Luego de la reciente Beatificación de José Gregorio, el párroco de la Iglesia de la Candelaria en Caracas, anunció que sus restos, ubicados actualmente en dicha iglesia, serán reubicados en otro sector de la misma iglesia.
La reubicación debe hacerse para la Iglesia del Niño Jesús en su Santuario de Isnotú. José Gregorio debe volver al pueblo que lo vió nacer y donde están enterrados sus padres. La tramitación del traslado debe encabezarla su sobrina viva Josefina Hernandez Espinal, actualmente residenciada en los Estados Unidos de América. Deben coadyuvar en ese acto de espiritualidad y de justicia, el Obispo de Trujillo, los poderes públicos nacionales y regionales; el pueblo trujillano y todos sus devotos a nivel nacional.
Trujillo espera con los brazos abiertos a su hijo, será sembrado para siempre en su tierra, en las cumbres andinas y en los corazones de los venezolanos. En Isnotú está ubicado su Santuario, impregnado de la fe espontánea y colectiva nacida de un inmenso fervor religioso; hasta allá concurrirán en peregrinación sus devotos nacionales y extranjeros.
Cordialmente,
Rafael Ángel Terán Barroeta
Cronista de Tucutucu.
28-6-2020
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