Si los movimientos sociales no asumen el liderazgo y conducción del referendo revocatorio y la elección de un nuevo presidente de Venezuela, entonces se repetirán las frustradas experiencias de 1958 y 1998.
El gobierno no cesa en su afán de aplicar anestesia ideológica con mentiras y falacias, al pueblo venezolano para esconder su culpa ante la crisis social, económica y política provocada por la corrupción generalizada en las instituciones del Estado venezolano.
Lo último que han echado a rodar es la lamentación ante el modelo rentista petrolero aplicado en la cuarta República, y que ellos mismos le dieron continuidad en 18 años, aún cuando en sus campañas electorales prometieron acabar con la dependencia de la renta petrolera y diversificar la economía venezolana. Más aún, su discurso demagógico se ha centrado en un supuesto viraje del modelo rentista impulsando una irónica y cantinflérica economía urbana, como si los pequeños huertos y la producción artesanal de bienes tuviesen la capacidad de producir más de 30 mil toneladas de alimentos diarios que se necesitan para el consumo del país; y para colmo, miles de toneladas dejaron de producirse al expropiarse 3.6 millones de hectáreas de tierras, fincas en producción y empresas manufactureras de bienes de consumo.
Los partidos AD y COPEI, y su nueva versión orgánica de sus herederos de la MUD, no pueden ocultar su cuota de culpabilidad en la crisis del país, pues en 1998 concluyeron los 40 años de saqueo de los dineros públicos por parte de ex gobernadores, ex ministros, ex presidentes y ex directores de instituciones públicas, incluyendo diputados, concejales, alcaldes, jueces y demás funcionarios de los poderes públicos. Prueba de eso son los dos centenares de miles de millones de dólares depositados en el Stanford Internacional Bank y otras instituciones bancarias de USA revelados por los "Papeles de Panamá", y en otros bancos de Europa, Antigua e islas donde funcionan los paraísos fiscales.
Los mismos procedimientos para cometer actos ilícitos en la administración pública aplicados en 40 años, fueron aprendidos y aplicados por los que han gobernado el país en 18 años. Lo que si es cierto es que unos son hienas y los otros son leones depredadores de los recursos de la nación y de los venezolanos.
Esto debe llamar a la reflexión a todos los movimientos sociales del país, a las iglesias, a gremios, sindicatos, grupos ecológicos y ambientalistas, de artistas, artesanos, grupos de la economía informal, asociaciones de productores del campo y de la ciudad y a todas las agrupaciones de ciudadanos que desarrollen alguna actividad social, para que asuman definitivamente un rol protagónico en el proceso revocatorio presidencial y en el perfilamiento de una figura de consenso social para la presidencia de la República, y quitarle de esta forma el protagonismo a los partidos políticos culpables de todas las crisis que ha tenido Venezuela.
Si los movimientos sociales no asumen el liderazgo y conducción del referendo revocatorio y la elección de un nuevo presidente de Venezuela, entonces se repetirán las frustraciones experimentadas por los venezolanos después 1958 con el ascenso al poder por parte de AD y COPEI, hoy MUD, y después de 1998 con el ascenso al poder por el MVR y la nueva élite política del PSUV.
El Movimiento Popular Democrático, MPD, lanza esta propuesta a la sociedad civil y llama a todos los movimientos sociales democráticos a que junto a nosotros constituyamos una nueva alternativa para la transformación progresista y la reconstrucción moral de la República.
Prof. ALIRIO GIL
Coordinador Regional del Movimiento Popular Democrático (MPD)
en el estado Trujillo
TRUJILLO, 21 DE JULIO DE 2016
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