ENTREVISTA / Candidato del GPP a la Alcaldía Metropolitana de
Caracas
Por MANUEL ISIDRO MOLINA
Fotos: LUIS VALLENILLA
Nos encontramos en
la plaza Bolívar de Caracas, luego de sortear las típicas complicaciones del
tránsito automotor capitalino. Sonriente y afable, Ernesto Emilio Villegas
Poljac nos saludó con el típico “¿Qué hubo, vale?” de los caraqueños, dispuesto
a confrontar criterios y temas que le competen como candidato del Gran Polo
Patriótico a la Alcaldía Metropolitana, cargo ocupado sucesivamente por los
también periodistas Alfredo Peña y Juan Barreto, ambos promovidos por el
presidente Hugo Chávez; y el abogado Antonio Ledezma, aspirante a la reelección
con apoyo de la Mesa de Unidad Democrática.
“Me siento como pez
en el agua. Ya estoy muy imbuido del nuevo rol que me corresponde, a pesar de
que no soy un político en términos tradicionales como lo entiende la gente, aunque
todos somos políticos en tanto que miembros de la Polis”.
-¿Dónde te sientes mejor, en Libertador o en Baruta,
El Hatillo y Chacao?
-En cualquiera de
esos lugares… Por supuesto, aquí en Libertador y en esta plaza Bolívar, éste es
mi pateadero, trabajé tres años como director de Ciudad Caracas, pero esta es
una Caracas metropolitana que debe ser para todas y para todos. Tenemos que
sentirnos en casa.
-Su objetivo como candidato del Gran Polo Patriótico
es derrotar al actual alcalde metropolitano. ¿Cree que eso es factible?
-El objetivo es
abrirle las puertas al futuro al Área Metropolitana de Caracas, dejar en el
pasado a esos representantes de la vieja política con la que no quieren nada ni
los chavistas ni siquiera buena parte de los antichavistas. Es necesario
abrirle las puertas al futuro, y yo pongo mi juventud, mi dinamismo, mis ganas
de trabajar, capacidad de coordinación, de diálogo, de entendimiento a favor de
ese objetivo.
-¿Está en boxeo de sombra, entonces, como si no
existiera el otro?
-No, por supuesto
que existe. Yo estoy contento de que ese otro exista, porque desde el punto de
vista histórico y político para mí es un verdadero placer confrontar con la
encarnación de todo aquello contra lo cual insurgió Chávez y contra lo cual está
ganada la absoluta y total mayoría del país.
-¿Cuáles son los elementos más demostrativos de ese
alto contraste entre Villegas y Ledezma?
-Primero, que el
actual alcalde metropolitano es la reencarnación de lo peor de la “Cuarta
República”. Aparte, desde que yo tenía cinco años de dad, ese señor está
ejerciendo cargos públicos. Cuarenta años bastan. Y en mi caso, soy un
ciudadano común y corriente, que ha ejercido su profesión durante veinte años y
que la historia lo puso en posición de ejercer responsabilidades públicas.
-Pero no es “corriente” ser ministro del presidente
Chávez…
-No, no es
corriente, por supuesto, pero yo fui llamado a ser ministro del nuevo gobierno
de Chávez. No hay que olvidar eso, él me llama después del triunfo del 7 de
octubre de 2012, para formar parte del gabinete del golpe de timón. Mi propia
designación como ministro, en su momento, fue llamativa porque precisamente no
soy expresión tradicional de la política.
-¿No se lo esperaba?
-En absoluto.
-¿Cómo afectó la marcha de ese “nuevo gobierno” el
mensaje del 8 de diciembre del presidente Chávez, prácticamente su despedida y
testamento político?
-Imagínate. Eso fue
lo que llaman en el cine un “blogpoint”, cuando la película adquiere un nuevo
giro. Ahí comenzó la tarea de completar la obra de Chávez, porque él ahí trazó
el camino de la paz, al decir que su decisión firme, plena como la luna llena,
absoluta y total era que eligiéramos a Nicolás Maduro como Presidente de la
República. Si uno rebobina la película, se acuerda de muchas voces en todas las
aceras de la política venezolana, que asociaban a la eventual desaparición
física de Chávez con un escenario de violencia incontrolada, es decir, la
matazón. Y logramos construir el caino de la paz con esa clave básica que dio
Chávez, y con el manejo posterior de la enfermedad, su desenlace fatal y la
elección del presidente Maduro. Funcionaron las instituciones y la
Constitución. Chávez fallece siendo Presidente, fallece en el país, y la
Constitución funciona y aquí estamos, casi un año después, a las puertas de una
elección municipal, que es continuidad del proyecto constitucional de 1999.
-Casualmente, esa elección de alcaldes y concejales va
a ser un año después de la despedida de Chávez…
-Sí, exactamente. A
un año de aquella proclama, nosotros vamos a continuar haciendo letra viva a la
Constitución, y eso es un logro importantísimo de la sociedad venezolana toda.
Debemos felicitarnos que a pesar de la locura que se apoderó de un liderazgo
irresponsable, después de la elección del 14 de abril, a pesar de todo, los
venezolanos de paz logramos derrotar los planes de la violencia. Estoy seguro
de que seguiremos obteniendo victorias con la paz y por la paz.
-¿Cuál es su principal punto de apoyo, como candidato?
-La gente, el
pueblo. Yo siento que esta candidatura ha generado una gran receptividad, pero,
por supuesto, ser el candidato de Chávez es un piso importantísimo. Y a eso se
le agregan las cualidades personales de cada candidato.
-¿Y ser el candidato de Maduro?
-También, porque
ser el candidato de Maduro es ser el candidato de Chávez.
-¿Y ser el candidato de gobierno?
-También.
-Se critica que los candidatos del Psuv y el GPP se
recuestan mucho de los recursos públicos, las instalaciones, incurren en
peculado de uso…
-Eso se lo dicen a
los candidatos de la revolución, aquellos que no miran al alcalde metropolitano
haciendo campaña con recursos públicos, regalando poncheras, tanques; y al
resto de los consentidos del establishment político-comunicacional haciendo lo
propio también con recursos públicos. Pero, en algunos casos se tiene una vara;
y en otros, otra.
-¿Mal de muchos, consuelo de tontos?
-No. Yo quiero
hacer es una campaña con la gente. Me ven a mí con la gente, permanentemente
estoy en contacto con la gente, escuchando. Quiero escuchar. Estoy llegando a
responsabilidades públicas de este tipo, y quiero imprimirle nuevos bríos a una
gestión metropolitana. Caracas tiene muchos problemas que pasan justamente por
la ausencia de una coordinación, que es una de las competencias vigentes de la
Alcaldía Metropolitana. Pero, como el actual alcalde se ha dedicado es a
viajar, conspirar y aspirar a ser Presidente, pues no las ha cumplido. Yo
quiero cumplirlas, porque estoy convencido de que podemos hacer mucho, más allá
de las fronteras político-partidistas. Caracas es una ciudad compleja, diversa,
heterogénea, que requiere un alcalde metropolitano que pueda estar sentado
aquí, en la plaza Bolívar, y también en la plaza Altamira; que pueda entrar a
La Lagunita y al 23 de Enero, para aunar esfuerzos y sumar voluntades.
-¿No fue, más bien, que el presiente Chávez le
arrebató competencias al alcalde metropolitano Ledezma, cuando fue electo? Son
hechos históricos que están ahí, ¿cómo revertir eso?
-Mira, yo no ando
con un retrovisor mirando con nostalgia competencias del pasado. Yo veo hacia
el futuro, y con las actuales competencias este alcalde pudo haber hecho mucho
más, que no hizo. Y además, hay tres condiciones personales que tienen que
estar presentes para el ejercicio pleno de un cargo. Por ejemplo, para hacer
mucho en materia de seguridad, no es necesario revivir a la Policía
Metropolitana, y tener así un elemento que pretenda revivir un golpe de abrol
con esa misma policía. Nosotros debemos sentar en una misma mesa a los jefes
policiales municipales y a los alcaldes para tratar conjuntamente el problema
de la seguridad con el ministerio del Interior, Justicia y Paz. El alcalde
metropolitano debe tener suficiente autoridad moral para hacerlo, y tener
capacidad de diálogo y entendimiento con todos los factores que tienen que ver
con el asunto en el Área Metropolitana de Caracas, independientemente de que ya
no exista la Policía Metropolitana.
-En los últimos doce años, hubo dos alcaldes
metropolitanos electos por el chavismo y uno electo por la oposición: Alfredo
Peña, Juan Barreto y Antonio Ledezma. ¿Cuál es el balance
político-administrativo de este curso de doce años, más allá de las banderías
políticas?
-Mira… Ese balance
debe hacerse a la luz del contexto político respectivo. Nosotros tenemos que
mirar es hacia el futuro. No me estoy planteando el ejercicio de la política
como nostalgia ni pretendo reeditar momentos del pasado. Nosotros ya hemos tenido
un acumulado de experiencia que tenemos que poner al servicio de la ciudad. Lo
positivo que hayamos podido conseguir hasta ahora, potenciarlo; lo negativo, no
repetirlo, corregirlo. Es momento de hacer buena una exigencia que nos hizo el
comandante Chávez en el Consejo de Ministro del golpe de timón: Él nos exigía el
cierre de ciclos; la revolución bolivariana ha sembrado mucho en mucho tiempo,
muchas semillas, algunas han germinado y florecido, y están esplendorosas, pero
hay otras a mitad de camino o que han quedado esperando por el reimpulso. La
etapa que yo pretendo abrir en el Área Metropolitana de Caracas, es de cierre
de los ciclos pendientes, por ejemplo, hacer un balance descarnado de las obras
de la revolución que requieran ser terminadas; una política fuerte de
mantenimiento. Para nosotros es difícil avanzar, si no completamos obras que,
lamentablemente, se han quedado a mitad de camino. Debemos ver dónde hemos fallado en el
mantenimiento de obras y servicios, soluciones que si no se mantienen en el
tiempo se convierten en problemas.
-¿En la eventualidad de su triunfo el 8D, cómo hará
para bien relacionarse con gobernantes de oposición en el este de Caracas, el
gobernador Henrique Capriles y los alcaldes municipales?
-Por un lado, es
bueno que tengamos en cuenta eso, porque hoy día, un habitante del municipio
Sucre, por ejemplo, tiene en su realidad cotidiana un alcalde municipal, un
alcalde metropolitano y un gobernador del mismo color político, los tres de un
mismo sector. ¿Eso ha redundado en la mejora de calidad de vida de esos
habitantes? Nosotros estamos postulando a los mejores candidatos en los cinco
municipios; pero de resultar electo un alcalde de una tendencia política
distinta, pues también deberá incorporarse a una dinámica de convergencia para
trabajar a favor de la ciudad, si tiene la disposición de hacerlo en forma
positiva, constructiva.
-¿Y con la Gobernación?
-Lo mismo con la
gobernación de Miranda: Los habitantes de la Caracas Metropolitana de los
municipios mirandinos, extrañan la presencia de la policía de Miranda,
pareciera que no existen; al menos la de Sucre está pintada en cartón, pero la
de Miranda no está ni en cartón. Nosotros, si es en positivo, queremos
incorporar a todos quienes desde el sector público y del privado, como del
movimiento popular, los movimientos sociales, el poder popular, quieran
contribuir. En buena medida, el éxito de la gestión de un alcalde metropolitano
está en su capacidad de articular esfuerzos de todos los sectores, y yo voy a
desplegar todas mis capacidades en esa dirección.
-¿Cómo articular con el gobernador Capriles, si él
mantiene su desconocimiento al presidente Maduro?
-Eso es algo que
nosotros tenemos que mirar muy bien, a partir de esta elección municipal. Esta
es una gran oportunidad para reconocernos, para que el país reconozca su
heterogeneidad. Aspiramos que sea reconocido de todos nuestros candidatos y
serán reconocidos los triunfos de aquellos factores que también los obtengan en
diversas jurisdicciones. Tenemos una
gran oportunidad para reconocernos, pero si van a persistir en su política de
desconocimiento sería verdaderamente lamentable.
-¿Serán un plebiscito, estas elecciones?
-Yo creo que la
gente quiere soluciones de calidad, y poco tiene que ver con el antagonismo
radical que se escucha en aquellos voceros que pretenden minimizar la
importancia de lo municipal, a contravía, por cierto, del discurso de las
descentralización que siempre fue muy celoso de respetar la especificidad de la
realidad de cada municipio. Paradógicamente, los defensores de esa idea de
descentralización, ahora pretenden tirarla al cesto de la basura y llevar esta
elección municipal a otro terreno. En este caso, en particular, quiero llamar
la atención sobre el mal negocio que ese esquema ha representado para los
habitantes de varios municipios de Caracas, porque han elegido alcaldes por
antichavistas, y se han tenido que calar a pésimos alcaldes porque su discurso
político no se ha traducido en buena gestión. La gente, lo que aspira es
gestión, solución de calidad para sus problemas.
-La Alcaldía Metropolitana tiene una especie de
medianía, porque no es gobernación, no
es municipio, no es gobierno nacional, pero tiene que relacionarse con las
diversas instancias del Estado. Pero, se le agrega el propósito del gobierno
nacional de avanzar con el establecimiento de las comunas, el estado comunal.
¿Cuál tipo de relación visualiza hacia los consejos comunales y las comunas?
-Yo me propongo
darle todo el apoyo posible a los consejos comunales y las comunas, y potenciar
la capacidad de la Alcaldía Metropolitana para apoyar a la organización
popular, a la organización vecinal, a las iniciativas de los ciudadanos y ciudadanas.
Y esto es válido para los consejos comunales en la parroquia Sucre (Libertador)
y para cualquier urbanización del municipio Sucre. Siento que la gestión
ciudadana de iniciativa socio-productiva y de construcción de obras, por
ejemplo, es una gran oportunidad que ofrece este modelo que se está
estableciendo. Los recursos, en muchos casos, son más rendidores, con
aplicación más rápida y eficiente cuando los administran y ejecutan un consejo
comunal, que cuando hay una cadena de intermediarios lucrándose con una obra.
Esa es una de las líneas importantes que debemos marcar al inicio de la
gestión, sin menoscabo de la naturaleza coordinadora de la Alcaldía
Metropolitana.
-¿Y con el problema del tránsito y los
embotellamientos?
-En materia de
movilidad, vamos a presentar un plan de movilidad para todas y todos, que
atraviesa el Área Metropolitano de Caracas. No podemos concebir algo
fraccionado, como un “Plan pico y placa” en un solo municipio. Si no tienes una
política coherente de movilidad, te tropiezas con fronteras como si estuvieses
en un país distinto.
-¿La solución no pasa más allá, por Vargas, los altos
mirandinos…?
-Exacto, me
quitaste la palabra de la boca…
-¿…el Tuy, Garenas-Guatires?
-Hoy día, el Área
Metropolitana de Caracas conforma una unidad más grande que es la llamada
Región Metropolitana. Son en realidad diecisiete municipios: Los 5 municipios
metropolitanos, más altos mirandinos, valles del Tuy, litoral central y
Guarenas-Guatire, que tienen una relación de interdependencia. Por eso, uno de
los deberes del alcalde metropolitano es coordinar también con esos alcaldes de
municipios circunvecinos, para que tengamos una política metropolitana, que los
incorpore a ellos. Hoy día, es inimaginable una Caracas Metropolitana que no
esté concertada con ese entorno de Miranda y Vargas. Tenemos que tener
políticas comunes en movilidad y con el establecimiento de “estacionamientos
disuasorios” para que muchos vehículos no tenga que atravesar Caracas. Igual,
con el turismo: Una mancomunidad turística con el estado y la alcaldía de
Vargas es indispensable.
-¿Cómo y dónde discutir esa Gran Caracas de los
próximos cincuenta años?
-Lo que falta es
comprensión política y del momento en que estamos. Yo creo que estamos en un
momento para eso. Además, hay un hastío generalizado del antagonismo per sé, en áreas que debería estar a
salvo de ese antagonismo: Movilidad, turismo, la política del agua, el derecho
a la ciudad, un océano de cosas donde podríamos conseguir un piso mínimo de
confianza para entendernos.
-¿No están, más
bien, obligados?
-¿Quién está
obligado?
-Todos los gobernantes…
-Sí, claro,
estaremos obligados a hacer porque además, el alcalde metropolitano tiene que
entender que tiene bajo su gobierno una Caracas Metropolitana muy diversa. Tú
no puedes tener un alcalde metropolitano que tiene en su cabeza una plaza
Altamira, todavía enganchado en tumbar a Chávez, tumbar a Maduro, y ser
Presidente. Eso no le ha servido a la ciudad. En cambio, una persona que tenga
la capacidad de ver a la ciudad desde su complejidad, trate de aceptar que la
ciudad es la gente, no es solo el cemento, los hierros, los carros; entonces
entiende que tienes responsabilidades con unos caraqueños que ni siquiera duermen
aquí. Los hombres y mujeres del entorno que trabajan en Caracas, de alguna
manera son caraqueños también. Y a esos caraqueños, aunque no voten en nuestro
municipios, tenemos que tenerle una política.
-¿Cuál es el llamado que le hace a los electores y electoras
de los cinco municipios capitalinos, para el 8D?
-A votar por
soluciones de calidad, que vayan a mejorar la calidad de vida de todas y todos;
que tengan presente la calidad humana de los gobernantes. Podemos apostar a la
violencia o a la paz: Yo apuesto a la paz y a la estabilidad, para la solución
de los problemas. Con un marco de inestabilidad y mayor antagonismo, no se van
a solucionar los problemas económicos que estamos confrontando, ni la guerra
económica ni los problemas económicos. Tenemos la oportunidad de escoger entre
la paz y la violencia, y yo ofrezco la paz.
-¿Cómo se siente en relación a las encuestas
conocidas? ¿Está nervioso, está confiado?
-Peligrosamente
bien… jajaja!
PERFIL
Licenciado en Comunicación Social de la UCV, donde también
cursa Derecho
En Venezolana de Televisión condujo
los programas En Confianza, Despertó Venezuela y Toda Venezuela
Premio Nacional de Periodismo en tres
ocasiones: Mención, Informativo Impreso (2002), Opinión Televisión (2006) y
Especial Periodismo de Investigación (2010)
Obras: El terrorista de los Bush (2005) y Abril, golpe adentro (2010).
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