Mujeres valiosas y valientes, forjadoras de futuro y humanidad.
Especialmente hoy, mi profundo sentimiento de solidaridad para las madres y abuelas de los centenares de compatriotas perseguidos e injustamente secuestrados por el régimen represivo impuesto en Venezuela. Para ellas, junto a sus hijos e hijas, mi abrazo fraterno, en medio de sus tribulaciones. Son pilar insustituible de amor y fortaleza moral para quienes luchan por nuestros derechos políticos y sociales, victimizados por el entramado de violaciones de Derechos Humanos que pisotea la Constitución vigente y la dignidad de Venezuela.
Reciban, las madres venezolanas, en el territorio nacional y en el mundo, mi admiración y profundo respeto.
Felicito a las madres de cada familia, y celebro la memoria de las que se nos han ido después de dar, cuidar y defender nuestras vidas.
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