jueves, 27 de octubre de 2022

"El corrupto, inepto y abusador gobierno de Maduro/PSUV no está en condiciones de garantizar transparencia y eficiencia en los intercambios comerciales con ningún país del mundo"


La reciente declaración del presidente Gustavo Petro sobre el contrabando fronterizo masivo, demuestra que Colombia es el reino de las mafias, y que la corrupción de la burocracia civil y militar campea en Venezuela.


El gobierno de Petro debe comenzar por reconocer la real dimensión de las poderosas, profundas y extendidas mafias que han enraizado en Colombia. Todavía no lo ha reconocido con la franqueza que le caracteriza.


Sabemos que en Venezuela, el corrupto, inepto y abusador gobierno de Maduro/PSUV no está en condiciones de garantizar transparencia y eficiencia en los intercambios comerciales con ningún país del mundo"". 


Solo con un cambio verdadero como el que proponemos, se podrá normalizar las relaciones de intercambio internacional, para bien de nuestros pueblos.


Colombia acaba de romper su propio récord de siembra de coca y sigue siendo el mayor exportador de cocaína del mundo, según la ONU. Esas narco-mafias están mimetizadas a lo largo y ancho de Colombia, siendo propietarias y controladoras a sangre y fuego, de actividades como la prostitución, el contrabando, la falsificación de dólares, juegos ilegales, apuestas, sicariato, exportación de mercenarios, tráfico de órganos humanos, y un sinfín de actividades ilícitas, todas bañadas de corrupción y violencia coactiva.


La sola posibilidad de legalización de la cocaína, la marihuana y otras destructivas drogas en Colombia, constituye una seria amenaza para Venezuela y los demás países fronterizos con el territorio colombiano. Es tal el poder del narcotráfico colombiano con su carga de veneno, violencia y perversiones psicopáticas, que su incremento y posible legalización constituye una amenaza estratégica, que no podemos esperar pasivamente. Por el contrario, debe formar parte de la agenda binacional, y eso no se está haciendo. Es tal la inmoralidad incubada en el gobierno y la casa presidencial venezolana, que carecemos de fortalezas e idónea representatividad en la Presidencia de la República, la cancillería y otras altas instituciones del Estado, una enorme desventaja en el plano internacional. 

Tiene razón Petro al levantar su voz contra el contrabando en el intercambio binacional, pero la realidad es que las mafias han enervado a Colombia, y en Venezuela la pudrición apesta. 

En perspectiva, acá necesitamos un cambio verdadero desde el orden ético y moral hasta las estructuras desmembradas del Estado, que no sirven a la empobrecida sociedad sino a los clanes Maduro-Flores, Cabello y tantos otros enriquecidos hasta el asco. Estamos ante un problema mayor, clave, que debemos afrontar en el proceso en marcha por la reconstrucción integral de Venezuela.


Manuel Isidro Molina

Presidente

del Movimiento Popular Alternativo

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