Manuel Isidro Molina
El vigor democrático, profesional y ético del periodismo venezolano tuvo un curso ascendente desde 1941 hasta 2000, ejemplo para América Latina y el Caribe, tanto desde el punto de vista de sus contenidos y la valentía de sus hacedores frente a las asechanzas del poder político y económico, como desde el ámbito gremial con las luchas de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP, 1941), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP, 1946), y el Colegio Nacional de Periodistas (CNP, 1976). Dos leyes de ejercicio profesional han sido frutos de ese ímpetu gremialista: la de 1972, que dió origen al CNP; y la de 1994 que estableció la colegiación obligatoria y el indispensable reconocimiento de los estudios universitarios en Comunicación Social, siendo además precedente jurídico de los artículos 57 y 58 de la Constitución (1999) vigente, que pautan, respectivamente, los derechos a la «libertad de expresión» y a la «información veraz y oportuna».
Producto de esas luchas gremiales es también la prohibición taxativa de la suspensión del «derecho a la información», en el marco de los estados de excepción (Art. 337).
En Venezuela, conmemoramos el «Dia del Periodista», los 27 de junio de cada año, en homenaje a nuestros Libertadores que, con Simón Bolívar al frente de la lucha independentista del siglo XIX frente al imperio colonial español, dieron vida al *CORREO DEL ORINOCO*, el 27 de junio de 1818, desde Angostura, hoy Ciudad Bolívar.
Tal vez confundidos en medio de la adversidad actual, algunos colegas periodistas se preguntan si "vale la pena celebrar" nuestro dia nacional: y otros responden: «¡Nada, que celebrar!»
No se trata de "celebrar" sino de conmemorar ese día con sentido histórico y realce de la valía de quienes en Venezuela han desplegado honrosa, útil, honesta y brillante labor profesional, en todos los ámbitos de desempeño, asi como en el importante compromiso en el ejercicio de ciudadanía frente a las injusticias y los frecuentes retos que imponen el abuso de poder público y privado.
Al conmemorar nuestro «Día del Periodista», honramos la memoria de quienes nos han precedido en esta noble profesión, con probadas capacidades y decoro; también, nuestras luchas por la independencia nacional, la democracia, la justicia social y el desarrollo armonico de Venezuela.
No menos importante es realzar los innumerables aportes y conquistas del gremio periodístico venezolano, referente en América Latina y el Caribe. Valiosa es la continuidad y entrelazamiento histórico de la AVP, el SNTP, el CNP y otros espacios gremiales como el Círculo de Reporteros Gráficos de Venezuela (CRGV, 1943) y los círculos especializados de periodismo.
Para 1946, la AVP y el SNTP promovieron la creación de nuestra primera «Escuela de Periodismo» en la Universidad Central de Venezuela (UCV), semilla de los centros de formación profesional e intelectual de los periodistas venezolanos, a nivel universitario. Grandes docentes e investigadores han pasado por las aulas de las diversas Escuela de Comunicación Social (antes, Periodismo) de nuestras Universidades públicas y privadas, entre ellos, Héctor Mujica, primer presidente del CNP, y Eleazar Díaz Rangel, último presidente de la AVP, en cuya gestión se logró la primera Ley de Ejercicio del Periodismo (1972).
Personalmente, y desde mi condición de ex presidente del CNP (1996/1998), expreso gratitud y reconocimiento a toda esa dirigencia gremial y al activismo gremialista que los ha acompañado. Destaco el esfuerzo y dedicación de los dirigentes gremiales en todo el territorio nacional, y especialmente en las 26 Seccionales del CNP, cuya difícil labor les ha retado siempre, en todo ese recorrido histórico que resumen la vida orgánica de la AVP, el SNTP, el Instituto de Previsión Social del Periodista (IPSP) y el CNP. Con aciertos y errores, hemos transitado esta ya larga ruta desde 1941 hasta 2025: ochenta y cuatro años de trabajo pionero, desempeño profesional y defensa persistente de los derechos democraticos del pueblo venezolano. Todo eso y más, conmemoramos el Día del Periodista Venezolano, junto a la sociedad toda, nuestro objeto, reto y halo protector: la simbiosis periodismo/sociedad es clave frente al abuso de poder y las perversiones que siempre tratan de asfixiar el ejercicio ético del «mejor oficio del mundo», como lo definió sabiamente Gabriel García Márquez, quien tuvo una brillante pasantía periodística en Venezuela, antes de hacerse famoso mundialmente con sus «Cien años de soledad» y el Premio Nobel de Literatura.
Periodismo en penumbras
Sin embargo, hoy el periodismo venezolano está en penumbras. Un sistemático abuso de poder lo ha empobrecido, cercado y perseguido, desde 1999 hasta hoy: 26 años de bloqueo informativo desde los organismos públicos, cerco económico a medios de diversa naturaleza, asfixia bajo control estatal desde Conatel con censura previa constante y cierre de televisoras y radioemisoras, bloqueo telemático de plataformas informativas y de opinión, y persecución y encarcelamiento de periodistas, reporteros gráficos y otros trabajadores de medios de comunicación social.
Nuestra solidaridad a todos los profesionales de la información agredidos por el regimen de apartheid político impuesto en Venezuela por el PSUV, sus satélites y testaferros 'empresariales', muchos de los cuales son actualmente 'propietarios de medios' al servicio de la mentira, la manipulación y la censura cobarde.
Mi abrazo solidario a quienes son mantenidos en los calabozos del régimen, y a sus familiares. Tambien, para los excarcelados sometidos judicialmente al silencio y la negación permanente de sus derechos constitucionales, como ciudadanos, y del ejercicio profesional libre y responsable.
Conmemoramos el Día del Periodista Venezolano en lucha por nuestros derechos violentados -como siempre lo ha hecho el gremio periodístico- y en contra de los esquemas dictatoriales y corruptos que oprimen a la sociedad venezolana, brutal y premeditadamente.
En tiempos de apartheid político, sufre el periodismo libre. Los pudrimillonarios gobiernan a su antojo y mancillan la dignidad nacional, con aires autocráticos y autoritarios, cada día más imbricados con prácticas mafiosas para el control del poder.
Conmemoramos el Día del Periodista Venezolano para seguir sirviendo a nuestro pueblo, hoy traicionado, empobrecido y reprimido. Lo hacemos, conscientes de los riesgos y adversidades, al servicio de la sociedad democrática venezolana y de nuestros colegas en ejercicio profesional bajo condiciones muy difíciles y peligrosas. No hay opción distinta, y menos aquella que la pudrición reinante quiere imponer como buena, totalmente inaceptable por sumisa.
Todo buen periodista enfrenta las torceduras del poder envilecido. Todo buen periodista es transgresor inteligente de las barreras del poder, sea político, económico, policial, militar o mafioso; o todas juntas, como parece ser el caso venezolano actual.
manuelisidro21@gmail.com
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