MANUEL ISIDRO MOLINA
La macro crisis que sufre Venezuela es para largo, a pesar de lo extendida y profunda que ha sido con sus altibajos desde 1989. Afirmar algo distinto sería no solo irresponsable y mendaz, sino un engaño para quienes desde la perspectiva individual y familiar desean –con justicia- “salir de esto” lo más pronto posible, en semanas o meses. No es posible.
Aunque los factores de poder no quieran reconocerlo, precisamente por ser corresponsables de este drama histórico, en el fondo sufrimos una crisis moral y ética acumulada desde la primera mitad de la década de los años setenta del siglo pasado hasta hoy, sin solución de continuidad. La política y los negocios se han hecho más ruines y mezquinos, miserables, sin sentido de patria ni responsabilidad social y con una miopía estratégica asombrosa.
Venezuela ha sido arruinada por sus dirigentes políticos, empresariales y comunicacionales, devenidos en mercenarios espuelados por el hedonismo, el consumismo y la más fría y espantosa falta de escrúpulos, tanto en los asuntos públicos como en los negocios privados.
Venezuela ha sido saqueada y descapitalizada, para asombro del mundo. Gigantescas fortunas -bien y mal habidas- anidan en los bancos, circuitos de inversión, propiedades inmobiliarias y otros negocios en todas partes del mundo, especialmente en Estados Unidos, Europa, América Latina y el Caribe, sin que se puedan omitir los “paraísos fiscales” y algunos nichos del lavado de dinero como Panamá y República Dominicana.
Impunidad, complicidad y descaro
Si bien la delincuencia asociada a las rapiñas del poder nos vienen desde la colonial cultura española, las mutaciones de los delincuentes colombianos nos han marcado profundamente, hasta el punto de que no hay forma de combatir el delito en Venezuela, si no se conocen a fondo los modos delictivos colombianos, su naturaleza y enormes capacidades: sus mafias hicieron de Venezuela su segundo botín, después de Colombia, cuya economía está enervada por el narcotráfico y las prácticas paramilitares, igual que afectada por más de medio siglo de violencia política.
A partir del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-79) el fenómeno de la corrupción administrativa echó raíces más profundas en la política, la función pública y los negocios privados en Venezuela. La pudrición se hizo norma, a ritmo de la bonanza petrolera; pero a partir de 1999, con Hugo Chávez en la presidencia de la República, y Luis Miquilena y José Vicente Rangel en la conducción política del gobierno desde Relaciones Interiores y Cancillería, respectivamente, pues la pudrición hizo metástasis, hasta hoy.
Los grados de impunidad, complicidad y descaro han sido asqueantes, insultantes. Casi “no hay hueso sano” en esta pudrición: familias enteras se han dedicado al latrocinio, civiles y militares activos y retirados, asociados en mafias tenebrosas enquistadas en altas esferas de poder, han saqueado a la nación. Sus efectos no son solo dinerarios –lo que en bolívares y dólares o euros se han robado-, el aparato público agigantado arbitrariamente se ha hecho inmanejable y cada día más ineficiente e ineficaz: las empresas públicas son una calamidad, desde PDVSA hasta las industrias básicas de Guayana, y las unidades productivas privadas nacionalizadas o simplemente arrebatadas están en precarias condiciones, igual que los fundos agropecuarios invadidos por la burocracia chavista y la codicia de las mafias partidistas, especie de cáncer adicional en etapa de metástasis.
Los militares corruptos –excluyo a quienes han mantenido su dignidad y vigor ético- han escrito en estos tiempos unas de las peores páginas de la historia venezolana y de la historia misma de la Fuerza Armada Nacional. Se han hecho unos ladrones asquerosos, muy codiciosos y hedonistas, de lo más vulgar que haya pasado por América Latina y el Caribe, que es mucho decir. Todos estos sinvergüenzas gozan de impunidad total, “ni con el pétalo de una rosa”: claro, salvo que “traicionen” a los poderosos de turno, ayer Hugo Chávez y hoy Nicolás Maduro.
Capítulo especial es la actual familia presidencial: ¡Jamás se había visto algo similar, en materia de narcotráfico y enriquecimiento ilícito mediante tráfico de influencias y corrupción administrativa. Si bien las responsabilidades penales son personalísimas, alarma los grados y modos de riqueza que muestran orondos hijos y sobrinos.
La crisis política viene de y con este desbarajuste, igual que la crisis económica y las calamidades sociales: sufrimos un estadio político, económico y social sin precedentes, de enormes dimensiones, que no podrá ser superado con los esquemas actuales ni por el gobierno ni por la oposición fracturada y también corrupta que lo enfrenta.
Indispensable es construir un nuevo y futurista proyecto político nacional, que interprete y entusiasme a la mayoría inconforme que exige cambios por vías distintas al neoliberalismo pro imperialista y al estatismo autoritario y corruptor.
· LOS PAPELES Y ARCHIVOS DE DIEGO SALAZAR, privado de libertad por legitimación de capitales y otros delitos imputados por la Fiscalía General de la República, evidencian la actuación deliberada y bien orquestada de hermosas jóvenes provenientes del Concurso “Miss Venezuela”, bajo la rectoría de Osmel Sousa y Antonio Chambra, dueño de la cadena de tiendas “Traki” y otros negocios a la sombra del poder.
· UTILIZABA A LA MISSES PARA SEDUCIR, HALAGAR Y SOBORNAR altos funcionarios del gobierno nacional, ministerios, PDVSA, la banca pública y otras empresas del Estado. La lista es larga.
· OSMEL SOUSA, conocido proxeneta impune, acostumbrado a esas prácticas desde hace décadas, con empresarios venezolanos y extranjeros, llegó a penetrar el Poder Judicial, la Fiscalía General de la República, la Asamblea Nacional y el Banco Central de Venezuela, entre otras instituciones públicas, con la búsqueda de “padrinos” de las misses, quienes obtenían así recursos para sus vestidos, calzado, alimentación, cuidados estéticos, gimnasios, viajes, hoteles, vehículos, restaurantes lujosos, etc.
· SALAZAR CONTRATÓ A VARIAS DE ESTAS JÓVENES BELLAS “para seducir y sobornar, obtener contratos e información privilegiada de las políticas y negocios públicos”. Según mis fuentes, los organismos de investigación criminal apuntan “a dos ex Miss Venezuela, una residenciada en Bogotá y otra en Estados Unidos”, quienes“recibían pagos a través de fundaciones”.
· LA INVESTIGACIÓN ESTÁ EN CURSO y habría sido el verdadero motivo por el cual Osmel Sousa abandonó, a la carrera, la conducción del afamado “Concurso Miss Venezuela”, hoy cerrado por decisión de Venevisión, igual que el “Concurso Mister Venezuela”.
· LA VERDAD ES QUE EL PROXENETISDMO DE OSMEL SOUSA y la dudosa actuación de algunas agraciadas jóvenes del Miss Venezuela no son nada nuevo. Lo saben decenas de acaudalados empresarios venezolanos que igual que Donald Trump han aprovechado sus fortunas para comprar “damas de compañía”, “anfitrionas” y amantes de lujo, algunas de ellas con la suerte de haber “coronado” matrimonios de ensueño.
· TAMPOCO ES QUE HAYA SIDO PRÁCTICA EXCLUSIVA del magnate en desgracia Diego Salazar, agente asegurador de PDVSA bajo la conducción de su primo Rafael Ramírez, ex representante de Venezuela ante la ONU, y actual contradictor del presidente Nicolás Maduro Moros.
· TONY CHAMBRA SE ASOCIÓ CON SOUSA y participaba en las presentaciones privadas de las misses a empresarios, militares de alto rango, parlamentarios y altos cuentadantes del Estado. Cuando se conozca la lista de “clientes” de Osmel Sousa y Chambra, “cae medio gobierno y tiembla la FANB”, exageró mi informante, muerto de la risa.
· BOLIEMPRESARIOS Y MILITARES “GUISAN” fortunas increíbles en la industria azucarera del Estado, con sobreprecios y la asignación preferencial de cupos de divisas, fugas financieras y sobre costos que están siendo trasladados criminalmente a los consumidores. En el ministerio de Alimentación esta práctica delictiva es vox populi. Los ministros Luis Alberto Medina (Alimentación), Castro Soteldo (Agricultura) y Padrino López (Defensa) deben intervenir urgentemente. ¿Por qué no persiguen a los mafiosos del azúcar?
· EL GABINETE ECONÓMICO SUFRE PARÁLISIS preocupante, según empresarios, docentes universitarios e investigadores: “No hay respuestas para los productores agrícolas ni la agroindustria… Estamos pagando el desastre acumulado por las gestiones de Barroso, Loyo, Jaua y sus sucesores. El inmovilismo es de espanto”.
· EN EL MINISTERIO DE SALUD Y EL IVSS, ambos a cargo del farmaceuta Luis López, ocurren irregularidades que se han agravado en la adquisición de medicamentos, equipos y otras contrataciones. El ministro es pieza del funcionariado recomendado por el vicepresidente ejecutivo Tareck El Aissami, desde su gestión en la gobernación de Aragua.
· EXAVIER CAMPOS, médico larense, “recomendado de Reyes Reyes”, es simultáneamente viceministro para la Red Hospitalaria y Ambulatorios de Min-Salud y director de Salud del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS). Se ha hecho experto en contrataciones directas sin licitaciones ni consultas de precios, a beneficio de varias empresas proveedoras de conocidos suyos, cuyos nombres no son ningún secreto.
· ALIMENTOS POLAR CONSTRUYÓ PLANTA productora de harina de maíz en Greenville, Texas, Estados Unidos, para cubrir la demanda en ese país, Centroamérica y Europa, exportaciones que venía haciendo desde Colombia, y que perfectamente podría haber hecho desde Venezuela en condiciones apropiadas, que dejaron de existir.
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