viernes, 25 de febrero de 2022

Rusia comete en Ucrania "un quebrantamiento de la paz y un crimen de agresión", afirma catedrático español

 


Por Daniel Oliva

Universidad Carlos IIIM, Madrid, España

1. La intervención de la Federación Rusa es un ataque indudable a los principios fundamentales del Derecho internacional de origen consuetudinario, a la Carta de las Naciones Unidas, al Acta de Helsinki, la resolución 2625 (XXV) y otros instrumentos jurídicos internacionales de referencia. No hay dudas al respecto.

2. Supone un quebrantamiento de la paz y un crimen de agresión.

3. El reconocimiento de las autodenominadas repúblicas  populares de Donbass supone también un acto inamistoso contra Ucrania y su integridad territorial.

4. Occidente ha actuado de manera irresponsable en las últimas décadas sin tomar en consideración las prioridades en materia de seguridad de Rusia. El apoyo al Maidán y a los gobiernos antirusos, etnicistas (cuando no claramente fascistas) que llegaron con posterioridad y su empeño voraz por extender su influencia hacia el este fue poco inteligente y una provocación.

5. Además Occidente en su gran mayoría no tiene legitimidad para criticar a Rusia por estos actos bárbaros y contrarios al Derecho internacional. Y ese es el gran problema. 

Los precedentes e incoherencias  pasan siempre factura. Estados Unidos y Reino Unido (con el lamentable apoyo diplomático de España) llevaron a cabo una guerra de agresión contra un Estado soberano (Irak) desestabilizando por cierto durante años toda aquella zona del planeta. Los países occidentales promovieron en su gran mayoría (menos mal que España inteligentemente no lo hizo) la declaración unilateral de independencia del parlamento kosovar y reconocieron a Kosovo como Estado independiente, contribuyendo así a la ruptura de la unidad territorial de la entonces Yugoslavia (Serbia y Montenegro). 

La OTAN se excedió completamente de su mandato en la intervención en Libia (amparada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas gracias a la abstención de China y Rusia) que estaba destinada a proteger a la población civil y que finalmente consistió en apoyar militarmente a los rebeldes y acabar con el régimen y la vida de Gadafi. 

Estados Unidos ha intervenido militarmente al margen del Derecho Internacional en Siria, como también lo ha hecho Turquía. Y además la administración estadounidense ha reconocido que los Altos del Golán (arrebatados ilegalmente a Siria) pertenecen a Israel y el Sahara a Marruecos, en clara contradicción con las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

6. Rusia y China ya no son las de los años 90 o principios de siglo. Han crecido internacionalmente, tienen una alianza clara y se muestran fuertes y unidas a la ahora defender sus intereses geopolíticos. 

En este contexto Naciones Unidas queda paralizada en gran medida por la composición no democrática del Consejo de Seguridad con miembros permanentes y con derecho de veto. La OTAN con sus antecedentes de agresion no puede ser alternativa a nada. 

En conclusión hay que hacer un llamamiento permanente a la paz, al diálogo, a la solución diplomática de los conflictos y tras la crisis apostar por un nuevo orden mundial.

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