domingo, 27 de enero de 2013
PASANDO LA HOJA / Devaluación sin Chávez
Por Manuel Isidro Molina *
Venezuela sigue en ascuas, aunque el gobierno persista en su intención de enmascarar todos sus entuertos para aparentar una “normalidad” que no existe.
La incertidumbre creada por el secretismo cubano-soviético impuesto por el eje La Habana-Caracas en torno al crítico estado de salud del presidente Hugo Chávez, sigue en su apogeo. Ni que el vicepresidente ejecutivo Nicolás Maduro diga mil veces que Chávez le dijo que dijera, se va a revertir esa angustia nacional. Tampoco, la ponderada expectativa internacional.
Los nuevos “jefes” del chavismo real, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, poco han hecho para transmitir confianza al país. Atacan a diestra y siniestra, amenazan, despotrican y elevan el sectarismo a extremos insostenibles, pero la procesión sigue imperturbable en todos los escenarios.
La ausencia del presidente Hugo Chávez y, sobre todo, la expectativa de su no-retorno pesan demasiado, inquietan más con el trascurrir de los días, día tras día. Y la nefasta campaña laudatoria de Venezolana de Televisión (VTV) con un culto a la personalidad de Chávez a nivel paroxístico, refuerza la sensación social de pérdida y desamparo, cuyas consecuencias son impredecibles porque mientras más lo elevan, casi una deidad, menos auctóritas se le reconoce a sus subalternos en altas funciones de gobierno, llámense como se llamen.
Así, Venezuela tiene y no tiene gobierno, pues la incertidumbre ha permeado todos los tejidos nacionales, sin excepción, por lo que nada es más importante que conocer qué pasa verdaderamente con el presidente Chávez y si está o estará en condiciones físicas y mentales para volver a Miraflores. Las medias verdades sobre su enfermedad han sido fatales. Creen que se la están comiendo, pero nada más falso que la supuesta “normalidad” que gritan a los cuatro vientos.
Crisis económica y devaluación /
Una de las víctimas visibles de la torpeza cubano-soviética en torno al cáncer que padece el presidente Chávez, es la economía. Las mafias financieras chavistas siguen buchonas, cada día más pudrimillonarias, pero han pulverizado el bolívar “fuerte”, camino a los 26 por dólar. Las medidas correctivas que tomará el gobierno son otro misterio, aunque ya Nicolás Maduro dijo que Chávez las había autorizado.
Sin embargo, lo poco que va emergiendo como posibles decisiones gubernamentales, son tan desalentadoras como los síntomas que ya nadie está en capacidad de negar: El bolívar vale cada día menos, ya superó los 20 por dólar en el mercado negro, estúpida y tercamente no reconocido por las autoridades financieras de la nación, mientras sus testaferros, hijos y otros familiares, amantes y amigotes se dedican con fruición al tráfico de divisas a través de Cadivi y el Sitme.
China paró los desembolsos /
La incertidumbre política y económica es tan delicada, que China –socio privilegiado de la gestión Chávez- paró los desembolsos programados para grandes proyectos estratégicos, entre ellos el de los ferrocarriles. Pekín exigió garantías suficientes a los principales responsables de la pulverización del bolívar: Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela, y Jorge Giordani, ministro de Planificación y Finanzas. Esta desconfianza manifiesta de China, no deja lugar a dudas: En el exterior, la enfermedad de Chávez y el secreteo cubano-soviético que la enturbia, tienen una lectura distinta (seria) al lloriqueo y la manipulación sensiblera que expone VTV, minuto a minuto.
Política y devaluación /
Como lo informé en mi columna anterior, altos cargos del BCV y de MinFinanzas tienen sobre la mesa la opción del no-retorno del Presidente, como altamente factible, por no decir segura, lo que reafirma la idea expresada arriba de que el gobierno existe y no existe. Si ello llegara a ocurrir, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, tendría que asumir interinamente la Presidencia de la República, perdería su condición de parlamentario, y pasaría a gobernar en crisis durante una campaña electoral presidencial muy corta, en la que Nicolás Maduro se enfrentaría al candidato que por consenso escoja la Mesa de Unidad Democrática (MUD).
En ese contexto, la contenida devaluación (oficial) del bolívar tendría consecuencias de pronóstico reservado.
Entre 6,30 y 9,60 /
Fuentes del sector financiero aseguran que la devaluación es impostergable: “Sólo esperan que Maduro la anuncie… Quedan tres tipos de paridad Bs. 6,30, Bs. 7,60 y Bs. 9,60 por dólar”.
Consideran que de esa forma, intentarán paliar “el desastre financiero que ellos mismos han creado”. En estas circunstancias, Merentes y Giordani le deben mil explicaciones a la nación.
¿Y del precio de la gasolina? Nada se dice. Por ahora, seguiremos con el combustible más barato del mundo, insensatamente regalado.
La ausencia de Chávez –no reconocida oficialmente- y la crisis financiera –tampoco aceptada oficialmente- son una mezcla potencialmente muy negativa para el gobierno, aunque menos lo reconozcan, como no reconocen el drama de la asesina violencia delictiva o la pudrición de la corrupción.
En fin, vivimos una crisis política y financiera de alta monta, que el gobierno no reconocerá ni sentencia alguna de la Sala Constitucional podrá desactivar.
· LUISA ESTELLA MORALES, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, abrió el año judicial con una cuenta magistralmente alabanciosa. Según su óptica, el Poder Judicial venezolano es uno de los mejores del mundo. ¿Quién le cree?
· FUE DESTITUIDO EL JUEZ barquisimetano Adelmo Leal, quien otorgó -bajo presión de la magistrada sustituta- excarcelación por “enfermedad” (asma y gastritis) al secuestrador y extorsionador Leonardo Del Moral, principal acusado del secuestro de Alejandro Martínez, en Valencia. En este sonado caso, suficientemente reseñado en esta columna, igualmente fue denunciada ante la Inspectoría General de Tribunales la ayer presidenta del circuito Yanina Karabin, hoy magistrada de la Sala Penal del TSJ, por su injerencia a favor del acusado. ¿Cómo es que al subalterno coaccionado sí; pero a ella, no?
· EL ABUSO DE LOS MOTORIZADOS se extiende ahora, a las estaciones de servicio, en las que irrespetan las colas de vehículos agresivamente. Esa sociopatía motorizada debe ser atacada y revertida urgentemente por las autoridades nacionales, regionales y municipales, así como por los medios de comunicación social mediante denuncias y campañas de concienciación.
· manuelisidro21@gmail.com /
· @manuelisidro21
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