente por un préstamo de 250 millones de dólares ofrecido a La Paz por el Banco de Desarrollo de China.
Venezuela también envió casi cien científicos espaciales a China y acordó con Pekín el tema de radares, estaciones de seguimiento y la defensa aérea para controlar los satélites venezolanos. El primero, el Simón Bolívar Venesat 1, fue lanzado con éxito desde el Centro Espacial Xichang en China en octubre del 2008. "Unas mayores relaciones espaciales podrían ser consideradas como otra forma de mejorar las relaciones entre Pekín y Caracas" en el intento de Venezuela de alejarse de EE.UU. y buscar nuevos aliados en el mundo, afirma Sánchez.
También hay contactos de China con Perú, Colombia y Chile. El paquete completo de servicios que ofrece CGWIC generalmente incluye la fabricación y el lanzamiento del satélite, la construcción de las estaciones terrestres, la asesoría en seguro y la capacitación de ingenieros en el control y manejo del ingenio espacial.
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