viernes, 21 de febrero de 2020

ANÁLISIS / La errática política petrolera venezolana actual


Por Roberto Carlos Palacios  
Cátedra Che Guevara – Venezuela
@catedrache

¿Cuáles son los paradigmas de la actual política petrolera? ¿Por qué no hay información? ¿Es un tema subalterno el petrolero?

En Venezuela reina la falta de transparencia, no hay información oficial, y la que se divulga se difunde por vías inadecuadas y con voceros consustanciales con la opacidad reinante. En el caso de la industria petrolera, dejó de ser la nave nutricia de la Revolución Bolivariana con Chávez para convertirse en la culpable de cuanta deformación se le ocurre a cualquiera.

Desde la Catedra Che Guevara – Venezuela consideramos fundamental exponer aspectos centrales de la actual política petrolera que están directamente relacionadas con la situación general del país. 

Política Fiscal y Control Operacional

El primer aspecto a analizar es la política fiscal petrolera, que durante el período del Comandante Chávez estuvo fundamentalmente centrada en las regalías, que no es otra cosa que la participación del Estado Venezolano como propietario del recurso natural que provee de energía al mundo, esta participación en el negocio petrolero está relacionada con los volúmenes producidos y el precio del petróleo, se percibe por cada barril extraído en cualquier yacimiento del país, y este aspecto es fundamental y poco mencionado, la posibilidad de recaudar las regalías está directamente ligada al control operacional que se tenga de la industria petrolera. En otras palabras, si se extrae un barril de petróleo del territorio nacional y el precio es de 50$ por ejemplo, al país le corresponde el 33,33% (incluyendo el impuesto de extracción), es decir, por cada barril que se extraiga Venezuela obtiene 16,665 $. Salta a la vista que para determinar cuánto le corresponde recaudar a la república es necesario tener control operacional para poder determinar cuál es la producción y por tanto la regalía.

El otro aspecto a señalar es el Impuesto sobre la Renta, impuesto que era el pilar del régimen fiscal petrolero durante la cuarta república, y que supone una participación del Estado en las ganancias pero que no constituye la base de recaudación mayor a la que se puede aspirar. 

Si tomamos el ejemplo usado para expresar el aporte de las regalías, podemos hacer lo propio con el ISLR. Si partimos de un barril de petróleo a 50$ al cual hay que restarle aproximadamente 15$ de costos de producción (es un costo de producción aproximado para crudo mediano) y 16,665 $ de regalías, de esta manera llegamos a lo que queda disponible deduciendo Costos y Regalías: 18,335 $, de los cuales se debe pagar el ISLR que serían 9,1675 $. De estas básicas operaciones observamos que la recaudación por vía de las regalías (16,665 $) es mayor a lo recaudado por vía del ISLR (9,1675 $).

De allí la importancia de tomar control de PDVSA luego del sabotaje petrolero de 2002-2003, con lo cual era posible impulsar un régimen fiscal anclado en las regalías, el Comandante Chávez logró elevar los ingresos del país por vía del control de los volúmenes de producción, y esto fue posible no sólo ajustando los porcentajes de esos impuestos (las regalías pasaron de 1% a 33,33% y el ISLR fue fijado en 50% con el Comandante Chávez) sino a partir del control operacional que ejerció el Estado a través de PDVSA sobre los yacimientos.

A partir del Sabotaje Petrolero de 2002-2003 Chávez inicia la toma de PDVSA y a través de ella emprende el camino del control operacional de toda la industria petrolera venezolana, resalta la recuperación de la Faja Petrolífera del Orinoco a través del establecimiento de nuevas condiciones para las empresas transnacionales que son resumidas en el artículo 2 del Decreto 5.200, promulgado por el propio Chávez del 26 de Febrero de 2007:

“La Corporación Venezolana del Petróleo, S.A., u otra filial de Petróleos de Venezuela, S.A., que se designe al efecto, será la empresa estatal accionista de las nuevas Empresas Mixtas, correspondiéndole como mínimo, en cada una de ellas, una participación accionaría del sesenta por ciento (60%). El Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo determinará en cada caso, la valoración de la Empresa Mixta, la participación accionaría de la filial de Petróleos de Venezuela, S.A. designada a efecto, y los ajustes económicos y financieros que fueren procedentes.”

Se crean las empresas Mixtas, a partir de entonces la explotación petrolera tendría a PDVSA y el Ministerio de Petróleo como responsables y los socios (las transnacionales) sólo podrían aspirar al 40% de participación accionaria, reservando al Estado Venezolano el control operacional del negocio petrolero en todos sus eslabones.

¿Por qué es importante el Control Operacional?

De esta manera, el Comandante Chávez perfilaba su política fiscal, con el control operacional del negocio petrolero ahora era viable incrementar el ingreso del país a partir del establecimiento de nuevas condiciones, las regalías en la cuarta república eran del 1%, no existía control operacional que permitiera captar recursos por esa vía, las operaciones en los yacimientos eran ejecutadas por las empresas transnacionales sin control del Estado.

Con el Decreto 5.200 el Estado asume el control operacional y los ingresos petroleros se incrementan posibilitando la captación de recursos para lo que el Comandante Chávez llamó “el pago de la deuda social acumulada”, es decir, recursos que permitieron acometer la tarea de la elevación de las condiciones materiales y espirituales del pueblo venezolano para asumir el reto de la transformación radical de la sociedad.

¿Cuál es la Política Fiscal Petrolera del Presidente Maduro?

La actual política fiscal petrolera presenta inconsistencias con las denuncias que se hacen de bloqueo y sanciones por parte del gobierno de Estados Unidos. En primer lugar, el gobierno del Presidente Maduro emitió el Decreto Número 3.569, publicado en la Gaceta Oficial 41.452 “mediante el cual se exoneran del pago del Impuesto Sobre la Renta, los enriquecimientos de fuente territorial o extraterritorial obtenidos por Petróleos de Venezuela (PDVSA), empresas filiales y las empresas mixtas domiciliadas o no domiciliadas en la República Bolivariana de Venezuela, provenientes de las actividades de producción de hidrocarburos.” Este decreto fue ratificado el martes 28 de enero de 2020 en la Gaceta Oficial 41.809 que contiene el Decreto Presidencial Número 4.106. Si volvemos al ejemplo del barril de petróleo a 50$, estamos dejando de percibir los 9,1675 $ por cada barril extraído y dejando a los privados 18,335 $ por cada barril que se produce.

Por otro lado, fueron firmados los llamados “acuerdos de servicio conjunto” que son contratos para producir enmascarados en acuerdos de servicios, con miras a exonerar a las empresas participantes de los impuestos respectivos, todo en nombre de lo que el actual Presidente de PDVSA llama “una nueva metodología de desarrollo de campos”.  

Se otorgó a China el 9.9% de las acciones de PetroSinovensa para que alcance 49.9% violando el Decreto 5.200 promulgado por Chávez el 26 de Febrero de 2007, donde se establece que PDVSA en ningún caso tendría menos del 60% de las acciones. En el caso de PetroMonagas donde PDVSA tenía el 70% de las acciones, se entregó a los rusos 19.9% de las acciones y como en el caso de PetroSinovensa PDVSA sólo quedó con 50.1 % de las acciones.

Equipos y activos de PDVSA han sido entregados a empresas privadas que ahora detentan el control operacional de los yacimientos, como ha sido expuesto por ejemplo por los trabajadores de Perforación Direccional de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Bajo este esquema paulatinamente el Estado Venezolano ha cedido el control operacional que ejercía sobre la industria petrolera nacional y ha exonerando de impuestos a las empresas transnacionales que participan de la explotación petrolera, con lo cual ha ido a contracorriente respecto a la política petrolera del Comandante Chávez. Si se entregan los yacimientos a empresas privadas se entrega la política fiscal de Chávez basada en las regalías, y si a eso se suma la exoneración de ISLR del Decreto 3.569 y 4.106, se está renunciando además a pechar las ganancias de un negocio como el petrolero.

En un próximo editorial hablaremos de la pugna histórica por determinar el uso y destino de los recursos petroleros que hoy algunos pretenden desestimar desde las falacias del postrentismo.

No hay comentarios: