viernes, 3 de abril de 2020

ANÁLISIS / Recolocar el tema militar en el debate público venezolano sería un buen comienzo

MANUEL ISIDRO MOLINA
Interesantes debates breves se están dandon en algunos chat por WhatsApp que escapan a la manipulación, la mentira y el insulto. Uno de ellos es "Compromiso con Venezuela", abierto la semana pasada por el buen amigo médico y economista Franz De Armas, desde Maracaibo. Se han tocado temas como las drogas y los roles de Colombia, EEUU y Venezuela; la naturaleza de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), entre otros. Y ahí vamos, con altibajos y el acecho de la rutina encadenada de los corresponsables de la tragedia histórica que sufrimos venezolanos y venezolanas.

Les transcribo unos párrafos de unas de mis notas para ese grupo

"La CRBV y las leyes están ahí, vigentes. Lo que ocurre es que los corresponsables de la tragedia son muy cínicos y se igualan también en censura y manipulación.

"Quieres ver la otra cara del Diario VEA?, busca El Nacional... La propaganda de los factores opositores acurrucados con el uribismo colombiano y la rancia derecha de EEUU es tan necia y aburrida como la del gobierno, mentiras para idiotas realmente.

"Reitero lo que he afirmado y reafirmado: la inútil (y perversa) diatriba chavismo-antichavismo ha enmascarado los problemas nacionales y ha impedido los debates honestos indispensable sobre nuestra realidad y sus antecedentes".

Uno de esos debates encunetados es el tema militar, tan manoseado pero solo a beneficio de partes interesadas.

Sobre los S-300: 

Son sistemas defensivos muy eficaces contra aviones, misiles y drones enemigos.

EEUU lo sabe mejor que nadie, por la experiencia de Israel en Siria y el éxito defensivo de las fuerzas rusas (S400), muy superior a los Patriot estadounidenses.

Lo que no se sabe es el nivel de los dispositivos rusos de guerra electrónica que  haya adquirido la FANB. Los mejores del mundo, bloquean los sistemas de armas enemigos con eficacia asombrosa. También lo saben los comandantes estadounidenses, más allá de las bravuconadas de Trump.

Y no es que Venezuela le pueda "ganar" una guerra (total) a EEUU, pero le podría complicar las cosas gravemente ante el mundo, antes de que arrasen el país como hicieron en Libia e Irak, triunfos relativos estratégicamente. Lo mismo le ocurrió en Vietnam, con menos éxito a pesar de la furia de sus bombardeos, masacres y destrucción material y humana que causaron, por cierto, siempre en nombre de  su "libertad y democracia".
Eso es lo que no pueden analizar los aplaudidores de la invasión hipotética.

No sé trata de transplantar la historia, algo imposible, pero sí de revisar referencias útiles.

Lo que ocurre es que aquí se burlan de todo y chotean todo (no en el grupo, en el país) y se conforman con descalificar y burlarse.

He seguido el proceso de la FANB: cambió estratégica e ideológicamente, es totalmente distinta a las FAN hasta el 2003 (paro empresarial y petrolero). Su doctrina es realmente bolivariana, zamorana y antiimperialista, conjuga las experiencias cubana y vietnamita y lo complementa con los nuevos sistemas de armas rusos y chinos. Su visión cívico-militar también es importante. 

Todo esto hay que discutirlo y analizarlo -sin propaganda descalificatoria-, a ver qué tenemos. 

Se debe evaluar la fusión militar, policial y civil (incluyendo los grupos armados "colectivos"), cómo está efectivamente articulada y cuál es su capacidad real de combate con el apoyo logístico, de inteligencia social y retaguardia de la Milicia Bolivariana, de la cual también se burlan.

Colombia, con la breve e intensa experiencia del 23F2019 sabe muy bien cómo funciona, y le teme, como ahora le temen los grupos paramilitares uribistas, reducidos sensiblemente en la frontera de Táchira y Zulia con Colombia, en muy poco tiempo. Y eso -digo yo-, que no le han visto la cara al Ejército Bolivariano, del cual no me burló, a pesar de que en sus filas haya generales y otros altos oficiales corrompidos y asociados por codicia con el narcotráfico colombiano y las mafias del contrabando de gasolina, gasoil, aceites y otros derivados de hidrocarburos, y materiales estratégicos.

La evaluación debe ser sería y no animosamente pendenciera y descalificatoria en el marco de un discurso macartista renovado y asombrosamente asumido por amigos "de izquierda", cuyo nuevo léxico nada tiene que envidiarle al betancourismo de los años '60 (yo lo llamo "macartismo betancourista").

Primerísima importancia
El tema militar es de primerísima importancia y parte del quebradero de cabeza que nos reta. Por ejemplo, los niveles de corrupción en la GNB son asombrosos: "igual que antes, pero peor", diría alguien. Qué hacer, cómo? 

Problema real y complejo es también el mundo de los "militares retirados" corrompidos (no me refiero a quienes son honestos y correctos en su proceder) que hacen parte de mafias adosadas al poder. Y, por supuesto, está la presencia no solo activa sino abusiva de militares activos y retirados en altas y medianas funciones públicas y contrataciones del Estado venezolano; y preocupantemente en los organismos de seguridad, inteligencia, policía y defensa civil, todo controlado y monopolizado por miembros activos y retirados de la FANB. Hay muchos otros tópicos en este desbordamiento militarista en el poder. 

¿Solución?
A mi juicio, la "solución" no sería el regreso al alineamiento "panamericano" bajo tutela estadounidense, y muchísimo menos a un esquema de protectorado como en Colombia con sus nueve bases estadounidenses y los groseros grados de injerencia de EEUU.

El esquema TIAR, tan aplaudido recientemente, es no solo extemporáneo sino de rango neocolonial continental, inservible en el marco de un desarrollo independiente, latinoamericanista y emergente de Venezuela en la tercera década del siglo XXI.

Cómo actualizar la idea de "país no alineado" en un concierto pluripolar de naciones, dentro de la cual la FANB sea parte de esa política nacional nacionalista y transformadora.

Para ello es inútil el discursito politiquero e insultante, según el cual "los militares chavistas son reparte pollos y verduras", tan en boga en años pasados, menosprecio irresponsable que facilitó la estrategia gubernamental de "corporativizar" la fuerza armada, incluso con la corrupción y el abuso de poder como "zanahoria" para su control.

Nunca hubo un debate serio sobre el tema militar en estos casi 30 años, si lo contamos desde el 4F1992. Y lo peor ha sido que el planteamiento "opositor" ha estado cargado de macartismo y el simple propósito de regresar la FANB al esquema tutelado de EEUU, lo cual no solo es imposible sino altamente inconveniente.

El plano multipolar internacional
Lo militar debemos discutirlo en el plano multipolar del siglo XXI, y no en el trasnocho de la "Guerra Fría" y el esquema unipolar que emergió a partir del lapso 1989-1991, cuando cayó el muro de Berlín y se desintegraron la URSS y su esfera controlada de la Europa Oriental.

EEUU lo que aspira es a reimponer su hegemonía continental con locos como Bolsonaro, abyectos como Moreno y "socios" de tan larga data como la oligarquía colombiana, para solo mencionar tres tipos diferentes de subalternos en el poder, con su correlato militar controlado y grados de corrupción y asociación con el narcotráfico inocultables, como en el caso de Colombia.

Mientras no se discuta y elabore una nueva política al servicio de la nación, la reconstrucción ética de la República y un marco de desarrollo sustentable con vocación de justicia social y aliento democrático participativo, es claro -al menos para mí- que el esquema "chavista" de gobierno, hoy conducido por Maduro y el Psuv, se mantendrá con su precaria salud.

Pienso, entonces, que el aferramiento a los dos esquemas referenciales (1) del "bipartidismo" (1973/1993); (2) y del macartismo de la ultra derecha latinocaribeña y continental; impide la superación de nuestra tragedia histórica actual.

Veo indispensable una mutación ética, conceptual y conductual en la política venezolana. Y dentro de ese proceso, lo militar como uno de los componentes de la vida política e institucional de Venezuela. 

No puede verse más lo militar como algo supra o separado del resto de la dinámica nacional: la fuerza armada es parte importante del Poder Ejecutivo Nacional, sometida al mando civil democrático; y no un para-poder con el que se negocia o se le utiliza para la permanencia en el poder o para asaltar el poder. 

Recolocar así el tema militar sería un buen comienzo.

02.04.2020 

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