domingo, 28 de septiembre de 2025

AQUÍ, AHORA / Unidos, lo lograremos


Manuel Isidro Molina

La situación en Venezuela tiende al estancamiento. El 'fast track' que propagandizaron muchos no se ha producido, y hay indicadores de que se agota o complica el plan de 'máxima presión' desde el Caribe, después de los brutales asesinatos de 18 lancheros en alta mar, en tres ataques ilegales y criminales deliberados, totalmente injustificados e imposible de justificar.

Quienes están contaminados de macartismo, neocolonialismo y el influjo fascista de la violenta filmografía estadounidense, han hecho palmas vergonzantemente ante tales asesinatos reclamados en autoría por Donald Trump, el psicópata senil que preside Estados Unidos de América (EEUU), hoy derrotado dentro y fuera de su país, por mentiroso, agresivo, ignorante, brutal e inmoral.

El despliegue naval y aéreo del Comando Sur del Ejército gringo, con su desmesurada potencia, está siendo observado por todo el planeta: Trump, Marco Rubio, su canciller, y su secretario de Guerra,  Pete Hegseth, se muestran ufanos anunciando el aplastamiento de quienes -personas y países- osen oponer resistencia a sus planes de reinstaurar en América Latina y el Caribe la 'doctrina Monroe' (1823) y la idea supremacista del 'destino manifiesto'. Una larga, sangrienta y dolorosa lista de agresiones y expolios desde México -la gran víctima territorial de EEUU- hasta el Cono Sur de los sanguinarios dictadores militares prohijados por Washington, son muestras hirientes del expansionismo geográfico, económico, militar, racista e ideológico en el continente americano. 

EEUU es una potencia imperialista en decadencia, a nivel global. Los más destacados analistas mundiales así lo constatan, incluyendo decenas de expertos geopolíticos, económicos, tecnocientíficos y militares estadounidenses. Quien no esté enterado o no quiera enterarse de tal realidad, simplemente carece de capacidad para el buen análisis y la comprensión necesaria.

Trump y su entorno de poder están actuando como matones prepotentes, y les está saliendo el tiro por la culata. Salvo unos pocos insensatos desmemoriados, en América Latina y el Caribe no aceptamos y rechazamos con firmeza la pretensión de avasallar a Venezuela con el argumento falaz de la "lucha contra el narcoterrorismo" apuntando a la cabeza de Nicolás Maduro como 'lider' del inexistente 'Cartel de los Soles'. 

Es problema exclusivo de los venezolanos y venezolanas, lidiar política y socialmente con el régimen autoritario, corrupto y violador de los Derechos Humanos encabezado por Maduro, el PSUV y sus testaferros. Nos oponemos firme y mayoritariamente a quienes usurpan el poder en Venezuela, después del fraude electoral presidencial del 28 de julio de 2024, con la misma fuerza que nos enfrentamos a la belicista política 'neo-monroísta' de Trump y el cipayismo asociado a lo peor de las oligarquías latinocaribeñas, tributarias de los crímenes expansionistas de EEUU, históricamente. 

Acá, sufrimos una tragedia histórica que victimiza al pueblo venezolano, como lo vienen denunciando los más diversos sectores políticos, religiosos, culturales. ideológicos y sociales. Ni el régimen, con su ampulosa política de opacidad y apartheid político, en un mar de represión y negación de derechos constitucionales, lo puede ocultar. Estamos deshechos, empobrecidos socialmente, traicionados moral y éticamente, y aguijoneados por la politiquería corrupta y cipaya de los factores de poder que hacen parte del 'bipartidismo del siglo XXI'.

No es el psicópata senil Trump, quien vendrá a resolver esta tragedia histórica. Ni le compete ni lo aceptamos, y menos si viene con su política sanguinaria de las cañoneras.

Aunque no lo quiera ver el cipayismo entregado a Trump, Rubio y Hegseth, todo este encrespamiento amenazante desde el Caribe, beneficia políticamente a Maduro. En criollo, "lo atornilla" en Miraflores, por la brutalidad criminal del dispositivo bélico desplegado por el Comando Sur. Además, Trump se arriesga a correr la misma suerte de Netanyahu y su círculo de poder, perpetradores del genocidio contra el pueblo palestino en Gaza, hoy condenado mundialmente. 

Del usurpador del poder Nicolás Maduro, daremos cuenta los venezolanos y venezolanas, que mayoritariamente lo detestamos y no aceptamos más su desmesura autoritaria y corrupta. Lo lograremos unidos, en paz y dentro de los parámetros constitucionales que nos hemos dado democráticamente. 

El camino de justicia social y desarrollo armónico que merecemos, está en manos, mentes y corazones de quienes asumimos los derechos del pueblo venezolano con pasión y decisión de lucha, honestidad y valentía para derrotar simultáneamente a los dos bandos de la destrucción nacional. 

Trump y sus cañoneras, que se vayan al carajo: ni los necesitamos ni aceptamos el enorme potencial bélico desplegado en el Caribe. Aquí, en nuestra patria, los enfrentaremos estratégicamente para derrotarlos históricamente. 

Y Maduro, el PSUV y sus testaferros, que preparen sus maletas para entregar el poder a la soberanía popular que han pisoteado. Así ocurrió con el dictador-usurpador Marcos Pérez Jiménez en 1958, y así ocurrirá con ellos, vía renuncia («falta absoluta») y nueva elección presidencial en 30 días, como lo establece la Constitución vigente.

Para ese desenlace, debemos prepararnos. Seguro, lo lograremos.

manuelisidro21@gmail.com

No hay comentarios: