domingo, 28 de septiembre de 2008
PASANDO LA HOJA / Claves para comprender el 23N
En plena campaña electoral para la escogencia democrática de gobernadores, legisladores regionales y alcaldes, es bueno puntualizar algunas claves para comprender lo que pudiera ocurrir el próximo domingo 23 de noviembre. Más que información, lo que fluye públicamente es propaganda, versiones parcializadas, mentirosas y manipuladoras desde los comandos políticos, con muy escasa profundidad y una pasmosa carga de cinismo y hasta sinvergüenzura, comenzando por “actores políticos” –de uno y otro bando- que deberían estar tras las rejas, por delincuentes e irresponsables.
Intentaré resumir algunos de esos elementos determinantes, a mi juicio, de los posibles desenlaces:
1.- Como en todo proceso electoral regional y municipal, el acto del 23N tendrá una concurrencia limitada por una abstención que puede superar el 40%. El antecedente inmediato de octubre de 2004, nos indica lo siguiente: en la elección del Alcalde Metropolitano de Caracas hubo la más alta abstención, 81% en los cuatro municipio mirandinos (Sucre, Baruta, Chacao, El Hatillo), y 68% en Libertador; y para las gobernaciones los índices de abstención (www.cne.gov.ve) fueron 61% Bolívar, 54% Lara y Miranda, 51% Anzoátegui, 48% Táchira y Zulia, 44% Carabobo, para sólo mencionar los más importantes. Basta compararlos con el 74,69% de participación en la elección presidencial de 2006, para reiterar una máxima de la sociología electoral mundial: los eventos que más concurrencia atraen son los presidenciales.
2.- Las correlaciones políticas precedentes más importantes en Venezuela son: a) En diciembre de 2006, Hugo Chávez 63%, Manuel Rosales 37%, redondeando las cifras del CNE, como en el numeral anterior; y b) Aunque no estrictamente electoral, 51% “NO” y 49% “SÍ” en el referéndum sobre la reforma constitucional. A mi juicio, este último resultado se ha interpretado equívocamente como un socavamiento definitivo (de 63% a 49%) del liderazgo presidencial, y en consecuencia –también equívoca- un ascenso definitivo de la “oposición” de 37% a 51%. Esa lectura podría estar generando autoengaños en quienes como candidatos y grupos político-económicos opositores están dando injustificado optimismo a sus aspiraciones.
3.- He insistido mucho en el colapso político-institucional de diciembre de 2005 (75% de abstención y 7% de votos nulos) para la elección de la actual disminuida Asamblea Nacional, cuya base electoral fue de apenas un 18%. En esa elección fueron golpeadas por igual las opciones “gubernamentales” y “opositoras”. Quedándose en sus casas, o votando nulo, los electores y electoras les dimos una paliza moral a quienes consideramos corresponsables de la crisis moral que vive la República y de los altos grados de irresponsabilidad en las funciones políticas y político-administrativas.
4.- El derecho al sufragio comienza por la toma de decisión en cuanto a si vamos a no vamos a votar, después vemos por quién votar, si vale la pena. No será la primera vez que en encuestas previas, los índices de intención de “ir a votar” superan el 70%, pero los ciudadanos y ciudadanas, cada día más –afortunadamente- exigen cualidades personales (que no sean corruptos ni incapaces, por ejemplo) y planteamientos políticos y programáticos útiles al país y a cada comunidad, regional y municipal, en esta oportunidad. Es decir, se puede tener la intención democrática de ir a votar, pero se puede concluir que no vale la pena hacerlo por candidatos que no merezcan nuestra confianza, no importa si son “oficialistas” u “opositores”. Algo de eso está ocurriendo: nadie está obligado a votar por candidatos corruptos o ineptos. Podemos ver, entonces, que quienes nos mantenemos al margen de las convocatorias “chavistas” y “antichavistas”, podremos coincidir con partidarios de ambas tendencias en cuanto a negarnos a votar por personas que no merecen nuestra confianza. Por ejemplo en Caracas: ¿quién nos puede obligar a votar por uno de dos políticos y administradores fracasados como Aristóbulo Istúriz y Antonio Ledezma? Esto se podría repetir en varias entidades federales y municipales.
6.- Venezuela luce entrampada entre dos tendencias absurdas, la “gubernamental” atada al autoritarismo estatizante (muy corrompida, dogmática y ultrosa) y la “opositora” de una derecha plutocrática que va de capa caída en América Latina y el Caribe, a pesar de lo cual se le han unido factores más de centro y hasta de centro-izquierda, que vienen abrazando, inexplicablemente, el macartismo neoliberal.
7.- Esta especie de “bipartidismo del siglo XXI” está siendo evaluado por la población. Hay insatisfacciones más que generalizadas, sólo amainadas con descomunales partidas de dinero sucio (ilegal) proveniente de las arcas públicas (gubernamentales y opositoras) y campos insondables como fortunas empresariales y personales y –es factible- de los campos delictivos de la corrupción administrativa, el narcotráfico y otras bandas mafiosas enriquecidas bajo el amparo de la impunidad. Se habla de verdaderas fortunas a espaldas de los electores y electoras, incluso de supuestos pagos clandestinos a precandidatos retirados. “¡No hay nada oculto bajo el Sol!” Con el tiempo, iremos conociendo hechos concretos.
No es una “fiesta democrática” la que tendremos el 23N, pero no deja de ser un hecho político importante. Cada quien debe asumir su responsabilidad, sin lloriqueos ni hipocresías.
EL CONFESIONARIO
LA AGRESIÓN INTIMIDATORIA contra GLOBOVISIÓN el pasado 23 de septiembre, no tiene justificación alguna. Esos panfletos lanzados y la bomba lacrimógena detonada son mucho menos que el alto grado de irrespeto a las leyes y la Constitución que conllevan. Estamos ante un potencial salvajismo político de facciones ultrosas del autoritarismo chavista, prevalidos de impunidad. Es un acto violento y contrario a la dignidad humana y los derechos ciudadanos, tan censurable como el salvajismo de la ultra derecha boliviana quemando radioemisoras, televisoras y edificaciones públicas, lo que en Pando llegó al extremo del genocidio, una bestial matanza que ningún opositor a criticado con fuerza en Venezuela.
MUCHA TRISTEZA, como venezolano, me causó la insólita declaración del ex constituyente, ex Vicepresidente Ejecutivo y ex Fiscal General de la República , Isaías Rodríguez, justificando políticamente la agresión intimidatoria contra GLOBOVISIÓN. Su voz debió ser de equilibrio y respeto a la legalidad, o tal vez, simplemente expresión de amor por la vida, si es que algo de poeta y humanista le queda después de tantos entuertos en la vida pública.
· SIEMPRE ESTARÉ A FAVOR del civismo, del ejercicio político (pensamiento y acción) en libertad para la justicia social y la autodeterminación de los pueblos. En Venezuela, generación tras generaciones, hemos luchado siempre contra el autoritarismo militarista, la violencia generada por el abuso de poder y las visiones dictatoriales de derecha e izquierda. Así como condeno ese tipo de agresiones para-gubernamentales contra los medios de comunicación social críticos y portadores de denuncias, independientemente de que se incurra en exageraciones y hasta en tonos descalificatorios innecesarios, no participo de y condeno firmemente los frustrados intentos de golpes de Estado o rebeliones anticonstitucionales de grupos de derecha que pudieran llegar hasta el magnicidio.
· LA UNILATERALIDAD anti-gubernamental de algunos medios de comunicación es superada grotescamente por la unilateralidad pro-gubernamental de los medios oficialistas. Unos y otros censuran y manipulan, siendo ello parte de la gran trampa en la que estamos los venezolanos y venezolanas. Sin embargo, el problema radica en que el gobierno ha secuestrado medios televisivos y radiales que son de todos los ciudadanos y ciudadanas, y no de una parcialidad política, la del presidente de la República. En esa falta de equilibrios democráticos incurren oficialistas y opositores, pero es al gobierno a quien corresponde dar pauta a favor del derecho a la información oportuna y veraz del pueblo venezolano, pluralmente, de acuerdo con la Constitución vigente. Camino al 23N, esa dinámica absurda se va a radicalizar, queriendo unos y otros rebanar electoralmente al adversario, como ya es costumbre en la Venezuela chavista-opositora que nos tenemos que calar por la irresponsabilidad y la desmesura de quienes dirigen ambos bandos. No entienden que tal intensificación manipuladora se les revierte en falta de credibilidad y menoscabo de la dignidad y el decoro de las instituciones que aspiran controlar a beneficio de parte y no de la nación y su gente, en toda su rica diversidad. Esa es una diferencia importante.
· GUSTAVO JOSÉ CABELLO fue destituido de la jefatura de Fonendógeno, por el ministro de Economía Comunal, Pedro Morejón. Una buena señal ante las denuncias publicadas en esta columna, sobre presuntos actos de corrupción mafiosa, que tiene graves antecedentes en INFRAMIR (Instituto de Infraestructura del Estado Miranda), donde casi el mismo equipo que acaba de ser descabezado por Morejón, no fue castigado administrativamente por el gobernador Diosdado Cabello, quien prefirió dejarlo correr y sacarlo por la puerta trasera, para buscarle otro destino público a su primo Gustavo. Trabajadores y ex trabajadores de ambos organismos exigen –con la Constitución y la ley Contra la Corrupción en las manos- aplicación de la legislación penal a los integrantes de esa mafia, cuyos nombres y cargos hemos publicado. La documentación requerida está en manos del ministro Morejón y del gobernador Cabello, quienes están en la obligación legal y moral de sustanciar los expedientes respectivos y luego entregar a los y las responsables (ex funcionarios y contratistas) a la Fiscalía y la Contraloría General de la República.
manuelisidro21@gmail.com
Columna publicada en el semanario LA RAZÓN, Caracas 28-09-2008.
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