Este próximo 10 de diciembre se cumplirán 110 años del natalicio de Manuel Isidro Molina Gavidia, periodista, tipógrafo, militante histórico del Partido Comunista de Venezuela. Fue Director de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, presidente del Círculo de Periodismo Científico de Venezuela (CPCV) y dirigente de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), Colegio Nacional de Periodistas (CNP), Instituto de Previsión Social del Periodista (IPSP) y la Asociación de Escritores de Venezuela (AEV).
Manuel Isidro Molina Gavidia nació el 10 de diciembre de 1915 en la ciudad de Valera, en el estado Trujillo. Desde muy temprana edad aprendió a leer, fue un autodidacta, llegando a cursar sus estudios apenas hasta el tercer grado de primaria en Valera, fue huérfano de madre desde su nacimiento y creció bajo la recia formación de su padre Ángel Molina.
Comenzó a trabajar desde muy joven y en su adolescencia se convirtió en tipógrafo e impresor. Ingresó al Partido Comunista de Venezuela, durante los primeros años de su fundación. Inició su carrera como periodista en los semanarios “Marcha” en 1937, “Crisol” en 1941 y “Cocoliso”, periódicos culturales y humorísticos regionales, de ideas progresistas que servían como órganos de protesta antigubernamental. Desde temprana edad, siendo un obrero y autodidacta, fue un gran promotor de lectura, motivando a muchos de sus amigos y camaradas a leer. En Valera, fue cofundador del Ateneo de Valera y de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP). En 1952 fue expulsado del estado Trujillo por su actividad contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, desempeñándose como activo militante del PCV. A partir de esa época fue perseguido por la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez. Estuvo preso en la comandancia de la Seguridad Nacional en El Paraíso, y en la cárcel El Obispo. Durante los años de dictadura realizó una gran labor militante en la clandestinidad. Fue uno de los principales organizadores de la Huelga del 21 de enero de 1958, que fue el detonante final para la caída de la odiada dictadura militar. Siendo autodidacta, después del derrocamiento de la dictadura militar de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, ingresó a la que fue su querida casa de estudios, la Universidad Central de Venezuela (UCV), para recibir el primer curso para periodistas prácticos en la Escuela de Periodismo, por iniciativa de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP). Dicho curso iba dirigido a quienes no eran bachilleres, como era el caso de Manuel, dicho curso tenía como fin otorgar el título de Técnico en Periodismo. Simultáneamente, sin embargo, en paralelo, Manuel Isidro decidió cursar primaria y bachillerato a través de un sistema de educación abierta. Al mismo tiempo, trabajaba como periodista y locutor. En la academia de la UCV comenzó como asistente de la cátedra de Técnica Gráfica, obtuvo el título de Técnico en Periodismo y luego obtuvo la licenciatura. Posteriormente fue contratado como docente de la UCV y llegó a ser el director de la Escuela de Comunicación Social entre 1972 y 1975. También fue miembro del Consejo de la Facultad de Humanidades y Educación. Luego ejerció la dirección de información del rectorado de la UCV, casa de estudios de donde egresó como docente jubilado. En 1969, recibió el Premio Nacional de Periodismo, Mención periodismo de Investigación. Ligada a su militancia en el PCV desarrolló una gran labor en la dirigencia del gremio periodístico, siendo dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, del Instituto de Previsión Social del Periodista, formó parte de las directivas nacionales de la Asociación Venezolana de Periodistas y del Colegio Nacional de Periodistas, de cuya Comisión Organizadora fue integrante de acuerdo con la primera Ley de Ejercicio del Periodismo (1972). Junto a Arístides Bastidas, fue cofundador y primer vicepresidente del Círculo de Periodismo Científico de Venezuela, el cual presidió en años subsiguientes. Partió a la inmortalidad revolucionaria el 4 de julio de 1998.
Su eterna compañera fue Maura Peñaloza, con la cual tuvo siete hijos: Lenin Lombardo, Nerio Vladimir, Fidelina, Angel Gustavo, Manuel Isidro, Carlos Cecilio y Ricardo Antonio. Entre sus obras destacan: “Como calcular originales: Catálogo tipográfico de la Imprenta Universitaria”, “Un día de provincia en los diarios de Caracas: investigaciones de prensa sobre la información de provincia en los diarios de Caracas [manuscrito]”, “Escuela de Comunicación Social: planes de estudio y promociones 1949-1974”, “Humorismo trujillano”, “La libertad de prensa en los Estados Unidos de Norte América; La prensa en el mundo socialista”, “Qué es lo que aspiramos a renovar?: visión general de la Escuela de Periodismo de la Universidad Central de Venezuela” y “Rangel no fue doctor, sólo un docto superior a doctores de su tiempo”.
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