sábado, 9 de agosto de 2025

Thaís Rodríguez Gómez cuenta con detalles la insólita agresión de las bandas parapoliciales de Maduro y Cabello contra las Mujeres por la Verdad frente al TSJ el martes 5 de agosto


No solo me permito pedirles que escuchen atentamente, y hasta el final, estas palabras de mi amiga Thaís Rodríguez Gómez, sino que les invito a informarse sobre lo que está ocurriendo, a no convertirse en repetidores de propaganda burda, a no guardar silencio, a no permanecer indiferentes.

¿Qué tipo de sociedad permite que se agreda físicamente y se robe impunemente a un grupo de madres que están reclamando la libertad de sus hijos, acusados sin ninguna prueba de terroristas, violentándoles sistemáticamente su derecho al debido proceso?
¿Qué tipo de democracia es esta?
Lo anterior lo escribo como un ciudadano venezolano más, profunda y genuinamente preocupado por lo ocurrido la noche de ayer martes 5 de agosto de 2025 a las afueras del Tribunal Supremo de Justicia.
En adelante escribo, además, como chavista y militante revolucionario: 
¿En nombre de qué revolución se permiten semejantes atropellos? Porque aunque les parezca impertinente y chocante cada vez que tienen que leer o escuchar algo parecido (y justo por eso habrá que recordárselos siempre,) la Revolución bolivariana, la comandada por Hugo Chávez Frías, jamás se trató de ensañarse contra nadie, y muchísimo menos contra el más débil. Se trató siempre, entre muchas otras cosas, de que las mayorías violentadas, explotadas, marginadas e invisibilizadas recuperaran su dignidad y se hicieran protagonistas y dueñas de su destino. 
¿Qué clase de revolución entroniza y aplaude o permite actuar impunemente a una gente que solo sabe ser "valiente" o "fuerte" contra un grupo de señoras desarmadas? ¿Dónde está la dignidad y el acto de justicia detrás de semejante acto de cobardía? ¿Dónde están las instituciones obligadas a dar respuesta? ¿Dónde está el liderazgo político tomando la palabra para condenar estos hechos?
Reina el silencio. Y ese silencio reinante es signo de que se ha normalizado un ejercicio de la política reñido con la ética. Se ha normalizado un ejercicio de la política que se traduce en algunas pequeñas victorias para unos pocos en lugar de grandes victorias para las mayorías, como las muchas que alcanzamos hasta no hace tanto. Y ese silencio que nos habla de política sin ética, sin referentes éticos, se va esparciendo por todas partes, porque nadie se atreve a dar el ejemplo, por complicidad, por ignorancia o porque quien da el ejemplo es condenado, atacado, vilipendiado, apartado. Por eso, en medio de tanto silencio, valen tanto la palabra de Thaís y el ejemplo de esas madres que luchan por la libertad de sus hijos. A ellas, mis respetos, mi solidaridad y mi voz de aliento.

Reinaldo Iturriza López
Caracas, 6 de agosto de 2025 

No hay comentarios: