Jesús Castillo (*)
En el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) debemos estar claros. Mientras haya un periodista preso no tenemos ninguna razón para celebrar ni mucho menos aceptar reconocimiento alguno por quienes forman parte de ese modelo que censura y atenta contra las libertades públicas.
El verdadero periodista no coquetea con el poder político ni económico. Asume su responsabilidad primeramente con la verdad, la democracia y el pueblo para convertirse en su voz. No anda adulando a los poderosos porque hipoteca su profesión. Consciente de ese gran reto, el periodista está dispuesto a asumir riesgo y atreverse a desnudar los diversos aspectos que intentan ocultar los demagogos de oficio ante la colectividad.
Por esas razones desde el CNP seguimos exigiendo la libertad inmediata de los colegas periodistas que aún siguen tras las rejas, cuyo delito ha sido informar veraz, oportuna y responsablemente a los ciudadanos. No descansaremos hasta que salga en libertad el último periodista. Es un compromiso de lucha y respeto a nuestra digna profesión.
En el gremio periodista no puede haber posiciones "medias tintas". Estamos con la democracia o con los opresores de la libertad de expresión. La opinión pública está observando y sabe con claridad meridiana quiénes desde el ejercicio periodístico se mantienen leales y son guardianes a la voz de una sociedad que padece todos los días las vicisitudes de un modelo que atenta contra los derechos fundamentales, la prosperidad económica y la voluntad colectiva.
(*) Presidente del Tribunal de Ética y Disciplina del CNP-Seccional Sucre.
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