viernes, 6 de septiembre de 2024

LIDA SILVA / A la memoria de mi padre José Maximiliano Silva Salguero

"Con la tranquilidad asombrosa que lo caracterizó, trató de inculcar en el seno de su familia las ideas progresistas y de avanzada, donde el estudio era tarea fundamental en su hogar, siempre aconsejaba a sus hijas e hijos sobre la necesidad de estudiar, de leer y de prepararse para la lucha"

Por Lida Silva

Tal día como hoy, 5 de septiembre pero de 1916, nace José Maximiliano Silva Salguero, periodista, intelectual revolucionario, dirigente sindical, militante histórico del Partido Comunista de Venezuela, miembro de su Comité Central y fundador del PCV en Barinas.

Silva Salguero como le conocían todos, nació un 5 de septiembre de 1916 en la población de La Miel, en el Estado Lara. Desde muy niño se muda con sus padres a un caserío llamado Chingalí en la población de Turén estado Portuguesa, era una persona de buen carácter, tranquilo, humilde, sencillo y callado, pero firme en su convicción revolucionaria. 

En la época de los años 30, se inició en Turén como maestro de escuela estadal en la cual fue reconocido por su brillante actuación y pedagogía para enseñar a los muchachos, pero más tarde decide radicarse en Acarigua. 

Ya en Acarigua, viendo la difícil situación que se vivía en la época, la represión y los hechos inhumanos propios del sistema capitalista, le hacen sentir en lo más profundo las miserias y atrocidades que sufría el pueblo y eso lo convierte en revolucionario por lo que no dudó en incorporarse al PCV en 1942 a través de un círculo de lectura acerca del generalísimo Francisco de Miranda que dirigía Fortunato González, quien era hermano de Pedro Miguel González, quien lo captó para el partido. 

Pedro Miguel estuvo entre los fundadores del PCV en el estado Portuguesa. Ese mismo año de 1942, conoció a Trino Meleán, para esa época Trino era estudiante de medicina, y ya se perfilaba como un dirigente del partido. 

En 1946, solicita al partido, que lo envíen al Zulia a trabajar  para participar en las luchas de los trabajadores petroleros, sin embargo, el Comité Central decidió enviarlo a Barinas, donde también había campos petroleros y podía ayudar en el trabajo organizativo del partido. 

Llegó a Barinas en 1946, trabajó junto a la camarada Olga Luzardo en la construcción del partido, allí conoció a quien fuera su compañera inseparable María Teresa Larrarte, quien lo acompañó en las más duras circunstancias durante el resto de su vida, con quien contrajo nupcias el 10 de agosto de 1949 y  procreó seis hijos. 

Por instrucciones del PCV a finales de 1953 se trasladó a Caracas, se radicó en Coche donde continuó con su militancia comunista y en 1955 regresó a Acarigua, pero Silva Salguero debía permanecer en la clandestinidad desde donde cumplía con las actividades que le encomendaban hasta 1958 cuando cayó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, evento en el que participó junto al presidente de la Junta Patriótica en Portuguesa, el camarada Félix Gómez Román. 

En 1962 el PCV asumió la lucha armada en rechazo al famoso Pacto de Punto Fijo, el cual significó la entrega del territorio venezolano a las empresas trasnacionales traicionando al pueblo venezolano.

Al poco tiempo es detenido, y es trasladado al campamento antiguerrillero de Urica cerca de El Tocuyo en el estado Lara, su esposa logró visitarlo porque se dio cuenta que a los guardias les gustaban las novelas de vaquero, y a la siguiente visita llevó varias para que los guardias las leyeran; desde ese día la dejaban pasar para ver a su esposo. 

Una dura anécdota de los años de clandestinidad, fue la vez que el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) allanó su casa a las 3 de la mañana, consiguiendo como único “cuerpo del delito”, los libros que podían comprarse en cualquier librería y que eran caracterizados como peligrosos para la seguridad del Estado. 

En el libro “El Túnel del San Carlos”, escrito por Guillermo García Ponce, se menciona a Silva Salguero, igualmente en el libro del escritor barinés José León Tapia titulado “Rafael Octavio Jiménez: General de Ilusiones”, el también escritor y arqueólogo José Esteban Ruiz Guevara, en su prólogo hace una corrección al escritor y narra parte de la fundación del partido en Barinas allí menciona a Silva Salguero como fundador del Partido Comunista en Barinas, como  consta en las actas del registro civil de la ciudad de Barinas, lamentablemente a la desaparición física de Ruiz Guevara, éste no había terminado de escribir sobre la fundación del PCV en Barinas, la cual vivió muy de cerca. 

Es liberado en 1965 por presión del movimiento por la libertad de los presos políticos y de la Asociación venezolana de Periodistas (AVP) de la cual él era parte. 

En 1966 o 67 participó en la fundación de la Asociación Venezolana de periodistas en Portuguesa (AVP). 

En 1968 participó como candidato al senado por Unión Para Avanzar (UPA), fachada legal del todavía ilegalizado PCV. 

En 1970 fue legalizado el PCV y comienza la reorganización del partido en Portuguesa con el camarada Trino Meleán a la cabeza. 

"Silva Salguero tuvo el honroso
privilegio de haber participado
en los ocho congresos
que realizó el PCV"

En 1976 participó en la fundación del Colegio Nacional de Periodistas organización en la que ejerció diversos cargos con honestidad y entereza, actividad ésta que le reconocen sus colegas en el estado Portuguesa, aún quienes no profesaban sus mismos ideales. 

Silva Salguero tuvo el honroso privilegio de haber participado en los ocho congresos que realizó el PCV, llegó a ser miembro del Comité Local Páez de Acarigua, Comité Regional de Portuguesa y Comité Central. Silva Salguero, nunca se negó a realizar las tareas del partido, siempre cumplió a cabalidad y con disciplina las responsabilidades que le fueron delegadas. 

Con la tranquilidad asombrosa que lo caracterizó, trató de inculcar en el seno de su familia las ideas progresistas y de avanzada, donde el estudio era tarea fundamental en su hogar, siempre aconsejaba a sus hijas e hijos sobre la necesidad de estudiar, de leer y de prepararse para la lucha y explicaba con claridad y sencillez los males inherentes de la sociedad burguesa y de la necesidad de la construcción del socialismo como única vía para la liberación de los pueblos. 

Eran conversatorios que el Silva realizaba con la familia cada día proponiendo algún tema y donde todos participaban y discutían, él colocaba el tema sobre la mesa y comenzaba la discusión, cada quien daba su aporte, su opinión, unos de acuerdo y otros no y al final despejaba dudas y aclaraba conceptos. 

En 1988 viajó a la Unión Soviética (URSS), Alemania Democrática (RDA) y a Cuba a cumplir tareas del Partido, en este viaje logró el sueño más grande de su vida, visitar el Mausoleo de Lenin y allí expresó: “Ya puedo morir tranquilo”.

Luego de su regreso de la URSS continuó con las tareas del partido y a principios de los 90 enfermó, por lo que tuvo que retirarse de sus actividades. 

Puedo decir sin más preámbulos que para mí fue el mejor padre, amigo y camarada, siempre presente en mi recuerdo.

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