A veces la historia
es como una tortuga sin pata,
un “carapacho”
que no se mueve.
Se desplazan hasta las piedras
y ella ahí,
enganchada,
pegada, estática,
pasmada y detenida,
recorriendo el planeta
corrosivamente estacada
en un mismo sitio…
Pero la vida
no está estacionada,
no está remansada…
la vida son caminos
y en cada camino
hay muchos planetas,
hay mucho cometas
como también
vetas y meandros
y así vamos,
transitando ideas,
trasladando pensamiento,
peregrinando palabras…
La existencia no es un exilio
ni una piscina de arena,
mucho menos
algo melancólico
algo perdido…
Mi aversión al vacío,
al individualismo,
a lo desolado
me une a lo viviente,
me reúne con lo habitable,
me junta a lo colectivo,
me incorpora a lo asociativo…
La gente común,
los ordinarios,
son los que trabajan,
son los que cargan a la familia,
son los que cargan al país,
son los que cargan al planeta…
Son los que levantan horizontes,
son los que buscan soluciones,
son útiles,
son sólidos…
Son los constructores de los días,
son los que alimentan los sueños,
son los que secan las lágrimas
son los que persisten…
Son los que están,
son la multitud,
en definitiva son
la Gente Común...
Humberto Rojas D.
07-11-2025
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