Hoy, como es tradición, llega el espíritu de la navidad y la gente se contagia de su encanto, tratando de olvidarse por un rato de las penurias y demás situaciones adversas. Hace magia, saca dinero de donde no tiene e invade los principales centros comerciales para realizar la habitual compra navideña.
Otros, más infortunados, no tendrán la oportunidad de hacerlo. Seguirán en su peregrinaje de mendicidad hurgando entre las basuras para llevarse algo a la boca y mitigar el hambre. Quizás, hagan un simbólico festejo en la sombra de las noches con algunas almas solidarias. Es su festejo ilusorio entre la lucidez y el olvido.
Son las dos caras de la navidad. Una, bañada por el compartir familiar y abierta a la mirada de los alegres vecinos; otra, alejada del bullicio y entre almas errantes y etiquetadas por la sociedad. En ambos espacios hay un ritual que celebra el nacimiento del Niño Jesús. Alegrías, encuentros, besos y lágrimas se entrecruzan para aflorar la naturaleza del ser humano.
Claro, en un país como el nuestro, marcado por una prolongada crisis económica y política, los males se agudizan y cuesta cada vez más celebrar la navidad a todo dar. La brecha entre quienes pueden y lo que están impedidos se hace más grande. El poco ingreso que entra a los hogares es para medio comer. Más que otro día, se dispondrá de un gasto extra para hacer un diminuto plato navideño. ¡La navidad no se puede pasar por debajo de la mesa!
Lo cierto es que hoy 21 de diciembre el espíritu de la navidad toca la puerta en medio de un gran incertidumbre para los venezolanos. Las miradas lucen angustiadas y absortas ante cualquier eventualidad, más que en la llegada de ese espiritu que nos visita a final de año. La gente quiere cambio.
El zigzagueante flujo informativo en las redes sociales tiene a todo el mundo al borde de la locura. Nunca había estado el país tan expectante como ahora. A lo que respecta a este servidor, me despido con el cariño y respeto a esos fieles lectores que motivan a escribir. ¡Ojalá el espíritu de la navidad nos traiga cosas buenas para celebrar con algarabía la llegada del nuevo año!
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