MANUEL ISIDRO MOLINA
Finaliza 2014 con
un dramático contexto moral, político, económico y social, para venezolanos y
venezolanas. Las mafias financieras chavistas rasparon la olla en el sistema
administrado de divisas (Cadivi-Cencoex) y pulverizaron el bolívar,
miserablemente.
Todos esos bandidos
han contado con la protección cómplice del sistema político-institucional
fraguado durante el largo autocratismo del finado presidente Hugo Chávez; y desconfiando de las fortalezas del heredero
Nicolás Maduro, se dedicaron con furia a echarle mano a cuanto petrodólar podían
direccionar hacia las empresas de maletín o hacia aquellas cuyos dueños
estuvieron prestos a “mojarle las manos” a la alta burocracia financiera
chavista y a sus familiares y otros testaferros.
Nunca antes,
gobernantes corruptos y sus familiares (hijos, conjugues, entre otros) le
habían quebrado los tobillos a la economía nacional: hoy, el dólar ronda los
174 bolívares en el mercado paralelo, y las partidas de dólares a Bs. 6,30 se
han reducido drásticamente por la depreciación del petróleo a nivel mundial, de
aproximadamente 40 %. Los “complementarios” Sicad I y Sicad II entraron en
crisis, con montos reducidos, ofertas más espaciadas y liquidaciones tardías.
A pesar de que el
Banco Central de Venezuela (BCV) –centro de operaciones mafiosas con divisas en
contra de la economía nacional- esconde las mediciones económicas mensuales y
trimestrales, hay estimaciones independientes moderadas que anuncian 76 % de
inflación para 2014, y sobre 100 % para 2015.
Venezuela aparece en
el sótano de la economía latinocaribeña, incluso por debajo de Cuba y Haití,
según estudios del Sistema Económico Latinoamericano y Caribeño (SELA), la
Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), con un desempeño para el producto interno bruto (PIB) de -3 %.
El
desabastecimiento de medicamentos, alimentos, productos para el hogar de
consumo masivo y repuestos de automóviles, aviones y todo tipo de maquinarias,
mantiene en un atolladero tanto a la economía venezolana como al
desenvolvimiento general de la sociedad, mientras los pudrimillonarios
chavistas que han desbaratado el bolívar con sus pillerías siguen impunes con
sus colchones repletos de bolívares devaluados y sus cuentas en el exterior
colmadas de dólares sustraídos a la economía nacional.
Nunca antes,
agentes gubernamentales y sus testaferros habían descapitalizado la economía
venezolana de forma tan brutal, irresponsable y miserable. No quedarán impunes:
tarde o temprano, la justicia alcanzará a estos choros descarados y
pendencieros. Veremos quién puede más, si esa peste de corruptos y corruptas o
la dignidad del pueblo venezolano, cuando terminemos de superar tanto engaño y
tanta traición a la patria.
Las heridas a bala
de Carl Herrera, en Margarita, pueden simbolizar la otra parte del fracaso
moral de la nomenclatura chavista: la delincuencia se disparó desde 1999 y no
ha parado de asesinar, herir, asaltar, robar, secuestrar y extorsionar a
venezolanos y venezolanas, y a no pocos extranjeros que también han caído
víctimas del hampa. Policías (PNB, Cicpc, regionales y municipales) y
componentes militares (principalmente Guardia Nacional Bolivariana y Ejército)
bastante golpeados por la codicia, el robo y la extorsión, son la tapa del
frasco junto con verdaderos mafiosos anidados impunemente en la Fiscalía
General de la República y el Poder Judicial.
El incesante éxodo
de jóvenes profesionales y técnicos especializados con suficiente experiencia
laboral, y universitarios posgraduados que van con sus conocimientos a
cualquier latitud con su mochila de sueños a buscar seguridad e ingresos
apropiados y merecidos, son otra expresión de la crisis que hizo pico en
2014.
A ellas y ellos, especial saludo
venezolanista, deseando su progresivo y pronto regreso a la patria, a
contribuir con nuestro desarrollo futurista, soberano y solidario con
condiciones justas de remuneración, empleos justos y seguridad personal y
familiar. Son parte inextricable del futuro de la patria, y así debe ser
reconocido por instituciones públicas y privadas, que no pueden seguir sub
pagando el talento nacional.
El pueblo
venezolano debe empinarse por encima del pesimismo generado por un gobierno
fracasado y una oposición irresponsable que trata de ocultar sus miserias con
espejismos políticos cargados de violencia criminal e irracionalidad. Debemos
cambiar profundamente, superar las mezquindades y miserias del cepo
chavismo-antichavismo, cuya arma principal es la polarización.
2015 será un año de
retos, dado el alto nivel de dificultades, pero será también un escenario de
opciones, si encontramos las fortalezas cognitivas, la valentía para romper la
rutina polarizante, y la responsabilidad social y personal suficiente como para
emerger con decisión de triunfo frente al bipartidismo del siglo XXI.
Les adelanto mi
abrazo fraterno, con optimismo y grandes deseos de éxito, autoestima y bondad
al servicio de nuestro pueblo para el desarrollo equilibrado, eficiente y
solidario de esta patria de libertadores y luchadores y luchadoras por el bien
común. ¡Feliz año 2015!
·
LA GRAVE SITUACIÓN AL SUR DE GUAYANA incluye la corrupción de oficiales del Ejército que
extorsionan a los mineros obligándoles a entregarles parte del oro extraído en
zonas de Guasipati, El Callao, Tumeremo, El Dorado y Santa Elena.
·
UN CASO DENUNCIADO ES EL DEL “CHINGO” GONZÁLEZ, teniente, quien con su tropa en alcabalas móviles
“cobra” a los mineros entre cien y trescientas “gramas de oro” (así se expresan los mineros), cuyo
valor aproximado es de 5.000 bolívares por gramo.
·
ESTE OFICIAL CORROMPIDO cuenta con intermediarios civiles que despliegan un
plan extorsivo amenazando a los mineros a nombre “del general”, refiriéndose al
comandante de la brigada de Ejército acantonada en la zona minera, pero se sabe
que el alto oficial no hace parte de las acciones extorsivas.
·
UNA DECIDIDA LABOR DE INTELIGENCIA MILITAR debe ser ordenada para desmantelar la incipiente
corrupción militar en el sur de Guayana, donde se ha multiplicado la minería
ilegal, “destructiva y anárquica”, a cargo de unos 150.000 mineros.
·
LA CODICIA ES UN POTENTE MOTOR para la corrupción de funcionarios regionales,
policías y militares en Guayana, lo que involucra a altos cargos de la
gobernación y la policía regional junto a familiares y otros testaferros en la
cadena delictiva.
·
MINEROS EXTORSIONADOS denuncian que “el alcalde actúa con los malandros,
asfaltó la carretera para las minas de su papá y está metido en Las Vainitas
con ‘El Gordo’ y su hijo”.
·
TODO ESTO OCURRE MIENTRAS MINERVEN FRACASA por el desmantelamiento de sus instalaciones
industriales desde que pasó a manos de Pdvsa Industrial. Su producción está en
mínimos históricos. Con unos 6.000 trabajadores, la empresa carece actualmente
de explosivos, cal y cianuro, porque “Minerven no paga a sus proveedores”.
·
MINERVEN PRODUCE APENAS “8 KILOGRAMOS DE ORO” semanalmente, cuando tiene capacidad para moler 700
toneladas de material bruto por día, con una recuperación de oro de entre 11 y
32 gramos por tonelada.
·
ESTE DESBALANCE PRODUCTIVO DE MINERVEN tiene un componente de torpeza administrativa y
gerencial que ha llevado a la empresa al foso, seguramente la única empresa del
oro quebrada en el mundo; pero también estaría siendo atacada por el flagelo de
la corrupción, pues expertos consideran que se estaría produciendo una masiva
fuga de oro mediante sub declaración de producción en el espeluznante orden de
50 % o más: “Dependiendo de la zona y tipo de material, una tonelada paga 32
gramos de oro, pero dicen que paga 8 o 10 gramos”.
·
LA PLANTA PERÚ DE MINERVEN ha sido desmantelada, y la de Las Cristinas “está paralizada”, mientras
corre un contrato por 18.000 millones de dólares con el consorcio chino Citic
Group, para el estudio de reservas de oro y minería en general de Venezuela. Los
estudios del oro ya están realizados por CVG-Minerven, desde hace décadas.
·
LA FUGA DE ORO DE GUAYANA se produce en forma masiva hacia el exterior,
estimando los entendidos que las mafias tienen rutas aéreas y acuáticas
ilegales hacia Colombia, Brasil, Trinidad-Tobago, Inglaterra y España, entre
otros destinos, por lo que de las 30 toneladas de oro que realmente se producen
cada año, apenas una fracción llega a las arcas del Banco Central de Venezuela.
No exagero al afirmar que este aciago cuadro nos coloca ante “el desastre del
oro”.
@manuelisidroXXI
* Ex presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela
* Licenciado en Comunicación Social - Universidad Central de Venezuela
* Especialista en Ciencia Política - Universidad Simón Bolívar
* Columnista del semanario LA RAZÓN
* Asesor en análisis de entorno político y social.
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