miércoles, 29 de octubre de 2014

Emergen secretos de la conspiración EEUU-Arabia Saudita contra precios petroleros

Trascienden detalles de un nuevo acuerdo secreto entre Arabia Saudita y EE.UU. llamado a destruir Siria y el grupo terrorista Estado Islámico por medio del petróleo y el gas.
El acuerdo implica el control del petróleo y del gas de toda la región y el debilitamiento de Rusia e Irán mediante 'las inundaciones' del mercado mundial con petróleo barato de Arabia Saudita, afirma el escritor y analista en temas de petróleo William Engdahl en un artículo en el portal Global Research.

El 
drástico colapso de los precios del crudo está siendo causado deliberadamente por los saudíes, los mayores productores de la OPEP, afirma Rashid Abanmy, presidente del Centro de Política Petrolera y Expectativas Estratégicas de Arabia Saudita, con sede en Riad.

La mayoría de los analistas declara que la razón principal de la política de mayor producción del crudo árabe es conquistar el mercado, pero el verdadero objetivo de tal política es, según Abanmy, presionar a Irán sobre su programa nuclear y a Rusia para que deje de apoyar al Gobierno de Bashar al Assad en Siria.


El acuerdo secreto Kerry-Abdalá
El 11 de septiembre, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se reunió con el rey saudita Abdalá bin Abdelaziz en su palacio en el mar Rojo. Al encuentro también asistió exjefe de la inteligencia saudita, el príncipe Bandar.

El resultado de la reunión fue el acuerdo de apoyo saudita a los ataques contra el Estado Islámico en Siria a cambio de apoyo de Washington a los saudíes para derrocar al Gobierno de Al Assad, un fuerte aliado de Rusia, y también asestar un golpe 'de facto' a Irán, un Estado que obstaculiza a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos asumir el control del emergente mercado de gas natural, y 
destruir el beneficioso comercio de Rusia y la Unión Europea. 


Implementación práctica del acuerdo
Una de las anomalías más raras de la reciente campaña de bombardeos de Estados Unidos y sus aliados, supuestamente contra el Estado Islámico, es el hecho de que con la gran guerra que asola a la región petrolera más rica del mundo, el precio del crudo siga cayendo en picado.

Desde junio, cuando el 
Estado Islámico tomó rápidamente la región rica en petróleo de Irak alrededor de Mosul y Kirkuk, el punto de referencia, es decir el precio del crudo marca Brent, cayó un 20%. Sin embargo, la demanda diaria mundial de petróleo no ha descendido en un 20%.

Lo que ha sucedido es que el viejo aliado de Estados Unidos dentro de la 
OPEP, el reino de Arabia Saudita, ha estado inundando el mercado con petróleo con enormes descuentos, lo que ha provocado una guerra de precios dentro de la OPEP, con Irán siguiendo el ejemplo saudita y el pánico en los mercados de futuros de petróleo.

Los sauditas están dirigiendo sus ventas con descuentos a Asia y, en particular, a su principal cliente asiático, China, donde están ofreciendo su crudo a tan solo 50-60 dólares por barril en lugar del precio anterior, de alrededor de 100 dólares.

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