Desde hace semanas, encabeza personalmente redadas en las áreas operativas, junto a sus esbirros de contrainteligencia, aplicando interrogatorios forzados, amenazas y detenciones arbitrarias. Hasta el momento, más de 60 trabajadores han sido secuestrados, sin derecho a defensa ni información a sus familias.
Varios trabajadores han intentado presentar su renuncia para protegerse, pero la renuncia es rechazada y se les amenaza con cárcel bajo acusaciones absurdas de “traición a la patria”.
Los familiares no escapan al terror: son acosados, intimidados y amenazados con ser procesados por “terrorismo” y “saqueo de bienes del Estado”, en un intento criminal de sembrar miedo colectivo y silenciar cualquier voz que denuncie la destrucción moral y operativa de nuestra industria petrolera.
Esto no es justicia ni legalidad, es terrorismo de Estado, ejecutado por un régimen que ha perdido toda legitimidad.
Hacemos un llamado urgente a los organismos internacionales, a las ONG defensoras de derechos humanos y al movimiento sindical internacional a pronunciarse ante esta escalada represiva.
¡Libertad para los trabajadores secuestrados!
¡Alto al terrorismo de Estado en PDVSA!
¡El petróleo es del pueblo, no de la represión!
Seguiremos denunciando. No nos van a callar.
Iván Freites Ch.
Secretario General del SUTPGEF
Secretario de Profesionales y Técnicos de la FUTPV
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