La gira internacional del diputado guaireño Juan Giaidó por varios países de Europa, Canadá y Estados Unidos, ha sido una muestra del interés de Donald Trump en apuntalarlo, dados su alicaído liderazgo en Venezuela y las fracturas irreversibles en la oposición venezolana.
Queda por verse cómo Trump hará para mejorar la imagen y el liderazgo real de Guaidó en Venezuela, después del manifiesto apoyo bipartidista al dirigente político, vitoreado en el Congreso estadounidense y recibido por su mentor en la Casa Blanca.
La gira europea fue bastante mediana, a pesar de las reuniones con el primer ministro inglés y el presidente francés, igual que ocurrió con el primer ministro canadiense. Nada nuevo o importante sucedió.
En EEUU, el potente mensaje de Trump y la efusividad bipartidista en el Congreso, fueron un mensaje de poca influencia en Venezuela y un estímulo impositivo para los aliados de Trump en los 58 gobiernos que junto con Washington reconocen a Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela, bajo coacción gringa.
Los integrantes del "Grupo de Lima" y otros gobiernos subalternos de Washington en América Latina y el Caribe, recibieron una orden imperial, fuertemente coactiva y casi inevadible. Cercarán más al gobierno del presidente Nicolás Maduro, como ocurrió con el de Fidel Castro en 1961? Venezuela no es Cuba.
Desde Miraflores -parece lógico-, seguramente acelerarán su viraje hacia el eje euro-asiático al cual está atado Maduro, con China, Rusia, India y Turquía como grandes aliados políticos, económicos, comerciales, militares, científicos y tecnológicos, hasta un punto de no retorno.
Restando los 59 gobiernos que dijo Trump respaldan al inexistente "gobierno" de Guaidó, "presidente encargado" autoproclamado, quedan 132 países cuyos gobiernos reconocen de hecho y de derecho a Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Entre ellos, los de países tan importantes como Argentina, México y casi todos los integrantes de la OPEP. Además, formalmente, la Unión Europea mantiene sus relaciones diplomáticas con Caracas, igual que lo hacen la ONU, el Grupo BRICS, los No Alineados (NOAL) y el Grupo de los 77+China, etc.
La política doméstica venezolana poco cambiará, a partir de ahora por el reimpulso estridente de la conocida línea dura de Trump contra los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, desde donde la enfrentan coordinadamente junto con los movimientos políticos y sociales del estigmatizado por la derecha latinoamericana "Foro de Sao Paulo".
Manuel Isidro Molina
@manuelisidroXXI
05.02.2020
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