MANUEL ISIDRO MOLINA
El gobierno del presidente Nicolás Maduro luce
acorralado, inmóvil, sin capacidad de respuesta ante los graves problemas
acumulados social y económicamente, absurdamente concentrado en sus aborrecibles
prácticas de abuso de poder y constreñimiento de los derechos políticos
constitucionales de un pueblo que defiende la paz de la República, pero que es
capaz de lanzar su furia a riesgo de la represión policíaco-militar instaurada
al son de insultos y otras insensateces.
Nada indica que el Psuv pueda remontar la cuesta. Más
que cuesta lo que tiene que superar es un foso histórico que humilla a sus
líderes con más del 80 por ciento de rechazo activo de la población, una
tendencia irreversible, alimentada hoy por los llamados “chavistas críticos”
que siguen atados a los postulados de Hugo Chávez, pero culpan a Maduro y su
gestión de todos los males habidos y por haber.
Crece el desencanto popular frente a la escasez, el
acaparamiento, la especulación, el “bachaqueo” y en general, la carestía
insólita de la vida. Los ingresos familiares –salarios, bonos, pensiones y
asignaciones públicas de sobrevivencia- se han vuelto casi nada por el
insolente costo de la vida, y la insoportable humillación en las colas para
adquirir unos pocos productos subsidiados, que no alcanzan ni para dos días de
alimentación familiar.
La tozudez autoritaria los ata al foso. Carentes de
respaldo popular mayoritario, gobierno y Psuv han escogido el peor de los
caminos: represión, abuso de poder institucional (Ejecutivo, Judicial y
Electoral). Creen que lograrán algo distinto a su salida del poder. Se
equivocan, es cuestión de tiempo, conciencia y paciencia.
Obstruido el referendo revocatorio presidencial por el
Consejo Nacional Electoral -cuyas cuatro rectoras jugaron a la obediencia en
vez de garantizar la única opción constitucional que puede abrir cauces de
reconstrucción y debate sobre opciones distintas a los trasnochados postulados
del estatismo autoritarista (Psuv) y del neoliberalismo pro imperialista
(MUD)-, el panorama político venezolano se empequeñece. Por su obediencia
supina a las imposiciones autoritarias del Psuv, las rectoras son parte de la
crisis institucional fraguada.
El decadente poder Maduro-Cabello-Psuv carece de
perspectivas positivas por sus inconsistencias, corruptelas y desafueros
autoritarios. En el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)
también crecen la inconformidad y las dudas sobre el camino del autogolpe
escogido, sin referendo ni elecciones en 2016 y opacidad total para 2017, algo
insoportable. Sin pueblo y sin FANB, muy poco podrán lograr. Sigamos
defendiendo la paz con inteligencia y conciencia, siempre a favor de los
derechos del maltratado pueblo venezolano.
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“LO PEOR PUEDE ESTAR POR VENIR”, según productores agropecuarios venezolanos que me han venido
suministrando cifras y previsiones consistentes desde junio de 2015, que
lamentablemente no han sido tomadas en cuenta por el presidente Nicolás Maduro,
quien le ha creído más a sus cuenteros y/o tracaleros ministros del gabinete
económico, responsables del caos devenido en la etapa Chávez-Maduro.
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EN EL CASO DEL MAÍZ, “el consumo anual es cercano a los 4,5 millones de toneladas, pero en
2015 solo se produjeron 1,5 millones, la cifra más baja desde 2002, cuando hubo
una producción de 1,4 millones de toneladas. Durante 13 años, Venezuela fue
autosuficiente en este rubro. Hoy se importa más de 60% de lo que se requiere y
las divisas para comprar en el exterior son escasas”.
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EN 60 AÑOS, “2015 fue el
peor en agricultura. En maíz, ya sabemos que este año va a ser peor. En Barinas
y Guárico apenas se sembró 50% y en Portuguesa 80%. De las 700.000 hectáreas de
maíz que el gobierno tiene previsto sembrar, podemos afirmar que se llegará
apenas a las 400.000”, señala Werner
Gutiérrez, presidente de la Sociedad Venezolana para el Combate de Malezas.
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ABONOS Y
FERTILIZANTES “no se consiguen en las casas comerciales… antes compraba la semilla de
pasto en 2 mil bolívares, ahora la estoy adquiriendo en el mercado informal en
25 mil bolívares el kilo”.
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TAMPOCO SE
CONSIGEN las “vacunas de aftosa, rabia, brucelosis… no se están aplicando debido a
la escasez y son obligatorias”.
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SECUELAS DE “EL NIÑO”: La producción de
cereales “caerá este año en Venezuela hasta situarse en 2,8 millones de
toneladas, por debajo de la media de 3,2 millones de los cuatro años
anteriores, debido a la sequía asociada a El Niño y la crisis económica”, según
la FAO. Este fenómeno (Feb2015-Jun2016) ha causado una
prolongada sequía y menores precipitaciones, reduciendo de forma significativa
la disponibilidad de agua para el regadío. Esto ha
tenido un impacto adverso en los cultivos durante la cosecha de 2015 y ha
reducido los rendimientos. El Niño también disminuyó la cosecha de los cultivos
de la primera temporada de 2016 en Venezuela, principalmente de arroz, que
fueron sembrados hasta finales del año pasado”.
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LA PERSPECTIVA ES “INCIERTA de cara a la segunda estación de arroz que termina a principios de
noviembre. En total, se espera que la producción de arroz
en 2016 se sitúe en 750.000 toneladas, un 10 % menos que el año anterior, cifra
que podría ser revisada. El consumo está estimado en 1.300.000 toneladas. La FAO calcula que entre 2016 y 2017 Venezuela
importará 4,7 millones de toneladas de cereales, frente a los 3,5 millones
entre 2015 y 2016”. Con abundantes devisas el problema del arroz sería
manejable a punta de importaciones, pero la realidad es otra: dólares no hay,
ni habrá, por el estancamiento de los precios internacionales del petróleo y
sus derivados.
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NO HAY POSIBILIDAD
DE MEJORAR EL ABASTECIMIENTO a corto plazo porque “no hay una
política nacional ni acciones coherentes para afrontar ese problema”,
aseguran empresarios del sector alimento que no le ven mucho sentido a “la reunidera con el vicepresidente
ejecutivo y los ministros… se habla y poco se actúa, no se cumplen los
compromisos y la mayoría de las cosas se queda en el camino”.
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PRODUCTOS MANUFACTURADOS seguirán llegando a los consumidores en
lotes insuficientes y con mayores dificultades, debido a “los innumerables
componentes no disponibles para garantizar en cantidad y oportunidad los
procesos industriales”, desde materias primas indispensables hasta empaques.
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EN AGRICULTURA –afirman- “los venezolanos estamos
pagando las desastrosas consecuencias de las gestiones de Juan Carlos Loyo y Elías Jaua, y el
entramado de importaciones fraudulentas a través de conexiones en el exterior,
amigos, familiares y otros compinches durante las gestiones de Manuel Barroso,
Félix y Carlos Osorio, Yofreda y Marco".
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LAS MASIVAS IMPORTACIONES de leche en polvo, maíz, soya, caraota,
trigo, carne y pollo de Argentina, Uruguay, Colombia, Brasil y Nicaragua, entre
otros, deben ser investigadas. Los fraudes fueron gigantescos y sostenidos
durante más de una década, en la que los miserables mafiosos civiles y
militares han gozado de una impunidad pasmosa por la complicidad, el culillo y
la incompetencia de los altos cargos de la Contraloría General de la República,
el Ministerio Público, el Poder Judicial y, por supuesto, el Poder Ejecutivo a
cargo de los presidentes Hugo Chávez Frías y Nicolás maduro Moros.
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LOS MAFIOSOS “ROBOLUCIONARIOS” han victimizado a todo un pueblo, que hoy
les acusa y denuncia por hambre, escasez y carestía de la vida: expropiaciones
irracionales colmadas de abuso de poder, al margen de políticas de Estado
coherentes y trascendentes; control absurdo y discrecional de divisas, control
demencial de precios, matraca permanente en todos los ámbitos de la actividad
agropecuaria, industrial y comercial; más las fraudulentas importaciones
masivas, destruyeron el aparto productivo nacional, cuya capacidad se encogió
gravemente y hoy no alcanza para cubrir ni la mitad de la demanda de 30
millones de habitantes. Ese caos atosiga al pueblo venezolano, lo victimiza, lo
hace famélico, lo enferma y amenaza de muerte, literalmente, por lo que la
reacción aumenta contra el presidente Nicolás Maduro, quien tiene un altísimo
grado de responsabilidad, pero no es, de lejos, el único culpable. Chávez y sus
impunes guisadores cavaron la tumba, y los desatinos actuales y las
persistentes pillerías están vistiendo al muerto, políticamente hablando.
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LA DISNATIA LACAVA “dejó
arruinada a Puerto Cabello, desabastecida y en manos de la delincuencia”,
denuncian vecinos de todas las tendencias políticas. Lo peor, incluso para
chavistas inconformes, es que “la
alcaldía sigue en manos del alcalde Lacava, pues el encargado del gobierno
municipal es esposo de una cuñada” del pudrimillonario ex alcalde. Piden
que Fiscalía y Sebin lo investiguen, pues le asignan “propiedades en Barcelona
(España) y Milán (Italia), así como una lujosa mansión en Colinas de Bello
Monte (Caracas), donde mantiene una colección de lujosos vehículos importados
de diversas países industrializados del mundo.
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@manuelisidro21 - @manuelisidroXXI
* Ex presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela
* Licenciado en Comunicación Social - Universidad Central de Venezuela
* Especialista en Ciencia Política - Universidad Simón Bolívar
* Columnista del semanario LA RAZÓN
* Asesor en análisis de entorno político y social
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