«Decir que actualmente Venezuela es una especie de ejemplo de democracia no es más que una majadería muy cínica. Y alabar a su gobierno como proyección de las luchas de nuestros Libertadores, es un insulto a nuestra historia»
Manuel Isidro Molina
La democracia escuálida y fraudulenta que proyecta Maduro, lo expone como un mitómano impenitente; y el otrora famoso y respetado Ramonet ha hecho de alcahueta, en la "entrevista" del pasado primero de enero, mostrándose ufanos ambos por décima vez en Año Nuevo, a través del sistema público de medios de comunicación social y redes sociales, más las retransmisiones y proyecciones telemáticas que le garantizan los testaferros del PSUV y palangristas de medio pelo.
Decir que actualmente Venezuela es una especie de ejemplo de democracia no es más que una majadería muy cínica. Y alabar a su gobierno como proyección de las luchas de nuestros Libertadores, es un insulto a nuestra historia por la carga de corrupción y abuso de poder que se han hecho concepto y práctica del ejercicio gubernamental desde 1999 hasta hoy.
Ignacio Ramonet me generó pena ajena por su abyección y complicidad con Maduro y el régimen del PSUV, sus satélites y testaferros. Dió por bueno el fraude electoral del 28 de julio de 2024, y quedó para la historia política y comunicacional como una muestra más de degradación intelectual y ética: meloso y obediente, todo lo contrario a un verdadero científico social.
«Que el actual gobierno -en deriva dictatorial- tenga sometida a la sociedad venezolana, no significa que vivamos en "paz" y en exultante felicidad. Tampoco es verdad que el pueblo coma bien»
Que el actual gobierno -en deriva dictatorial- tenga sometida a la sociedad venezolana, no significa que vivamos en "paz" y en exultante felicidad. Tampoco es verdad que el pueblo coma bien, perciba ingresos suficientes para cubrir la canasta básica o goce de servicios públicos gratuitos y de buena calidad. Solo a Maduro se le ocurre mentir tan descaradamente: todo un «mentira fresca», para decirlo en lenguaje popular venezolano.
¿De cuál "indexación" habló Nicolás Maduro? El salario mínimo lo mantiene congelado, hoy en 2,45 dólares mensuales (130 bolívares), el peor de América Latina y del mundo. Su gobierno ha estafado a los trabajadores con la politica de "bonificación del salario". La pobreza campea en Venezuela y el sistema de remuneración y seguridad social ha sido destruido por su gobierno desde 2013, pésima gestión que culmina indefectiblemente este viernes 10 de enero de 2025.
Hoy domingo 05 de enero, debe instalarse la Asamblea Nacional para el inicio de sesiones ordinarias de 2025. Siendo un secreto muy bien guardado, los miembros del Parlamento deben elegir a sus tres directivos del Poder Legislativo: presidente y dos vicepresidentes, más secretario y subsecretario. Cinco días después, deben juramentar al próximo Presidente de la República, para el periodo 2025/2031, como lo establece taxativamente la Constitución, el 10 de enero del primer año del lapso presidencial. En realidad, es la macolla de Miraflores la que determina todo, por lo que puede haber ingratas sorpresas, al menos para el saliente Jorge Rodríguez Gómez, quien viene de fracasar como jefe del comando de campaña de Maduro el año pasado, candidato perdedor que en las semanas posfraude encumbró como ministro de Interior, Justicia y Paz a otro perdedor: Diosdado Cabello Rondón, derrotado jefe orgánico del PSUV y coordinador del menguado dizque «Gran Polo Patriótico».
A ese trio de grandes perdedores no le queda sino baladronear desde el abuso de poder y su esquema represivo, que viene de cosechar 26 muertos más de 2.200 encarcelados bajo las insultantes acusaciones de "terroristas", "asociación para delinquir", "promoción del odio" y "vandalismo" que les ha impuesto el corrompido e inmoral Sistema de Justicia, en realidad un contubernio muy malévolo entre altos funcionarios represivos del gobierno, el Ministerio Público y el Poder Judicial, que de consuno se han prestado para la violación sistematica de Derechos Humanos en los 23 Estados y el Distrito Capital.
Con una remozada estrategia de asfixia y control de la opinión pública, que incluye las perturbadoras amenazas y el psicoterror permanentes, por parte de los más encumbrados voceros gubernamentales, el PSUV, sus satélites y testaferros pretenden "coronar" el fraude electoral cometido el 28 de julio de 2024, con la "juramentación" del ex candidato reeleccionista perdedor, el proximo 10 de enero. Claro, los tres principales derrotados -Maduro, Cabello y Rodríguez- son los mas deslenguados y "machos machotes" del patio: los tres, con sus frustraciones en sus espaldas, echan espuma y candela por sus bocas, acompañadas de la típica gestualidad tipo Noriega, el panameño narco y agente de la CIA.
No sé cuántas sorpresas más nos tocará presenciar y sufrir junto a nuestro traicionado y empobrecido pueblo, pero de la pudrición del voraz enriquecimiento ilicito de los mega-corruptos del régimen -acostumbrados al abuso de poder y la mentira en todo tiempo-, se puede esperar cualquier cosa, por asombrosa que parezca.
«Maduro no entusiasma ni a quienes se consideran "chavistas" y cada día denostan más a lo que ellos mismos llaman "madurismo"»
Bien no están, andan azorados y temerosos porque la fraudulenta juramentación del ex candidato derrotado, les puede dar -piensan ellos- un segundo aire, pero también los puede llevar al peor de los infiernos: el mayor de los descréditos y la pérdida absoluta de auctóritas para gobernar a Venezuela, cuyo pueblo les dijo clara y contundentemente, que no los quiere más en el Gobierno, el Poder Ejecutivo.
Maduro no entusiasma ni a quienes se consideran "chavistas" y cada día denostan más a lo que ellos mismos llaman "madurismo", esa oxidada bisagra que terminó uniendo casi exclusivamente a la minoría de ladrones y ladronas de todo pelaje que han saqueado a nuestra patria desde 1999 hasta el presente, muy miserablemente, triste y fatalmente.
manuelisidro21@gmail.com
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