En el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, organizada por la Iglesia en Panamá, el papa Francisco dedicó un extenso discurso a los obispos allí reunidos en el que los llamó a “no estar lejos del sufrimiento de su pueblo” y criticó especialmente al actual “sistema económico que no tiene como prioridad las personas y el bien común y que hizo de la especulación “su paraíso” desde donde seguir “engordando” sin importar a costa de quién. Así nuestros jóvenes sin hogar, sin familia, sin comunidad, sin pertenencia, quedan a la intemperie del primer estafador”, una frase de alta significación en Panamá dado su carácter de “paraíso fiscal”, pero relevante para toda América Latina, cuyos pueblos “no son el ‘patio trasero’ de nadie”, en clara alusión a los EEUU, con un particular pasado de intervencionismo en todo el continente y especialmente en la actualidad en Venezuela.
Francisco pidió cuidar especialmente a los jóvenes: “Los exhorto pues, a promover programas y centros educativos que sepan acompañar, sostener y potenciar a sus jóvenes; por favor “róbenselos” a la calle antes de que sea la cultura de muerte la que, “vendiéndoles humo” y mágicas soluciones se apodere y aproveche de su inquietud y de su imaginación”.
Llamó a los obispos a volver a ser verdaderos pastores: “el pastor, para buscar y encontrarse con el Señor, debe aprender y escuchar los latidos de su pueblo, percibir “el olor” de los hombres y mujeres de hoy hasta quedar impregnado de sus alegrías y esperanzas, de sus tristezas y angustias (…) El pastor no puede estar lejos del sufrimiento de su pueblo; es más, podríamos decir que el corazón del pastor se mide por su capacidad de dejarse conmover frente a tantas vidas dolidas y amenazadas”.
Relativizó también el rol de las redes sociales: “las redes sirven para crear vínculos pero no raíces, son incapaces de darnos pertenencia, de hacernos sentir parte de un mismo pueblo”.
Y pidió recuperar una Iglesia atenta a los sufrimientos del pueblo, ya que si no: “termina siendo un Dios sin Cristo, un Cristo sin Iglesia y una Iglesia sin pueblo”.
“El mañana exige respetar el presente dignificando y empeñándose en valorar las culturas de vuestros pueblos. En esto también se juega la dignidad: en la autoestima cultural. Vuestros pueblos no son el “patio trasero” de la sociedad ni de nadie. Tienen una historia rica que ha de ser asumida, valorada y alentada. Cuidar las raíces es cuidar el rico patrimonio histórico, cultural y espiritual que esta tierra durante siglos ha sabido “mestizar”. Empéñense y levanten la voz contra la desertificación cultural y espiritual de vuestros pueblos, que provoca una indigencia radical ya que deja sin esa indispensable inmunidad vital que sostiene la dignidad en los momentos de mayor dificultad”, afirmó.
https://kontrainfo.com/papa-francisco-nuestros-pueblos-no-son-el-patio-trasero-de-nadie/
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