Por Jimmy López
Esta mañana, en la estación Artigas del Metro escuché algo que me puso a reflexionar durante todo el día:
Por el sonido interno llamaron a "la señorita Bella Inefable".
Me llamó la atención, pensé que había escuchado mal, pero instantes después hubo un segundo llamado para que Bella Inefable' se presentara en la cabina de operadores y como para confirmar que mis oídos no me engañaban, hubo un tercer requerimiento de la presencia de Bella Inefable.
Pues bien, todo el día he estado pensando (no sin cierto temor), que las mujeres, ciertamente, son de una u otra forma bellas; además, no es menos cierto que la mayoría de ellas se consideran inefables, infalibles.
Pero (y lo digo con mucho respeto), ¿puede alguien imaginarse a un representante del género masculino intercambiando discrepancias con una dama que lleve por nombre y apellido tales cualidades?
¡Ay mamá!
¿Tenemos los hombres algún chance de triunfar en una discusión con una mujer llamada Bella Inefable?
¡Jamás!
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