¡Permanezcamos en las calles!
Vemos con esperanza y optimismo la ola de rebeldía que ha sacudido a Venezuela desde
inicios del año 2023, en particular desde el 9 de enero, producto de un largo recorrido de
acciones realizadas a lo largo del año 2022 por sectores de trabajadores y trabajadoras,
en las que nuestros jubilados fueron pioneros, ante la muy arbitraria imposición de las
tristemente célebres tablas salariales de la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE).
Desde el Movimiento Popular Alternativo (MPA) celebramos este despertar de nuestro
pueblo en general, que no ha parado de protestar desde hace dos meses. Solo en enero,
el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) contabilizó 1.262 protestas,
lo que significa 42 movilizaciones diarias a nivel nacional, básicamente por razones
salariales. Y el pasado 27 de febrero, en el que conmemoramos los 34 años de la rebelión
popular caracterizada desde aquel entonces como «El Sacudón», 17 de los 24 estados de
nuestra geografía salieron a protestar ante los salarios de hambre impuestos por el
gobierno central, y expresaron con fuerza que, hoy en día, existe tantas o más razones
para salir a la calle que hace 34 años.
Sin embargo, ante tantos reclamos y tantas evidencias de malestar popular, las
autoridades gubernamentales, empezando por el presidente Maduro, mantienen un
silencio arrogante y una total indiferencia, que dice mucho sobre su desconexión y
asombroso desprecio en relación con el sentir de las grandes mayorías, características de
su forma dictatorial de gobernar y su fracasada política salarial y económica en general.
Ninguno de los reclamos formulados por los manifestantes han recibido respuesta alguna
por parte del Ejecutivo Nacional: ni el de los docentes, ni la protesta de los trabajadores
de las empresas básicas de Guayana, ni la exigencia acerca de la indexación de los
salarios y pensiones a la inflación, ni la urgente necesidad de que cese la política de
bonificación del salario y de criminalización de la protesta, ni mucho menos la inmediata
aplicación de un salario mínimo igual a la canasta básica (garantizado por el artículo 91
de nuestra Constitución).
Por ello, debemos elevar cada día más nuestro nivel de conciencia y de organización: el
futuro inmediato nos reserva grandes desafíos ya que el gobierno pseudo-obrero y
pseudo-socialista del PSUV, en complicidad con las cúpulas empresariales y los partidos
de oposición tradicional, no va a cambiar su política despiadada y hambreadora de
explotación de nuestra fuerza de trabajo y de represión contra todos aquellos y aquellas
que eleven su voz.
El reto que tenemos por delante es consolidar o construir poderosos instrumentos de
lucha, es decir, organizaciones sociales que nos permitan derrotar las políticas anti-
populares del gobierno y de sus cómplices. Por ello celebramos, por ejemplo, la Asamblea
Nacional de Trabajadores que se realizará en Caracas el próximo 18 de marzo, así como
todos los esfuerzos que se hagan a nivel nacional y regional o sectorial para unificar
criterios y ejecutar en la calle una sola y misma política.
Nuestro cálido llamado a la dirigencia de este multitudinario movimiento de protestas es
que consoliden cada día más los niveles de organización y de unidad para que las nuevas
protestas y el actual llamado a paro nacional sean plenamente exitosos.
Finalmente, exhortamos a todos nuestros conciudadanos y conciudadanas a sumarse a
este gigantesco esfuerzo que se está manifestando a lo largo y ancho de nuestra
geografía, este titánico esfuerzo de reconstrucción integral de nuestra nación, que
cristalizará únicamente cuando logremos derrotar las dos cúpulas irresponsables y
codiciosas en disputa, cómplices de la destrucción y del saqueo de nuestro gran país.
¡Que se vayan todos! ¡Juntos lo lograremos!
Movimiento Popular Alternativo
Caracas, 02 de marzo de 2023
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