lunes, 9 de marzo de 2015

Amenazas de Obama escalan posibilidad de agresión bélica contra Venezuela


MANUEL ISIDRO MOLINA

La "orden presidencial" de Barack Obama contra Venezuela reviste alta peligrosidad por el serio riesgo de agresión militar que implica el habernos declarado "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos".

Esta desmesura del presidente Obama tiene aliento imperialista, cuyas consecuencias pueden ser más serias, destructivas y genocidas de lo que pueden imaginar los opositores más asociados a las políticas estadounidenses y neoliberales que identifican a la ultraderecha latinoamericana, europea y mundial. Las experiencias de Cuba, Granada, Dominicana y Panamá dan cuenta de las posibilidades de una agresión imperialista contra Venezuela. Y el tono mismo del comunicado de Washington, coloca a Estados Unidos en la disyuntiva de atacar o hacer el ridículo, como potencia mundial.

Obama, al declarar en "emergencia" a Estados Unidos ante Venezuela, abre las puertas a una acción bélica desastrosa, material y humanamente para Venezuela; y política y diplomáticamente para Estados Unidos, y personalmente para el mismísimo Barack Obama, guerrerista "Premio Nobel de la Paz" (2009), quien ya acumula un prontuario internacional de guerra contra diversos países.

Será clave la reacción inmediata del presidente Nicolás Maduro, quien tiene sobre sus hombros llevar adelante a la nación en la crisis internacional más grave que hayamos tenido en los siglos XX y XXI, pues nunca antes hubo posibilidad cierta de una agresión militar de Estados Unidos contra nuestra soberanía e integridad territorial.

Nuestro rechazo absoluto a las amenazas de Obama. Pido mesura y firmeza, por parte del presidente Maduro, el gobierno nacional y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, junto a la inmensa mayoría del pueblo venezolano, que no escatimará esfuerzos decisivos para enfrentar exitosamente una posible agresión imperialista, por encima de nuestras naturales y necesarias diferencias políticas o ideológicas.

Nos acompañará la solidaridad mundial y especialmente latinoamericana y caribeña, así como la del Grupo 77+China y los Países No Alineados (120), que hacen mayoría en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Su Consejo de Seguridad, del cual Venezuela es actualmente y por dos años, miembro no permanente, seguramente será escenario del debate mundial sobre la alocada agresión imperialista de EEUU contra nuestro país. En nuestro ámbito regional, la OEA seguirá languideciendo, mientras Venezuela seguirá cosechando apoyos plurales en la Celac, Unasur, Mercosur, Alba y Caricom, es decir todo el continente americano, excepto Estados Unidos y Canadá, país adscrito al poder imperial de Gran Bretaña y estrecho socio para invasiones y ataques bélicos de todo orden, junto con Australia y Nueva Zelanda, todos parte del eje anglosajón que controla al imperio capitalista mundial, y coacciona a la Europa continental, hoy subyugada por el eje anglo-estadounidense, para arremeter con el poder de fuego de la OTAN contra cualquier punto del planeta.

Esta grave situación amerita máxima atención del pueblo venezolano. Independientemente de las diferencias que podamos tener entre nosotros, lo cual es naturalmente válido, ante esta seria amenaza de agresión imperialista, debe privar la mayor unidad en defensa de nuestra soberanía, integridad territorial y paz de la República.


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