Por Manuel Isidro Molina *
Bajo intensas presiones, el ex ministro de Relaciones Exteriores y ex presidente de la Asamblea Nacional, Nicolás Maduro Moros, asumió la Presidencia de la República, el viernes 19 de abril. Su debut como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, luego del interinato presidencial desde aquella dramática despedida del 8 de diciembre de 2012, ha pasado de las expectativas positivas y negativas, en este país ultra polarizado, a la percepción cotidiana de sus actuaciones, también polémicas, según la óptica de quienes aquí vivimos, disfrutamos y sufrimos.
La arbitrariedad del frecuente encadenamiento torpe e innecesario de los medios radioeléctricos, lo está desprestigiando más que el rayado discurso opositor, cada día más cargado de macartismo y pretensiones de restauración neoliberal. Si de algo estamos saturados, obstinados, los venezolanos y venezolanas es del autoritarismo militarista de la era Chávez, incluidos vastos sectores chavistas que manifiestan su inconformidad de mil maneras.
En la era poschávez, corresponde al gobierno de Maduro bajar a la realidad y relanzar sus objetivos por caminos cívicos, de respeto y equidad (todo lo contrario al autoritarismo militarista), para la superación de todos los cuellos de botella que heredó Maduro de su “padre” político. La realidad, siempre, es el mejor argumento.
El debut de Maduro ha tenido un fuerte contratiempo en la calculada resistencia opositora de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y su ex candidato presidencial Henrique Capriles Radonski, que luego de diez asesinatos y destrozos de todo tipo, han entrado en los túneles del Tribunal Supremo de Justicia, donde fue introducido el recurso de nulidad de la elección presidencial del 14 de abril de 2013. ¿Qué aspiran, una nueva elección, realmente? ¿Un “golpe” progresivo, tipo Siria, como temen voceros del PSUV? No sabemos, pero es deducible que están nuevamente a punto de perder el capital político acumulado, como en 2002-2003.
La torpeza no es exclusiva de la oposición, cada vez más controlada por el neoliberalismo macartista. A la correcta política de contención pacifista desplegada por el presidente Maduro desde Miraflores, le salió contraparte activa desde la presidencia de la Asamblea Nacional, con Diosdado Cabello moviéndose como elefante en una cristalería. Su insólita prohibición del derecho de palabra a los diputados opositores, exigiéndoles que reconozcan al presidente Maduro, más que un arrebato inculto –democráticamente hablando- es una torpeza auto infligida, mucho más grave que un autogol en un partido empatado a uno. La trifulca del martes 30, es uno de los efectos del torniquete Cabello, quien cree que el Parlamento es un pelotón de soldados bajo su mando.
Del lunes 15 de abril, día de asesinatos y destrozos que Capriles ni la MUD han condenado claramente, hasta el miércoles 30 en que ardió la AN, ha sido una quincena violenta y lamentable, que ha mancillado el debut de Maduro, quien –en verdad- debe dedicarse a gobernar más y hablar menos. Su discurso ha sido repetitivo, poco novedoso, y gravemente anclado en la memoria de Hugo Chávez, a quien la historia evaluará sin mezquindades ni discursos laudatorios, en las próximas cinco décadas.
El despliegue del “Gobierno de Calle” puede ser una experiencia útil, si no se hunde en el asambleísmo y la retórica barata. Preocupa que los actos de gobierno entren en la rutina del populismo y el discurso electorero permanente.
Venezuela merece sosiego, seriedad en el desempeño público y la honestidad que implique desmantelar las mafias de la corrupción heredadas de la era Chávez.
* EL GENERAL (FAB) TULIO JOSÉ QUINTERO RODRÍGUEZ dejó fea estela en el Servicio Autónomo Puertos y Aeropuertos del Estado Mérida (SAPAM), según empleados que ahora sienten obligación de denunciar las irregularidades administrativas presuntamente cometidas. Su hermana Lesbia Quintero, directora de Planificación y Presupuesto, y la administradora Belkis Rangel son señalas por el supuesto manejo irregular de la partida de viáticos: Hasta 200.000 bolívares mensuales, “sacaban a nombres de los altos funcionarios y empleados, usurparon identidades y falsificaron sus firmas”, lo que podría involucrar judicialmente a agentes bancarios que se prestaron para tales manejos. Me hablan de “desfalco”.
* DOS EX COMISARIOS DE LA DISIP, uno de ellos custodia de confianza del fallecido presidente Carlos Andrés Pérez (AD), son quienes dirigen la seguridad en el Poder Legislativo.
* CON UNA SALUD ENVIDIABLE, presto a celebrar sus 80 años de vida (30.05.1933) el diputado Fernando Soto Rojas (PSUV) es partidario de procurar “una salida política” a la crisis de violencia y desencuentro que sufrimos, con base en el respeto a la Constitución y las leyes, mediante el diálogo. Sería la guinda de su merecida torta de cumpleaños.
* MARIANO DÍAZ, uno de los supuestos cabecillas de la famosa e impune banda “Los Enanos” está siendo investigado por presunta legitimación de capitales (lavado de dinero y enriquecimiento ilícito). Se le vincula con el clan Rangel y el ex banquero Pedro Torres Ciliberto -prófugo de la justicia venezolana por las estafas en Seguros La Previsora, Banco Real y Central Banco Universal-. MD es ampliamente conocido en el sector judicial por sus vinculaciones con jueces y fiscales corrompidos y enriquecidos, que se han dedicado a la extorsión de los implicados en sonados casos supuestamente delictivos, especialmente en banca, seguros y casas de bolsa. “Actualmente –dicen mis fuentes-, está siendo investigado por haber amasado una gran fortuna en pocos años, cuya procedencia no puede justificar”.
* METROCRÍTICA: “La proyectada Vicepresidencia de Suburbanos y Metrocables tiene la gerencia de mantenimiento de dicho alimentador, mas no así su operación; o sea, tiene lo que no existe (sistemas suburbanos) y lo que existe lo dirige otra Unidad, como máxima de este experto en Planificación, presidente de CAMETRO (Haiman El Troudi). Al día de hoy, no tiene donde colocar los trenes de la Línea 1 que fueron sustituidos por la flota española, o como dicen otros no tiene donde poner los nuevos, al ser imposible colocar en circulación la totalidad de la flota, porque la rehabilitación de los sistemas de control de trenes, electrificación y vías férreas aún no alcanza el 50% de avance”.
* LA PARTIDA DEL MAESTRO JERÓNIMO CARRERA (90) ha sido una pérdida para la política noble, decente y valiente que desarrolló en su militancia revolucionaria y especialmente como presidente del Partido Comunista de Venezuela (PCV). Ejemplo de vida, “Don Jerónimo” –como bien le llamábamos en la redacción de La Razón- fue escuela de dignidad, equilibrio y perseverancia para su generación y las que de cerca o lejos, la seguimos. Amigo y camarada de mi padre Manuel Isidro Molina Gavidia (1915-1998), fue compañero en las páginas de opinión en La Razón. La última vez que hablé con él, por teléfono, fue cuando me llamó para solidarizarse conmigo por la golpiza que me dieran cobardemente en junio de 2011, sicarios de las mafias de la corrupción que he denunciado. “No puedes seguir luchando solo contra esas mafias”, me dijo, seguramente observando mi independencia política. Le agradecí y le dije que esperaba que la gente decente reaccionara en contra de la pudrición ética que había enervado al gobierno del presidente Hugo Chávez, una de las peores herencias –agrego ahora- que le toca superar al presidente Nicolás Maduro. Honor a Don Jerónimo, cuyo ejemplo de vida nutre la dignidad del pueblo venezolano. A sus familiares y camaradas del PCV, mi estima y solidaridad.
* INDIGNA EL MISERABLE ASESINATO del joven periodista deportivo Jhonny González, del diario Líder y la redacción integrada de la Cadena de Publicaciones Capriles. Así mueren miles de hombres, mujeres, niños, jóvenes y adultos mayores, a manos de criminales, drogados o no, que muestran así su desprecio por la vida humana y, a la vez, el grado de descomposición que mantiene en vilo a la sociedad venezolana. Mi sentimiento de pesar a sus familiares, y toda mi solidaridad a sus compañeros de trabajo y al gremio periodístico venezolano, “¡Por la vida y contra la impunidad!”
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