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| Profesor Francisco de Jesús Simancas. |

El Concejo Municipal de Valera distinguió postmorten al profesor Manuel Isidro Molina Gavidia como «Hijo Ilustre de Valera». 
La presidenta del Concejo Municipal de Valera, Andreína Vielma, y los concejales integrantes de la Cámara Municipal, encabezaron la Sesión Especial junto con el alcalde Alfredy Moreno.

Manuel Isidro Molina Peñaloza, el alcalde Alfredy Moreno, José Rosario González y Francisco de Jesus Simancas junto con Ricardo Molina Peñaloza, ministro de Ecosocialismo.
Especial referencia debo manifestar ante la feliz presencia de los hijos de Manuel Isidro Molina y otros familiares: nuestros queridos amigos Fidelina Molina de Hidalgo, el Dr. Manuel Isidro Molina (Hijo) y el Dr. Ricardo Molina. Por supuesto, debemos disculpar la no presencia, por razones de salud, del hermano mayor de la familia Dr. Nerio Molina.
Al margen del pequeño preámbulo anterior quiero manifestar que en lo particular me siento muy emocionado de estar asistiendo a esta convocatoria, no solo en mi condición de valerano, sino porque cada uno de nosotros, al hacerle este reconocimiento a Manuel Isidro, estamos asumiendo que difícilmente podríamos perder nuestra raíz, nuestra identidad trujillana y valerana. Y, además, porque reconocimientos como el de hoy nos demuestran que en nuestro país estamos muy lejos de que perdamos el Alma, tal como puede estar sucediendo con quienes están añorando una invasión armada extranjera que violente la soberanía de nuestro territorio patrio.
Esa alegría que nos reconforta esta mañana, con seguridad la deben estar sintiendo en otro plano personas muy amadas y queridas por Manuel Isidro, en especial Maura Peñaloza de Molina, su querida esposa y hacedora permanente de sus vivencias por años. Si no todos, un gran porcentaje de las personas reunidas acá saben que al homenajeado y cumpleañero se le celebra por su quehacer multifacético en su vida, bien sea como hombre de familia, deportista, profesor y dirigente político. Como trabajador sin cansancio y emprendedor en el mundo de la radiodifusión y el periodismo, con grandes logros en el mundo profesional y académico que acrecentaron el tecnicismo en la ciencia comunicacional y sus contribuciones en el área de Periodismo Científico, al lado del pionero del mismo, el periodista Arístides Bastidas. Testigo presencial fui de esas tertulias, a las cuales se sumaban periodista como Eleazar Díaz Rangel, Héctor Mujica y Rafael Ramón Castellanos, entre otros. Además de ascender por los diversos Escalafones en la Academia Universitaria, por su esfuerzo, sus enseñanzas y creaciones propias en el transcurso de su vida profesoral en la UCV, al frente de diversas asignaturas, como Diagramación y la invención de una regla para medir el ancho de las columnas y la longitud de una página, así como la altura de los tipos de letras, conteniendo también las unidades en centímetros, picas y otras medidas usadas en tipografía. Podríamos añadir también, su apoyo permanente a otras casas de estudio en diversas regiones de nuestro país, tal como lo hizo con la Escuela de Comunicación Social del Núcleo Táchira de la Universidad de los Andes, tal como lo afirma el Dr. Ramón González Escorihuela, ex Vicerrector del Núcleo Táchira de la Universidad de Los Andes "Dr. Pedro Rincon Gutiérrez", cuando afirma que él «colaboró mucho con nosotros en la creación y los primeros años de la Escuela de Comunicación Social»; donde, de manera desinteresada, dictó su famosa Cátedra de Diagramación y la de Periodismo Científico.
En fin, en Manuel Isidro podemos ubicar invariables razones para que se le reconozca como uno de los más excelsos hijos de Valera, no solo por su contribución al país y su terruño, sino también por su valentía en la lucha política al confrontar la dictadura de Marcos Pérez Jimenes, razón por la cual fue expulsado de nuestro Estado y tuvo que ausentarse de esta ciudad en 1952, tal como aconteció durante los gobiernos de la IV República con muchos jóvenes, para salvaguardar su vida. Este homenaje también deberíamos asumirlo como un reconocimiento a esos hombres y mujeres que, dirigidos por el homenajeado, como jefe del PCV en Valera, participaron en la lucha anti perezjimenista en los años 50. Lucha que continuaron más tarde, sin bajar nunca su orgullo de sentirse defensores de los sectores más desasistidos de nuestra población, de sus exigencias sociales y primeros combatientes dispuestos a entregar su vida en defensa de nuestra Patria y las Glorias de Bolívar y nuestros Libertadores; y en contra de las barbaries cometidas en contra de nuestro pueblo a partir de la llegada a la Presidencia de Venezuela, en 1958, y en décadas posteriores, los gobiernos de la 'Ancha Base' o la 'Guanábana', encabezados por Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Rafael Caldera I, Carlos Andrés Pérez I y II y Luis Herrera. Dentro de ese grupo de hombres valientes podríamos mencionar, además de Manuel Isidro, entre otros, a Efrain Araujo, Manuel Parra, Juan Ramón Araujo, Carlos Pineda, Antonio Osechas Rafael Betancourt, 'Chichilin', Juana Montilla. Ellos y muchos otros merecen mucho más que una placa que rescate su memoria en la llamada Plaza de los Ilustres Hombres y Mujeres de Valera.
En ese continuo que fue su vida política, a Manuel Isidro Molina también lo pude observar, en mis años de adolescencia media y tardía, como pionero y militante juvenil, en sus funciones de contacto entre la Dirección Nacional del PCV y los órganos de conducción política de ese nuestro Partido a nivel local. Asimismo, de su reconocimiento e inclusión en el Comité Central del PCV a raíz de la realización, en Caracas, del III Congreso en 1961. De igual forma, se le veía como la referencia más importante de los muchos valeranos, militantes comunistas, residentes en Caracas por diversos motivos.
Además de estas pequeñas pinceladas con relación al compromiso y vida ejemplar de Manuel Isidro Molina, quiero referirme a uno de sus últimos ejemplos: en la década tormentosa de 1960, lucha armada en Venezuela por el rescate de la democracia y el respeto de los derechos humanos, el Partido Comunista convoca a la realización de dos Plenos de su Comité Central en los años 1965 y 1967. En el primero (VII Pleno) se asoma la posibilidad de una reinserción de la práctica política del partido por la vía de los canales legales, constitucionales. Discusión teórica que más tarde será conocida como la 'Paz Democrática", proposición que sería aprobada en el VIII Pleno del Comité Central del PCV, luego de traumáticas discusiones internas y desgarradoras divisiones y confrontaciones con aliados internacionales. En el marco de esas discusiones, se convoca en Valera un Pleno Interregional en donde asistirían obligatoriamente delegados de varias regiones del occidente del país. Entre los delegados estaban muchos de los viejos militantes valeranos antes mencionados, y por casualidad, Pedro Coronado y quien les habla, pero procedentes de otras regiones. Nuestra sorpresa: la reunión la dirigía el miembro del Comité Central del PCV, camarada Manuel Isidro Molina.
Resumiendo, podemos aseverar que la persona descrita en tan breves palabras solo fue un hombre dedicado a su familia, a sus amigos y defensor de su país, de los humildes. Un hombre dedicado a su profesión y la Academia Universitaria. Un conductor de su gremio periodístico, la Asociación Venezolana de Periodistas y más tarde reconocida como Colegio Nacional de Periodistas, un verdadero emprendedor en diversas actividades humanas. Pero, no solo eso; también fue, no poca cosa, un verdadero y auténtico revolucionario. Diría el comandante Hugo Chávez, un auténtico inconforme que rechazó los privilegios que ofrece todo poder por encima del miedo, la comodidad y los placeres que brindan los conglomerados de la prensa burguesa o la protección dadivosa de los partidos que responden a la defensa del neoliberalismo.
¡HONOR Y GLORIA A MANUEL ISIDRO MOLINA GAVIDIA!
Francisco de Jesús Simancas
Valera, 10 de diciembre de 2025
¡HONOR Y GLORIA A TODOS LOS HOMBRES Y MUJERES PRECURSORES DE LAS IDEAS SOCIALISTAS EN VENEZUELA!

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