Los parlamentarios opositores tienen la oportunidad histórica de reorientar la marcha moral de la República, desde la Asamblea Nacional. Hasta hoy, la torpeza de muchos de sus voceros es gigantesca, al negar apoyo a la petición pública de habilitación legislativa para profundizar la anunciada lucha contra la corrupción, formulada por el presidente Nicolás Maduro.
Una concertación nacional para luchar en serio contra la corrupción, sería magistral. Tendría un efecto extraordinario en la sociedad, la despertaría, la estremecería y permitiría comenzar a desbaratar las bandas criminales dedicadas al enriquecimiento ilícito mediante el abuso de poder, la conspiración para delinquir y la estructuración de verdaderas mafias y clanes que han involucrado familias enteras, en muchos casos dos y tres generaciones de guisadores.
Tomarle la palabra al presidente Maduro, sería una acción política moralizante y comprometedora, caiga quien caiga, porque no habría chavista o antichavista corrupto capaz de escabullirse, como hasta hoy. La mediocridad espiritual reinante en el submundo politiquero venezolano, impide elevar la mirada. La oportunidad que ha motivado Maduro, es brillante, encomiable, ejemplar, si se le alimenta con dignidad y decisión de luchar por el rescate moral de la República, promesa incumplida por el fallecido presidente Hugo Chávez Frías.
No es cuestión de parcialidades políticas o ideológicas. La lucha contra la corrupción que reclama la nación, es impostergable, “caiga quien caiga”, como ha repetido Maduro, valiente y oportunamente. Un debate parlamentario de altura, serio y a fondo sobre la inmoralidad reinante en la política y la función pública, debe comenzar por el relevo de los diputados pudrimillonarios que tienen el descaro de baladronear “contra la corrupción”.
Una ley habilitante bien delineada y limitada exclusivamente para mejorar los instrumentos del Estado venezolano para enfrentar la corrupción heredada de los gobiernos de Hugo Chávez y sus antecesores, puede y debe ser aprobada por unanimidad en la Asamblea Nacional, de tal forma que su fuerza política sobre la sociedad impida que siga reinando el cinismo de quienes esconden a sus corruptos e impiden que sean investigados, acusados y enjuiciados. Los pudrimillonarios “chavistas” impunes caerían en cascada, bajo la mirada pública nacional, igual que los pudrimillonarios “opositores”. No importarían los apellidos políticos.
¿Se atreverán? Diputados y diputadas tienen una oportunidad de oro para reivindicarse, aunque hay algunos que no tienen remedio, y lo saben ellos y sus familiares y amigos, beneficiarios del dinero expoliado a la nación.
Como venezolano de a pie, aspiro ver en la Asamblea Nacional, un serio intento de recuperar moralmente a la nación de esa sarta de peculadores y peculadoras que se han ensañado contra la sana vida republicana.
· EMPRESA GUISADA: “Esta semana fue dura para todos los trabajadores de la empresa Seguros La Previsora (http://manuelisidroxxi.blogspot.com/2012/07/pasando-la-hoja-la-fiscal-general-y-al.html) Ronald Sánchez Mejías, hijo de Tomás Sánchez Rondón, presidente de la empresa, se encargó de hacerle la vida de cuadritos a todo aquel que, de acuerdo con su criterio delictivo, lo echó ‘al pajón’”, en vista de la denuncia interpuesta por dignos trabajadores y que publicáramos en esta columna la semana pasada. (http://manuelisidroxxi.blogspot.com/2013/08/pasando-la-hoja-por-que-no-le-creen.html)
“Ningún trabajador te ha llevado al matadero. Tu conducta lesiva y tus propias actuaciones te delatan ante el personal obrero y administrativo de la empresa. Lo mal habido no se puede ocultar, es como la tos. Los signos exteriores de riqueza que exhibes sin rubor alguno, con prepotencia, y tus constantes viajes al exterior, sobre todo al imperio, para disfrutar de tu lujoso apartamento y de tu cuadra de caballos en los hipódromos de Miami, son una muestra palpable de todos los guisos que has cometido contra el patrimonio esta empresa del Estado venezolano. Los más humildes trabajadores de nuestra empresa, saben y les consta la forma grosera y descarada como te has enriquecido, bajo la mirada complaciente y el silencio cómplice de tu padre, al que sometes a un chantaje permanentemente para que satisfaga tus instintos criminales para con el patrimonio de Previsora. A nadie se le escapa que te vales de tu relación ‘sentimental’ con la jefa de compras para obviar los procedimientos administrativos en la compra de suministros y favorecer a empresas que te dejan una fuerte tajada, de los guisos sustanciosos que te deja el HCM con las clínicas y de tu extraña amistad con el Director de Informática para hacerte de contratos con compañías de computación. Esa relación es pública y notoria con esos personajes siniestros que se prestan a tu juego de corruptor para apropiarte de los dineros públicos. Aquí, nadie es tonto. Seguramente piensas que puedes ocultar el brutal guiso que cometiste en el orden de 7 millones de dólares contra la empresa, para que se instalara un sistema de redes que permitiera monitorear la buena marcha y la eficiencia de una supuesta gerencia eficaz y competitiva en el ramo de los seguros. Sí, tú te apropiaste de 7 millones de los de ‘color lechuga’, como te gusta nombrar a la moneda de los Estados Unidos. Lo grave no es sólo eso, sino que aquí no se instaló ni siquiera un cablecito. No se ejecutó el contrato. Junto con la empresa mexicana encargada de llevar adelante esos trabajos y tu director de informática te apropiaste indebidamente del dinero del Estado. Por ello despediste al Director de Recursos Humanos, Henry Hernández, tu otrora amigo, porque lo consideraste una traba para tus fechorías y actuaciones delictivas. ¿O acaso piensas que la gente no conoce del gran negocio que tienes con la gerencia de los vehículos recuperados por la empresa? Ese es el problema, que los delincuentes creen que no dejan huella alguna. Pues te equivocas”.
· LA FISCALÍA INVESTIGA estos brutales guisos en La Previsora, que tienen como cómplice necesario a su presidente Tomás Mejías Rondón, quien dispuso el goce y abuso de su hijo Ronald, burlando la confianza depositada en él por el ministro Jorge Giordani. Según mis fuentes, la investigación es por “corrupción, lavado o blanqueo de dinero, concurso para delinquir y enriquecimiento ilícito… Pronto, el órgano fiscal solicitará la privativa de libertad al tribunal competente en la materia de delitos contra la corrupción y la delincuencia organizada. Mientras tanto, los órganos de inteligencia del Estado los vigilan de cerca”.
· TRABAJADORES DE LA PREVISORA se defienden y exigen cese a los atropellos: “No persigas más, no maltrates a los humildes empleados de la empresa, no amenaces con despidos. El único culpable de tus fechorías y actos vandálicos eres tú, te has enriquecido descaradamente a la sombra de un ‘poder’ que permitió el enriquecimiento pudrimillonario de los ‘boliburgueses’ como tú, despreciados por los ciudadanos de a pie”.
· ESTE DESASTRE EN LA PREVISORA era previsible, valga la redundancia, pero dejaron correr tal nivel de vagabunderías, por una “amistad” mal entendida. El hedonismo, la gozadera, la codicia y la irresponsabilidad se juntaron y explotaron. Por expolios tan graves como este, es que vengo denunciando que familias enteras se dedicaron a delinquir para enriquecerse concertadamente, durante los catorce años de gobierno del presidente Hugo Chávez, quien quedó en deuda con el compromiso de la reconstrucción moral de la República, hoy más corrompida que nunca. Muchos casos incluyen amantes y sus familiares, quienes hacen de testaferros para la legitimación de capitales y la adquisición de inmuebles, empresas, vehículos y otros bienes.
· EL RETO DEL PRESIDENTE MADURO es gigante, desde el punto de vista moral, por la pesada herencia que le costará demasiado solventar. No lo subestimo ni irrespeto, quiero creer en su compromiso de lucha contra la corrupción, precisamente por mi inconformidad profunda por el fracaso histórico de Hugo Chávez, en esa materia. En definitiva, los traidores pudrimillonarios me generan un asco irresistible, son mierda pura, traidores a los ideales revolucionarios que toda la vida hemos defendido e impulsado. Lo peor es que muchos de ellos además de codiciosos consumistas y hedonistas, se la dan de pendencieros para tratar de ocultar su cobardía. ¡Pura mierda!
@manuelisidro21
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