MANUEL ISIDRO MOLINA
Policías extorsionadores del CICPC-Valencia deben ser investigados, destituidos y enjuiciados por sus crímenes. Transcribo las partes más importantes de la denuncia confidencial que me envío una familia victima de esa peligrosa banda:
ENERO DEL 2013. Un día jueves, a finales del mes, 10:20 am., una comisión de siete (7) funcionarios pertenecientes al Eje Brigada de Vehículos, adscrita a la Sub Delegación del CICPC, Plaza de Toros de Valencia, solicitan en una vivienda ubicada en el municipio Los Guayos, al propietario de un vehículo sedan el cual se encontraba para ese momento dentro de un garaje cercano. Una vez contactado el propietario en su casa, los funcionarios le informaron que estaba detenido y que se llevarían el vehículo porque estaba denunciado en estado de abandono. El propietario les comunicó a los funcionario que cómo estaba su vehículo en “estado de abandono” si se encontraba en el garaje de una tía de la esposa, y que él tenía sus papeles en regla, a lo cual le respondieron: “Eso lo conversaremos en la delegación”, y se lo llevaron detenido a él y a su vehículo, previa revisión exhaustiva del carro.
Pasadas dos (2) horas, el padre del detenido se presenta en el CICPC Plaza de Toros, y solicita información sobre su hijo; es atendido por un funcionario y le dice que debe esperar a que el vehículo y el detenido sean pasados por el sistema y posteriormente le informarán. Pasadas ya casi cuatro (4) horas de su detección, el padre insiste y sale un funcionario que se identifica como el inspector encargado de la brigada y le dice al padre: “El vehículo salió sin novedad del sistema, pero le fue hallado un envoltorio de droga en la guantera”. El padre le responde: “El carro fue registrado antes de traerlo, fue revisado hasta dentro del motor, ¿y usted viene a decirme que después de 4 horas, encontraron droga en la guantera?” El Inspector le respondió: “Pero tranquilo, mi don, eso tiene solución, usted consigue en menos de dos (2) horas, 100.000 bolívares y se lleva a su muchacho y su carro”. El padre le responde: “¿De donde cree usted que en 2 horas, voy a sacar 100.000 bolívares?” Y respondió el Inspector: “Vaya y resuelva”.
En menos del tiempo previsto, el padre, con suerte, pudo encontrar 50.000 bolívares con el empeño del vehículo de su hijo, y el funcionario lo aceptó sin más inconvenientes, siendo liberados inmediatamente por instrucciones y de manos del Inspector, el detenido y su vehículo. De esta manera termina este primer capítulo con funcionarios del CICPC corruptos, con licencia para extorsionar y delinquir.
JULIO DEL 2013. Un día viernes, a finales del mes de Julio, aproximadamente a las 08:15 am., una supuesta comisión de cuatro (4) funcionarios (de la misma brigada que participó la primera vez), se presenta nuevamente en la vivienda ubicada en el municipio Los Guayos, y al observar que la vivienda aun se encontraba cerrada (algunos dormían y otros recién se levantaban), los funcionarios saltaron la pared de bloques que colinda con una vivienda, en la que había personas observando, y sin importarles ingresaron al interior de la residencia, comenzaron a golpear puertas y ventanas; al ver a la esposa de Daniel, una funcionaria de manera alterada y grosera le dice: “Maldita, abre la puerta o te matamos los perros” (de raza); la esposa de Daniel, presa de nervios no sabía lo que sucedía y se quedó paralizada; la funcionaria continuaba ofendiéndola y logró introducir su pistola y le apuntó a la cara y finalmente Daniel abrió y los funcionarios entraron inmediatamente a la casa.
Los funcionarios cerraron las puertas y ventanas, y los sentaron a todos en la sala de la vivienda; Daniel, Daniela, Danilo (estudiante y primo de Daniel, que llegó un día antes, para pasar el fin de semana) y los 2 hijos menores de los esposos Daniel y Daniela. Todos angustiados, se encontraban bajo el terror y furia de los funcionarios (3 hombres y 1 mujer), siendo vejados, maltratados físicamente a través de almohadas y cojines; y delante de sus hijos, eran apuntados con pistolas en las sienes, y demandaban la cantidad de 100.000 bolívares en efectivo, para ellos retirarse de la vivienda.
Cuando Daniel les dice: ”Yo no tengo dinero, menos esa cantidad”, un funcionario saca de un koala personal un paquete de color blanco con cinta adhesiva y le dice a la cara a Daniel, que si no buscan el dinero sembrarían la droga e irían presos, y Daniel le pondió: “Me irán a llevar preso, pero yo no tengo ese dinero, yo ya pague la primera vez y solo trabajo, no gano eso”.
La funcionaria junto con otro funcionario de piel moreno, al cual llamó “Tony”, procedió a registrar toda la casa y se apropiaron indebidamente de cuatro (4) celulares propiedad de la familia, y de prendas, perfumes, cremas y relojes que Daniela vende por encargo, como oficio.
Pasadas casi 4 horas de secuestro de toda su familia a puertas cerradas en el interior de su vivienda, Daniel y Danilo son esposados, los sacan y le decían a ambos que iban detenidos por micro tráfico de estupefacientes. Al salir, ya estaban afuera de la residencia los vecinos, que desde el primer momento que llegaron (los policías del CICPC) a bordo de una camioneta pick up, blanca, doble cabina y sin identificación se acercaron a verificar qué pasaba, porque se identificaron como funcionarios pero todos estaban vestidos de civil y la gente confundida por lo que sucedía, pensaron que eran delincuentes comunes que llevaban a cabo un secuestro en la zona.
La gente preguntaba que por qué se los llevaban y ellos respondían que era un allanamiento (sin orden judicial) por drogas (pero nunca hubo acta ni testigos del procedimiento). Antes de retirarse la comisión, la funcionaria se acercó a Daniela, y en voz baja y discreta le decía: “Busca el dinero, mamita, y lo resolvemos en la delegación, tranquila, pero muévete”.
Daniela logra comunicarse vía telefónica, con el padre de Daniel cerca de las 11:30 am., y éste coordina lo que harán, no sin antes citarse en las instalaciones del GAES, del CORE 2, ubicado en la Isabelica. Una vez llegado el padre a la GNB, hace la denuncia ante el GAES a las 12:15 pm., aproximadamente, y vía mensaje de texto alguien le envía el nombre de un funcionario que está detrás de la extorsión de nombre Jaime Gil, Inspector Jefe de la brigada de vehículos del CICPC – Plaza de Toros.
Una vez puesta la denuncia por escrito, un sargento del GAES les indica que deben dirigirse ahora a la Fiscalía N° 13 del Ministerio Público, a denunciar a los funcionarios corruptos, por lo que salieron inmediatamente para ese despacho y formularon igualmente la denuncia. Siendo aproximadamente la 1:45 pm., Daniela recibe una llamada del celular de Daniel, y un funcionario le recordaba que aun estaban esperando el dinero, y que había tiempo para resolver. Daniela le respondió: “Estamos en eso, señor”.
De allí, nos dirigimos a 2 entidades bancarias por separado y solo logramos retirar (por políticas del banco) 40.000 bolívares. Una vez que salimos de los centros comerciales, nos dirigíamos hacia la delegación Plaza de Toros, cuando llamó la funcionaria por el celular de Daniel y le dijo a Daniela: “¿Qué ha pasado?, te estamos esperando, o pasamos a tu marido para adelante”. Ella respondió que en media hora estaba allí, que por favor, esperaran, que había demasiado tráfico.
Una vez que el padre, la madre y la esposa de Daniel llegaron al CICPC, el padre y ella entran y los convidan a pasar por la parte de atrás del edificio… caminando hacia un estacionamiento... Allí, el funcionario le pregunta a ambos: “¿Trajeron el dinero?” El padre le respondió: “Sí, pero ¿quién nos va entregar a Daniel y a Danilo? Esta es la segunda vez que nos hacen esto y esperamos nos dejen en paz”. Y el funcionario le respondió: “Deme el dinero, y le busco a los muchachos”.
El padre miró a Daniela y entre dudas, le entregaron los 40.000 bolívares para el rescate. Al cabo de 15 minutos, salen 2 funcionarios que ya Daniela los había identificado en el secuestro, y les dicen: “Mi don, nos da mucha pena, pero el jefe (Inspector) dice que ya el tiempo se cumplió, que tuvieron todo el día para entregar el dinero, ya no hay nada que hacer. Lo lamento”. El padre indignado le preguntó por su dinero; y sus familiares, pidiendo hablar con su jefe, y entre preguntas y respuestas de Daniela, el padre y los 2 CICPC, al funcionario de piel blanca “catire” se le sale de manera involuntaria la expresión: “El inspector ‘Gil’ ya tomó la decisión, saquen a sus familiares por tribunales”.
NOTAS RELEVANTES DEL CASO:
· Para la presente fecha; 14-12-2013, DANIEL se encuentra privado de libertad injustamente con el cargo de posesión de droga (32 gramos) y micro tráfico de drogas y recluido en el Penal de Tocuyito, previa audiencia preliminar y esperando los lapsos de Ley para su Juicio.
· DANILO (primo) fue presentado con el cargo de consumidor y posesión de droga (2 gramos), siendo liberado el día de su presentación ante los tribunales.
· DANIEL fue “secuestrado” junto a su familia por más de 6 horas aproximadamente entre su residencia (3 horas) y un recinto (3) en el interior del CICPC Plaza de Toros.
· Los familiares de DANIEL fueron “extorsionados” por 90.000 bolívares en las dos (2) ocasiones, con el mismo modus operandi y por los mismos funcionarios del CICPC.
· El padre de DANIEL denunció que el mismo día que trataban de rescatar a su hijo estaban en la misma situación cuatro (4) humildes familias.
· La boleta policial del CICPC indica que fueron vistos desplazándose por la vía pública en actitud sospechosa y cuando fueron requisados se les encontró una porción de supuesta sustancia estupefaciente.
· Existe una denuncia previa en pleno desarrollo de los sucesos ante el GAES, la cual fue certificada por la GNB y entregada a la Fiscalía N° 12 (drogas) del Ministerio Público; y otra ante la Fiscalía N°13.
· Existe una denuncia al día hábil siguiente de los hechos, ante la Dirección Central de Asuntos Internos del CICPC; y otra anteante la Fiscalía N° 28.
· Quince (15) días después del secuestro y extorsión de DANIEL y su familia, uno (1) de los funcionarios de dicha comisión, al cual llamaban “Tony”, lo detienen de forma infraganti funcionarios del CONAN (GNB), en el centro comercial Sambil de Valencia, extorsionando en compañía de otro Inspector Jefe, a un comerciante.
· Los funcionarios corruptos involucrados directamente en los delitos de secuestro y extorsión fueron identificados ante la Dirección Central de Asuntos Internos del CICPC por testigos, esposa, primo y padre de Daniel, como detectives: YOHAN ABREU, CALOS SUMOZA, ELIZABETH COLÓN y TOMÁS CHACÓN, este ultimo privado de libertad y recluido actualmente en el penal de Tocuyito, por el caso antes nombrado en el centro comercial Sambil de Valencia.
· El Inspector Gil y el resto de los funcionarios actualmente están en sus andanzas bajo la mirada pasiva de sus superiores. Todos los anteriormente nombrados miembros de la Brigada de Vehículos del CICPC adscritos a la Delegación Plaza de Toros de Valencia, estado Carabobo.
Espero que esta banda de policías malandros sea desmantelada inmediatamente.
¡Feliz Año Nuevo!
@manuelisidroXXI
* Licenciado en Comunicación Social - Universidad Central de Venezuela
* Especialista en Ciencia Política - Universidad Simón Bolívar
* Columnista del semanario LA RAZÓN
* Asesor en análisis de entorno político y social
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