Manuel Morales, gerente general de Diadia Practimercados, lleva 185 días privado de libertad en el Sebin, por supuestos delitos de acaparamiento, acusación negada por él, sus abogados, compañeros de trabajo y familiares.
"Es un trabajador que lleva más de 170 días detenido ilegalmente, impedido de ejercer su derecho al trabajo y acusado de generar las colas que el país entero debe hacer, para adquirir alimentos. Manuel permanece privado de su libertad por la necesidad de culpar a alguien por la falta de productos que padece Venezuela hoy", expresaron públicamente el domingo 2 de agosto, quienes lo defienden y aspiran su inmediata liberación.
Ahora es su hija Patricia, quien le escribe al presidente Nicolás Maduro Moros: "Por eso le ruego a usted por su libertad, porque es un acto de justicia", le dice la joven a quien le "ha tocado crecer y madurar bruscamente", según confiesa al Jefe de Estado.
Siguen textualmente sus expresiones:
Caracas, 14 de agosto de 2015
Sr.
Nicolás Maduro Moros.
Presidente
de la República Bolivariana
de Venezuela.
Su
Despacho-
Estimado
Sr. Presidente
De
todos los retos que he tenido que enfrentar en mi vida, este ha sido el más
difícil. Por esta razón quiero dirigirme al Presidente de la República, señor Nicolás
Maduro, pero no como máxima autoridad del país, sino como papá.
Vengo
a hacerle una petición de todo corazón. Por favor, deje en libertad a mi papá
Manuel
Morales, que está detenido sin haber cometido ningún delito. Pienso que, aun
siendo un jefe de Estado y una persona con tantas responsabilidades, para usted
no hay responsabilidad más importante que su familia. Así somos nosotros también.
Para mi papá, nosotros somos lo más importante. Y, aunque también se dedica a
su trabajo con mucho esfuerzo y compromiso, jamás ha dejado de cumplir con
nosotros y acompañarnos en los grandes momentos.
Por
eso me dolió tanto ver su silla vacía el día de mi graduación. Mi papá, quien me
ha llevado de la mano en cada día difícil, no estaba allí cuando recibí un
logro que sin duda, es compartido. Ese ha sido, hasta ahora, el día más
importante de mi vida. Y mi papá, no estaba. Ya no estará jamás en la
fotografía donde aparezco con mi título. Pero sí puede estar mañana. Esta misma tarde.
O cuando usted lo ordene. En sus manos está poner fin a esta injusticia, que
nos entristece a todos. Usted sabe, como padre de familia, lo doloroso de una
separación y más cuando ya es tan larga.
Me
ha tocado crecer y madurar bruscamente. Pero aún así me motiva el hecho de que mis
logros además de ser para mí, también son para él. Porque mi papá es mi motor
principal cuando las cosas se complican. Por eso le ruego a usted por su
libertad, porque es un acto de justicia doble: primero, porque mi papá no ha
hecho nada malo, él hace las cosas bien o no las hace; y segundo, porque necesito
que esté en nuestra casa para hacer lo que mejor hace, ser el mejor papá del
mundo.
Atentamente,
Patricia Morales
Hija de Manuel Morales
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