Las dificultades que vive el Metro de Caracas y sufrimos sus usuarios, no son ninguna novedad. Más bien, son protuberantes en todas sus dependencias y en el declinante servicio al público que diariamente golpea a millones de usuarios.
Saqueado en 2008 por la directiva que presidió Gustavo González López* como pieza del clan Cabello, historia que involucra a Carlos Aguilera**, también del tristemente famoso clan, quien recibió la bicoca de 98 millones de dólares a su nombre en cuenta abierta en Andorra, presunto hecho delictivo que reiteradamente se negaron investigar el presidente Hugo Chávez Frías y la fiscal general Luisa Ortega Díaz, velo de impunidad asquerosa que los encubre hasta hoy.
Renuncias masivas
En medio de la mega crisis nacional, la C. A. Metro de Caracas no escapa a la destrucción de todas las empresas públicas venezolanas, saqueadas y desestructuradas por una alta burocracia codiciosa, hedonista y consumista, desde PDVSA hasta las empresas de Guayana, Corpoelec y las empresas y fundos privados estatizados truculentamente, fundamentalmente durante la era Chávez (1999-2012).
Así como ha ocurrido en las empresas públicas, ministerios y otros entes de sectores tan importantes como, en CAMETRO se ha venido produciendo una fuga masiva de profesionales, técnicos y trabajadores especializados, quienes han migrado a otras áreas de actividad o se han marchado al exterior con sus méritos, credenciales y la buena fama que a nivel internacional tiene el otrora eficiente, limpio y agradable Metro de Caracas, hoy semi destruido.
La directiva actual de esa empresa, antiguamente estrella del sistema de transporte venezolano, está con las manos en la cabeza: no saben qué hacer ante la ruma de renuncias formalizadas por más de 1.500 de sus empleados a todo nivel, según amigos trabajadores que nos han informado confidencialmente.
¿Cómo detener esta irreparable pérdida de talento, experiencia, eficiencia y capacidad de servicio público? En verdad, nadie podría decirlo. Lo cierto es que lo que llaman "situación país" algunos analistas para ahorrarse calificativos más descriptivos, sigue haciendo estragos: empobrecimiento de los trabajadores, pulverización del bolívar, congelamiento de perspectivas de crecimiento laboral, autoritarismo militarista en la conducción de la empresa y el manejo sectario y abusivo por parte del gobierno y del PSUV de las relaciones laborales, son algunas de las motivaciones de esa montaña de renuncias en CAMETRO.
El sindicato -controlado y manipulado por el PSUV- sigue perdiendo respeto y credibilidad entre los trabajadores y trabajadoras, incluso por parte de muchos seguidores del "chavismo" y del presidente Nicolás Maduro, ex conductor de metrobuses y ex directivo sindical de la empresa.
MANUEL ISIDRO MOLINA
* https://manuelisidroxxi.blogspot.com/2008/12/pasando-la-hoja-cunto-vale-la-palabra.html
** https://manuelisidroxxi.blogspot.com/2015/03/escandalo-90-millones-de-dolares-cobro.html
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