miércoles, 9 de julio de 2025

ANDRÉS ELOY BLANCO: El periodista que defendió la verdad y la democracia


Jesús Alberto Castillo

La gran mayoría conoce a Andrés Eloy Blanco de por sus poemas. Su brillantez en el verso y pasión por las causas de los descamisados le permitieron convertirse en el poeta del pueblo venezolano. Así ha quedado para la posteridad. Eso nos llena de satisfacción como hijos de esta maravillosa tierra sucrense. Sin embargo, muy poco se conoce de sus andanzas como periodista donde defendió con vehemencia la verdad y las libertades públicas, propias de una sociedad democrática.

En verdad Andrés Eloy fue un gran poeta, de esos que llegan con sus versos a lo más profundo del alma para despertar aires de libertad y civilidad. En "Las uvas del tiempo", poema escrito el 31 de diciembre de 1923 en Madrid, escribe: "Tú eres mi madre, que me dices siempre/ que son hermosos todos mis poemas;/ para ti, yo soy grande, cuando dices mis versos, / yo no sé si los dices o los rezas...". También fue un acucioso ensayista, un infatigable periodista que se desvivió por hacer de su país un escenario de libertades plenas, civilismo y progreso económico. Por eso tomó la pluma de articulista para plasmar sus ideas y concientizar al pueblo hacia mejores derroteros de lucha por la democracia.

El 30 de abril de 1941, es cofundador del semanario "El Morrocoy Azul", junto a destacados escritores de la talla de Victor Simone de Lima, Miguel Otero Silva, Kotepa Delgado y Carlos Irazábal. Allí escribe hasta 1944 bajo los seudónimos de _Blue Morrocoyan, Morrocuá Bleu, Francisco Villaguada, Morrocoloco, El Guayanés, Miura Monagas, Calderón del Vapor, Federico García Lo Ahorca y Cero-Tres._ El referido periódico tenía un estilo francés de corte satírico, humorístico y anecdótico. Tuvo una penetración extraordinaria en el público y Andrés Eloy la aprovechó al máximo con sus escritos llenos de magnánimo humor. Ejemplo de ello fue su excelso escrito "Los tres mosquiteros", una parodia a la obra inmortal "Los tres mosqueteros" de Alejandro Dumas, donde plasmó lo siguiente: "Señoras y caballeros: Soy el coronel Atós, Jefe civil de mi pueblo; me llamo Ramón Tolete primo hermano del Gobierno. Pero me llaman “Atós”, porque “a tos” los pongo presos". 

Al fundarse el diario "El Nacional", el 3 de agosto de 1943 por el cumanés Enrique Otero Vizcarrondo, Andrés Eloy destaca como periodista con una columna titulada "Reloj de Piedra". Él mismo reconoce que ese oficio de escribir a diario, esa faena de columnista, lo obligo a abandonar la obra literaria que más codiciaba: los poemas, el teatro, el ensayo. Pero, el poeta no se quedó atrás. Vislumbró con su talentosa pluma, desplegando una luz en el pueblo venezolano hacia la civilidad, el pensamiento plural y la democracia en todas sus manifestaciones. He allí al político, al estadista, al pensador de una Venezuela de grandes oportunidades para sus hijos. El laureado poeta de "Canto a España y "Pimíntame Angelitos Negros" se refugiaba en el versátil oficio del periodismo para escribir y crear conciencia ciudadana. Eso es lo que hace todo buen periodista.

Más adelante, el 28 de enero de 1945, Andrés Eloy se estrena con su columna "Puerta sin llave" en el diario El Universal, fundado por el carupanero Andrés Mata el 1 de abril de 1909 (es el diario más antiguo de Venezuela que aún circula). En esa significativa tribuna periodística el poeta, ya convertido en periodista, se da a la tarea de escudriñar la verdad y defender la democracia como aspectos fundamentales en la existencia humana. Concibe a la democracia con forma de vida, más que como sistema de gobierno. Pues, hasta los gobernantes más déspotas suelen hablar de ella y de actuar en nombre del pueblo, aunque no la practiquen en la práctica cotidiana.

En esa columna del 28 de enero de 1945, Andrés Eloy destaca que "cuando se alaba la democracia sinceramente, se la nombra en su plena limpieza. Cuando se alaba al demócrata, como demócrata se le describe en su acrisolada integridad. Pero cuando se dice al mismo tiempo que un hombre es demócrata aunque robe, que un hombre es demócrata aunque viole los intereses generales, que un hombre es demócrata aunque suplante la voluntad colectiva en el destino de las cosas de todos, entonces, el que eso diga está faltando a la responsabilidad que tiene contraída con el pueblo... ". El poeta, una vez más, pone el dedo en la llaga contra esa hipócrita conducta de los gobernantes de no predicar las cosas que dice con la verdad de los hechos. Es la inconsistencia latente entre el discurso y la práctica, la cual termina deslegitimando a un mandatario. ¡Cuan vigentes están esas palabras de Andrés Eloy en la Venezuela del siglo XXI.

Pudiéramos seguir escribiendo otros aspectos periodísticos de Andrés Eloy Blanco, pero el tiempo y el espacio son apremiantes. Lo importante es visualizar esa faceta aún no explorada del poeta del pueblo venezolano, el laureado y noble cumanés que sigue vibrando con su legado. Razón tuvo el gran escritor Miguel Otero Silva al referirse del poeta de la siguiente manera: "Desde entonces anda por ahí, vuelto flor de buscare, brizna de hierba o pelusa de algodón, asomado al destino de los niños de los niños desnudo que construyen rosas con el barro de los aguaceros, vivo y erguido sobre su muerte como sobre un caballo". Él nos incita, como periodistas, a ser peregrinos del mensaje de la verdad y la democracia, a emplear nuestra capacidad intelectual para llevar educación ciudadana al pueblo y darle una idea exacta y honrada de los principios cardinales del Estado de Derecho y Democrático.

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