martes, 8 de julio de 2025

El papa León XIV y su primo Antonio José de Sucre


Jesús Alberto Castillo (*) 

El pasado 13 de junio de 2025 Henry Louis Gates Jr., periodista de The New York Times, en colaboración con genealogistas de American Ancestors y el Club de Genealogía Cubana de Miami, sacó a la luz pública que el nuevo pontífice León XIV es primo quinto del cumanés Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho. Esta noticia, desapercibida por muchos coterráneos sucrenses, es de gran relevancia histórica por las raíces españolas del nuevo heredero del trono de San Pedro y sus vínculos familiares con el ilustre hijo de Cumaná y prócer de la Independencia de América del Sur.

De acuerdo a ese prestigioso diario estadounidense, un exhaustivo estudio genealógico reveló el nexo familiar de Robert Francis Prevost, convertido en el Papa León XIV, y el héroe cumanés. El parentesco se remonta a varias generaciones en la línea de las madres de ambos. El Sumo Pontífice tiene raíces españolas, puesto que  por el lado materno sus antepasados de undécima generación eran de Isla, un pueblo del ayuntamiento de Amuero, en Cantabria, al norte de España. Cuatro de sus tatarabuelos figuran como hidalgos en el censo de 1573 de esa población  española. 

Según a la referida investigación genealógica, uno de los nietos de sus tatarabuelos fue Diego de Arana Valladar, capitán de mar y tierra de la Real Armada que luchó por muchos años contra los corsarios holandeses que deseaban apoderarse de las posesiones coloniales portuguesas en América. Su hijo Diego de Arana Isla viajó por todo el mundo con el ejército español y sirvió como capitán de artillería en Panamá. A través de la hermana de Diego, el papá León XIV está emparentado con el héroe de la Batalla de Ayacucho, quien desempeñó un papel fundamental en la derrota del colonialismo español en tierras americanas. 

Al respecto, el historiador y escritor venezolano Rafael Arraiz profundiza este vínculo familiar. Explica  que el vínculo sanguíneo proviene de las líneas maternas de ambos personajes. La madre del papa se llamaba Mildred Martínez, mientras que la madre de Sucre era María Manuela Josefa de Alcalá y Sánchez Ramírez. El tronco familiar proviene de un oye lo llamado Isla, en Cantabria, región norteña de España. De este punto de origen, las ramas familiares se bifurcaron. Una rama se va a Cumaná que es la del Mariscal Sucre y la otra se va a Cuba, de allí pasa a Nueva Orleans y luego se traslada a Chicago. Esa es la rama de Robert Francis Prevost, el actual pontífice.

El vínculo entre el papa León XIV y el Gran Mariscal de Ayacucho no se queda en lo familiar sino en lo histórico. Permitió la Providencia que el sacerdote Robert Francis Prevost, nacido en Estados Unidos y de la orden de San Agustín, viniera a ejercer el servicio pastoral a la Diócesis de Chiclayo, ubicada en Perú, una nación liberada por su pariente Antonio José de Sucre. Es una verdadera señal de la vida que une a sus familiares en circunstancias extrañas para la eternidad sin importar fronteras, barreras idiomáticas, culturas y otras índoles. Ambos personajes se reencuentran a través de la investigación genealógica para estrecharse en un solo abrazo de unión familiar. Uno vino para liberar al Perú, otro para servir a su pueblo con la palabra de Dios. 

Así es la historia y no podemos ocultarla. Es pertinente revivir aquellas hermosas letras escritas por Bolívar en su ensayo sobre la vida del prócer cumanés: "La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de. Manco-Capac y contemplando las cadenas del Perú, rotas por su espada". A ellas le añadimos: "La sotana del prior agustino Robert Prevost se abraza al suelo polvoriento del Perú para secar las lágrimas del afligido pueblo y sembrar una destello de esperanza hacia su verdadera redención con la misma voz libertaria de su primo Antonio José". 


(*) Politólogo, periodista y abogado.

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