Mi hermano mayor Lenín Lombardo Molina Peñaloza, fue un gran
hermano. Desde muy joven abrazó ideales revolucionarios, de la mano de nuestro
padre Manuel Isidro Molina Gavidia, quien desde el Partido Comunista de
Venezuela enfrentó a la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, torturador,
asesino y ladrón.
Lenín fue quien, a sus 17 años de edad, se trepó a tocar las
campanas de la iglesia en la calle Colombia de Catia, la madrugada del 23 de
enero de 1958, cuando el dictador huyó en su "vaca sagrada".
En noviembre de 1961, siendo estudiante de medicina de la
Universidad de los Andes en Mérida, es tiroteado luego de una manifestación
contra la ruptura de relaciones con Cuba por el gobierno del presidente Rómulo
Betancourt, quedando cuadrapléjico, a los 19 años, para el resto de su vida.
El miércoles 19.02.2014, falleció en Caracas, a los 71 años
de edad, luego de complicaciones respiratorias que su padecimiento diabético
impidió superar.
A pesar de su enorme discapacidad, nuestro gran hermano supo
actuar con tenacidad en la vida: obtuvo la licenciatura en psicología en la
Universidad Central de Venezuela, donde además alcanzó el máximo escalafón
docente, Profesor Titular, en la Escuela de Comunicación Social, en la cátedra
de Metodología e Investigación. Paralelamente, fue miembro del Consejo de
Facultad de Humanidades y Educación, candidato a Rector de la UCV y jefe del servicio de seguridad, se doctoró en Ciencias Políticas y obtuvo
el título de abogado.
Le recordaremos siempre por su optimismo y voluntad de
hierro frente a las adversidades, lo que nunca escondió su enorme bondad y comprensión
hacia los demás, y la activa solidaridad que desplegó toda su vida.
En familia, lo recordaremos siempre como ser humano
extraordinario, ejemplar por encima de sus limitaciones físicas y reciedumbre
de carácter a la hora de polemizar. Personalmente, lo llevaré en mi corazón
junto a mi otro hermano fallecido, Gustavo, y nuestro padre, "el Manuel
Isidro de verdad", como alguna vez me dijo el colega periodista Luis González,
en Valera, cuando inaugurábamos la Casa del Periodista.
En nombre de la familia Molina Peñaloza, agradecemos las tan
diversas, gratas y profundas condolencias recibidas de parte de nuestros
familiares en diversas regiones del país y el exterior, amigos de diversas
generaciones, colegas docentes de Lenín, y especialmente de muchos de sus alumnos
y alumnas en la UCV.
Al equipo médico del Servicio de Terapia Intensiva del
Hospital Clínico Universitario de Caracas, nuestro agradecimiento grande por su
dedicación, conocimientos y bondad.
MANUEL ISIDRO MOLINA
PEÑALOZA
1 comentario:
Mis mas sentidas condolencias por el fallecimiento de su hermano. Sólo quienes hemos perdido seres queridos podemos entender la magnitud del dolor que eso produce en el alma.
Félix Cedillo
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