MANUEL ISIDRO
MOLINA
Venezuela sufre
un estancamiento general sin precedentes, en un mar de corrupción, agresiva
delincuencia, desconcierto social y caos económico, que la dirigencia política
polarizada no comprende ni está en capacidad de asumir con responsabilidad
histórica. Pareciera que la consigna es “todos contra Venezuela”, y las
víctimas son el pueblo llano y la empobrecida clase media, severamente
golpeados por la escasez de alimentos y medicamentos, el monstruoso
dislocamiento inflacionario y el brutal ataque de los mafiosos del
acaparamiento y la especulación.
Lo peor de
todo, es que los responsables de esta inmerecida macro crisis, se lavan las
manos, evaden sus competencias y desconocen culpas evidentes: poderes públicos
nacionales, regionales y municipales, empresarios, políticos, militares,
policías, jueces, fiscales, al unísono, hacen el ridículo con sus mentiras,
omisiones, insensateces y prácticas delictivas. No es cuestión de “chavistas” y
“antichavistas”, este drama nacional debemos asumirlo responsable y
valientemente todos los venezolanos y venezolanas de buena voluntad, con ética
política, empresarial y ciudadana.
Aparentemente,
estamos en un “punto muerto”, pero no es así: (1) el prestigio del presidente
Nicolás Maduro sigue cayendo al ritmo del agravamiento de los problemas
nacionales y de la indignación que causa en el pueblo-víctima la asquerosa
corrupción de los civiles y militares que han aprovechado sus cargos para
enriquecerse con recursos públicos; (2) trabajadores y trabajadoras comenzaron
a reaccionar, luchan por sus derechos y acusan vigorosamente a la burocracia
chavista que asfixia los derechos sindicales y profundiza la pérdida del poder
adquisitivo de salarios, jubilaciones y pensiones; (3) el desprestigio de las
opciones políticas polarizadas (PSUV-MUD) abre posibilidades de erupción de
movimientos alternativos; (4) la conciencia de la mayoría independiente del
país, se fortalece y cada día es más capaz de hacerse sentir y superar las
miserias del bipartidismo del siglo XXI.
Está en marcha
una rebelión civil frente al estancamiento general que sufre la sociedad
venezolana, por culpa de los factores irracionales e irresponsables del poder
político, económico e institucional. Inteligencia, sosiego, valentía,
honestidad y dignidad son indispensables, hoy en Venezuela. El futuro depende
de esa gente buena, capaz, responsable y luchadora que abunda en el corazón de
nuestro pueblo.
· TARECK EL AISSAMI, vicepresidente ejecutivo de la República, habría iniciado silenciosamente su defensa legal ante la OFAC (Office of Foreign Assets Control / Oficina de Control de Activos Extranjeros, adscrita a la Oficina de Terrorismo e Inteligencia Financiera del ministerio de Hacienda) de Estados Unidos, mediante la contratación de un bufete especializado en materia de legitimación de capitales. El funcionario ha negado públicamente cualquier vinculación con ambas presunciones de las autoridades financieras estadounidenses: legitimación de capitales y financiación del narcotráfico.
IGUAL ESTRATEGIA HA DESPLEGADO Samark López Bello, quien fue sometido a prohibición de enajenación de bienes y embargo de cuentas bancarias en Estados Unidos, bajo sospecha de legitimación de capitales, financiación de operaciones de narcotráfico, y supuestamente ser “testaferro” de El Aissami. Este contratista de PDVSA, con empresas en Venezuela, Estados Unidos y México, reconoce ser amigo de El Aissami pero niega los cargos administrativos de actos ilegales en EEUU, donde reside con su familia. “Puedo demostrar la legalidad de mis empresas y la procedencia legal del dinero que poseo”, me comentó en conversación privada; y para ello contrató especialistas estadounidenses que ya trabajan en el caso. Lo escuché atentamente y le recomendé exponer ante los medios de comunicación sus alegatos. Es su decisión, y dijo que lo hará en la oportunidad que considere conveniente con sus abogados. TEA y SLB tienen la palabra.
·
AL RESPECTO,
ESCRIBÍ EL 17.02.2017: “La temeraria acusación de EEUU contra Tareck El
Aissami, vicepresidente ejecutivo de la República, no es un acto aislado ni
repentino. Forma parte de la hostilización persistente de la maquinaria
imperialista de Washington... No sorprendió, preocupa… Enriquecimiento ilícito,
corrupción y abuso de poder son constantes impuestas en Venezuela por el
autocratismo de Hugo Chávez, teñido de militarismo y abolengo soviético-cubano.
Las mafias chavistas son las peores de nuestra historia, sin duda, las más
ladronas y asquerosas. Sin embargo, no creo que el narcotráfico sea la piedra
angular del gobierno, acusación temeraria imperialista que no solo no aplaudo
sino que rechazo con firmeza”.
·
COBROS
EXCESIVOS DE DIGITEL por sus servicios de telefonía celular y las
conexiones con Internet y redes sociales, reportan los usuarios de esa empresa.
Un agresivo cambio de planes y nueva facturación sin discriminar servicios,
hacen de Digitel una empresa-sicario contra las personas y el presupuesto
familiar. ¿Lo autorizan Conatel y la Superintendencia de Precios y Costos?
Irrespetando los derechos de los usuarios, dicha telefónica ha “desaparecido”
del mercado el ban conector de Internet, cuyo último costo era de Bs. 80.000
por unidad, para introducir –también agresivamente- un multi-ban para cinco
receptores a un precio loco de Bs. 370.000, solo accesible a personas ricas,
bachaqueros hambreadores del pueblo, corruptos y narcotraficantes.
·
LA RECLUSIÓN
PSIQUIÁTRICA de Alejandro De Armas Dávila (62) durante más de
quince años en la clínica El Cedral, Caracas, vuelve a la palestra judicial, en
medio de una saga familiar que involucra al médico cirujano estético Ricardo De
Armas Dávila, quien se hizo tutor del enclaustrado; y a su otro hermano,
Álvaro, quien reside en España y trata de resolver lo que considera un despojo
de la fortuna familiar por parte de
Ricardo, a quien inculpa de haber aislado a sus padres hasta la muerte,
valiéndose de su condición de médico y de artimañas legales con sus hijos para el vaciado accionario de empresas,
edificios y otras propiedades de sus padres Salvador Armas Hernández y Marina
Dávila de Armas.
·
ESTA SITUACIÓN
NO HA VARIADO, según resumen legal: “Ricardo solicitó a espaldas de sus padres y hermano la interdicción
civil de Alejandro… Lo internó de por vida en una clínica (El Cedral) y le
impide el acceso a cualquier visitante que no cuente con su visto bueno. Sin
autorización judicial expresa, Alejandro De Armas es mantenido allí por su
hermano médico tutor, Ricardo De Armas Dávila, en complicidad con su médico
tratante, Dr. Héctor Aguilera Rosal”.
·
EN CARÚPANO HA
HABIDO PROTESTAS de las comunidades organizadas en CLAPs y consejos
comunales por la falta de suministros de alimentos. “Más de tres meses sin bolsas o cajas CLAP”, exasperó a los vecinos
que decidieron trancar calles de esa ciudad sucrense, con sillas y otros
muebles sacados de sus viviendas. Esta forma pacífica de protesta emplaza a las
autoridades comprometidas con esa política asistencial de emergencia, que no
solo es insuficiente una vez al mes, sin proteínas ni variedad de productos,
sino que en ninguna zona del país ha logrado regularizarse, muy al contrario de
lo que intenta infructuosamente divulgar la propaganda gubernamental.
·
CONTINÚAN LAS
ARBITRARIEDADES del rector de la Universidad Politécnica Territorial
del Estado Mérida Kléber Ramírez (UPTM), Ángel Antúnez, contra la nueva
directiva del sindicato de profesores SIPROIUTE, encabezada por su presidenta Nora
Patricia Rojas. El rector se apoya en un escrito de la consultora jurídica de
la UPTM, Loren Arocha Hernández, a todas luces no vinculante, pues los comicios
profesorales fueron debidamente supervisados por la Comisión Electoral y el
Consejo Nacional Electoral, delegación Mérida, según actas de totalización y
adjudicación de cargos. El martes 21.03 el Consejo Universitario de la UPTM
conocerá la apelación que presentará la directiva sindical.
@manuelisidro21 - @manuelisidroXXI
* Ex presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela
* Licenciado en Comunicación Social - Universidad Central de Venezuela
* Especialista en Ciencia Política - Universidad Simón Bolívar
* Columnista del semanario LA RAZÓN
* Asesor en análisis de entorno político y social
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