El tiempo,
la noción de nuestro tiempo,
la comprensión del tiempo
a veces es una paradoja
una madeja absurda…
¿Qué se recuerda?
¿Qué se olvida?
En ocasiones nos parece
que el tiempo es lineal,
otra, circular
o también
una especie de espiral
¿Cuánto tiempos
tiene el tiempo en nuestras existencias?
¿Cuántas vidas vista?
¿Cuántas muertes vista?
Cuántas veces la memoria se trastoca,
se difumina,
se embarulla,
se diluye.
En cuántas ocasiones
tiene una consistencia gaseosa
incubado en un abismo nebuloso
o como la entrada
de la boca de una cueva;
un susurro sordo
sin apego…
y así queda uno aturdido
ante un silencio
sin conexión
que se consume a si mismo…
El tiempo y la memoria
se enfrentan permanentemente,
se recorren;
recuerdos que desaparecen
reminiscencias que brotan
desde la sumergida quietud,
que emergen de repente
con atisbos pausados,
desquiciados…
hay tiempos diferentes,
medidas y cálculos peculiares,
particulares:
la naturaleza, el ambiente,
la materia…
y tiempo que se contraponen,
tiempo vivo,
tiempos efímeros, fugaces
y tiempos duraderos, inextinguibles:
la pasión de un querer,
el amor hacia los hijos…
Tiempo concurrente
esa dimensión del presente,
ese tiempo cronológico relativo,
a veces de prisa
acelerada,
a veces ralentizada,
es tiempo con su significado,
con sus incógnitas,
tiempos tecnológicos
de expertos especializados,
y al mismo tiempo,
tiempo subjetivo
sin relojes
tiempo fuera del tiempo…
continuidad no mantenida,
lo que ha dejado de ser,
la que no ha sido retenido
por los tejidos del tiempo
es tiempo cristalizado.
El tiempo también es estar,
son actos, son ideas…
el tiempo también es trabajo,
es trabajo producido,
trabajo necesario,
trabajo valorado.
No solo el tiempo presente
es novedad,
es variedad,
lo finito subestimado
también es tiempo;
el tiempo nos cambia,
el tiempo sustituye.
¿Cómo variamos en el tiempo?
¿Cómo nos transformamos?
El tiempo es movimiento,
es trayectoria,
es traslado,
es recorrido,
es distancia.
El tiempo no es solo lo que dice el reloj,
es la relación con los recuerdos;
en esos espacios
hay universos esparcidos…
pero también
los lapsos transcurren
aunque yo no me mueva.
El tiempo pasa
no se acumula,
se consume,
se diluye,
se agota…
no hay horas invariables,
uniformes,
hay que pensar,
hay que reflexionar…
El tiempo real
es el tiempo de ahora
y el de siempre,
porque está más allá
de todos los tiempos,
de los pormenores
de los detalles,
de los vértigos,
es la memoria sentida
que aún nos queda,
es nuestro puerto luminoso
es el tiempo que permanece…
el tiempo de lo amado.
Humberto Rojas D.
23-11-2025

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