Quién puede negar en Venezuela que el nombre de Teodoro Petkoff está familiarizado con todas esas generaciones del sesenta hasta los inicios del dos mil. Su agitada vida de rebelde guerrillero y hombre público lo reafirma como uno de los venezolanos del siglo XX y comienzos del XXI, de mayor connotación en la vida pública nacional.
Este legendario guerrillero nació en el sitio conocido como El Batey, estado Zulia, el 3 de enero de 1932, hijo de padres judíos, su padre búlgaro y su madre polaca.
Su agitada vida política la inicia siendo muy joven desde que en 1949 ingresó al Partido Comunista de Venezuela (PCV), allí se formó compartiendo altas posiciones de dirección en el Buró Político Nacional.
Como dirigente estudiantil fue un combatiente tenaz contra la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, en la que sufrió cárcel y torturas.
En 1960 egresa Cum Laude como economista de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y de inmediato sin amilanarse ante el terror y la opresión que existía en la naciente democracia representativa, en el gobierno de Rómulo Betancourt, se incorpora a la lucha armada urbana, como Comisario Político, en el comando de Douglas Bravo.
Fue uno de los legendarios y rebeldes comandantes de las montañas de Falcón y Yaracuy, en el célebre Frente Guerrillero José Leonardo Chirinos, brazo armado de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), organización armada creada en 1962 por el Partido Comunista de Venezuela (PCV), donde participa acompañado de Douglas Bravo, su hermano Luben Petkoff, Elías Manuitt Camero, Hilarión Larrarte Rodríguez, Genaro Guaitero, Elegido Sibada (a) Magoya; José Manuel Saher (alias Chema), Domingo Urbina y Alí Rodríguez Araque, entre otros.
Sus fugas de las cárceles fueron celebres de donde en tres oportunidades pudo escapar de las mazmorras del régimen, la primera en 1963, cuando al ser recluido al Hospital Militar de Caracas, fingiendo una enfermedad aprovecha y descolgándose del séptimo piso de la edificación hospitalaria logra huir; posteriormente, cuando en compañía de Pompeyo Márquez y Guillermo García Ponce, escapan por un túnel del Cuartel San Carlos. De este hecho poco se ha dicho la verdad; pero uno de los artífices de esta fuga fue don Ricardo Briceño Olachea, quien en sus últimos años de vida, fue el cronista Oficial de Barrancas, municipio Cruz Paredes del estado Barinas.
La última fuga fue en 1969, pocos días antes de la política de pacificación implantada en el gobierno de Rafael Caldera, lo que le permite reincorporarse a la vida civil, por lo que en 1971 con un grupo de destacados dirigentes de izquierda disidentes del partido rojo, funda el Movimiento al Socialismo (MAS). Llegó a ser diputado, candidato presidencial; en el segundo gobierno de Rafael Caldera, ministro de su gabinete.
En 1998, renuncia al MAS por estar en desacuerdo con la línea de ese partido de apoyar la candidatura presidencial de Hugo Chávez Frías, incorporándose de lleno a la actividad periodística, como director del Diario El Mundo, hasta fundar su propio periódico Tal Cuál, siendo su director y editor. A la vez, en la madurez de su vida ha venido desarrollando su talento de escritor y ensayista con un sin número de publicaciones que lo sitúan entre los más diáfanos pensadores venezolanos de los últimos tiempos.
En el 2005, tuve la honra de presentarle uno de sus libros, titulado: Dos izquierdas, editado por Alfadil. En fin, son muchas cosas que se pueden decir de Teodoro Pekott, pero creo que la colega periodista Elizabeth Araujo el 3 de enero de 2018 precisa acertadamente, al señalar que: ”Hay una Venezuela que defiende con valentía y honestidad su futuro. Y en medio de este vasto territorio donde se siente no pocas veces el dolor, la tristeza y la desolación, emerge grabado en roca sólida el nombre de Teodoro Petkoff. Con Teodoro pasa que puedes combatirlo, quererlo o ser indiferente a su trayectoria de dirigente político, intelectual, escritor y periodista pero tropezarás siempre con alguien honesto, sincero, que no traiciona ni capitula a sus ideales. Tenerlo como amigo ha sido para quienes le conocemos un regalo de la vida. Hoy, cuando arriba a sus 86 años, Teodoro continúa siendo uno de los personajes más ilustres de un país tan necesitado de justicia como de democracia y libertad. ¡Feliz cumpleaños, Teodoro!”
Alberto Pérez Larrarte
Cronista Oficial del Municipio Barinas.
De mi libro Calendario histórico de Venezuela.
Tomo I, Mes: enero
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