sábado, 30 de enero de 2021

PERSONAJES AUTÉNTICOS / Claudio Cedeño: "Para mi, fue un sueño realizado conocer personalmente a Leo, el querido Leoncio Martínez"

 


Claudio Cedeño pica duro en la polémica  

Entrevista publicada en www.razon.com - junio 2002

El caricaturista de FantochesEl NacionalTribuna Popular y otros medios impresos sostiene, a sus ochenta y siete años de edad, que el "arte realista" que expresa los problemas y luchas sociales "todavía no es aceptado"

A sus ochenta y siete años de vida, Claudio Cedeño mantiene una salud física y mental extraordinaria, ratificada el día de la entrevista por su médico, quien luego de un chequeo general lo encontró "muy bien", lo, que se le notaba en el rostro cuando bajó a buscarnos a la entrada del edificio Bolívar de las residencias Venezuela, en Coche, en el sur de Caracas.



Docente, pintor, caricaturista y humorista, no olvida su larga trayectoria de luchador social revolucionario, comunista ortodoxo y líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), cuya Secretaría General ocupó en los duros tiempos de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez. Su colega Pedro León Zapata, quien hace dos semanas ofreció a La Razón una polémica entrevista a Miriam Mosquera, lo motivó a participar en el debate sobre la cultura, la política, la libertad de creación y el accionar gubernamental. Lo hace con la autenticidad que lo caracteriza y una particularidad insólita.

-Zapata se echó en brazos de Miguel Otero Silva primero, y de Sofía Imber, después... él es producto de ese concepto de cultura asociado al poder, al dinero del Estado.



Claudio -como se le conoce popularmente, pues así firma sus caricaturas- se paseó por la historia, como él la aprecia,  "para que se discuta". Recurrió a La Razón por la pluralidad de sus páginas y la irreverencia que las caracteriza, aunque es enemigo de cierta "procacidad innecesaria". Su apreciación sobre Miguel Otero Silva -ese extraordinario escritor, periodista y poeta venezolano- es ambivalente, pues reconoce que su pluma lo impactó desde muy joven, y trabajó con él en El Morrocoy Azul (1941) y en El Nacional (1943) durante varios años, publicando una caricatura diaria en su página cuatro, hasta que lo botaron después de varios días de estar preso en la Seguridad Nacional, la policía política de la dictadura perezjimenista. Antes, había compartido con "Leo" (Leoncio Martínez) en el semanario Fantoches, su primer y definitivo puente hacia la caricatura y el lacerante humor político que en 1926 -cuando por primera vez vino a Caracas desde su natal Río Caribe, estado Sucre-, irritaba al dictador Juan Vicente Gómez y sus adláteres.

-Para mi, fue un sueño realizado conocer personalmente a Leo, el querido Leoncio Martínez, el más destacado héroe de la epopeya y resistencia cívica... Con el ejercicio de su delicado oficio, él guió lo que iba a ser mi actitud ante la vida, confesó Claudio Cedeño, a tres cuartos de siglo de aquella extraordinaria experiencia.

-Transcurrido un tiempo -agregó más adelante-, experimentaría otra satisfacción, comparable a la descrita: Miguel Otero Silva y un grupo de connotados intelectuales darían a conocer un periódico humorístico, "El Morrocoy Azul"...



La impronta de Miguel Otero

Sin embargo, Claudio tiene una apreciación inédita sobre lo que llama "la impronta de Miguel Otero Silva" en la vida cultural venezolana, negativa, desde su punto de vista. Y la explica "para que se investigue y sea considerada en el país":

Miguel Otero Silva era uno de aquellos estudiantes rebeldes que conformaron la opinión del pueblo venezolano, con su heroica actitud ante la dictadura gomecista. Pero había más MOS era un poeta que había cantado más allá de la rebeldía estudiantil, el papel del pueblo en la lucha, las desgracias de la patria... Entonces descubrí que la poesía tenia un lenguaje propio para el hombre común. Bienvenida la expresión artística para la creación y el combate diario de pueblo. Mi entusiasmo no tuvo reparos...

Con esa emoción juvenil, a los ochenta y siete años de edad, tuerce el discurso para criticar lo que considera inconsecuencias políticas del gran escritor. Y se va a 1937, cuando en Maracay los comunistas, entre ellos MOS y CC, realizaron una conferencia nacional, en la que se debatieron dos tesis político-organizativas: el partido de masas ("como AD, y lo propuso, Miguel Otero Silva, de la delegación de Caracas") y el partido de cuadros regido por férreos principios y cuidando la infiltración de oponentes y enemigos ("que presentó fundamentalmente la delegación zuliana"). Ganó la segunda, compartida por Claudio Cedeño. Ahí, ubica el nacimiento de una "desviación" abierta por parte de MOS, que dejó su impronta en el mundo cultural, finalmente asociada al gobierno de Rómulo Betancourt, al financiamiento preferencial por parte del Estado a sectores de la cultura y su asociación con capas privilegiadas de la economía y la población rica con capacidad de comprar obras y espectáculos, que no llegan a la mayoría de la población.

Ese contexto discursivo sirve a CC para ubicar a Pedro León Zapata, afamado caricaturista de El Nacional, artista plástico y humorista con espacios ganados en televisión, radio, teatro y espectáculos reservados para gente pudiente en hoteles y centros comerciales. Junto con Orlando Urdaneta, Claudio Nazoa, Oscar Yánez o Laureano Márquez, entre otros, PLZ ha protagonizado presentaciones criticas al gobierno del presidente Hugo Chávez, especialmente después que a través de cadena de radio y televisión el Jefe del Estado le preguntara ofensivamente cuánto le habían pagado por una caricatura publicada en el mencionado diario, en la que un sable simbolizaba rasgos autoritarios, sin mencionar o esbozar a persona alguna, Zapata respondió con una cadena de presentaciones en diversas ciudades del país: "Amor con Humor se paga", parodiando al Presidente que gusta proclamar "Amor con Amor se paga", de estirpe cristiana.

-En todo este trayecto, a partir de 1941, reforzado con el periódico El Nacional, Miguel Otero Silva trabaja y coloca sus fichas dentro del Partido (Comunista de Venezuela), los mete. Pompeyo Márquez es; una ficha de MOS dentro del Buró Político del PCV, y fue el ortodoxo más ortodoxo que podía haber, pero, sin embargo, cuando viene el planteamiento de Teodoro (Petkoff) que irrumpe con la juventud del partido, Pompeyo no vacila en aliarse con Teodoro y constituyen el partido MAS... una organización liberaloide.

CC recordó los diez: años que pasó al frente de la fracción de periodistas del PCV, durante la dictadura de Pérez Jiménez, y su desempeño como secretario general del SNTP y el despertar político democrático a partir del 23 de Enero de 1958. Recordó también -en tono de critica- que a los mítines del PCV iba mucha gente, y abrían libros de inscripción indiscriminada de los asistentes:

-Se estaba buscando un partido de crecimiento, de masas. Y se podía ver bien dicho de esa manera, pero resultó nefasto, con la política que siguió inmediatamente después de guerra contra el gobierno de Rómulo Betancourt, porque la policía pudo infiltrar gente suya dentro del partido.

-¿Qué relación tiene eso con el debate de hoy, sobre el humor y la negación de la libertad de presentación de obras en Falcón y otras partes del país?

-A eso quería llegar. Hay una falta de apreciación o falta de profundidad en el pensamiento. La gente tiene la imagen de Miguel Otero Silva como "revolucionario" ¿Por qué? Por su poesía, él te hizo, La CarreteraLa RotundaEl Niño CampesinoLas Manos del Rompehuelgas, que entusiasmaron: "!Aquí está el poeta de la Revolución!", dijo todo el mundo. Pero, qué hizo, MOS después que llegó a ser el jefe de la oligarquía cultural del país, aliado con Rómulo Betancourt? Miguel, siendo opositor, aparentemente, a Acción Democrática, nada más que en bandeja de plata le dio Rómulo Betancourt, toda la cultura, el jefe de la oligarquía cultural venezolana, durante medio siglo, fue Miguel Otero Silva.

  -¿Porqué?

-Elabora las leyes del Inciba y del Conac, presentadas y aprobadas, indiscutiblemente, por todo el mundo

-Estaba en su actividad parlamentaria...

-S!, pero fue para eso exclusivamente. Se constituyó una tramoya que perdura hasta hoy. Su mujer fue presidenta vitalicia del Ateneo de Caracas...

-Es...

-Si, todavía lo es.

-Es una mujer valiosa, meritoria

-Si, casada con un personaje como Miguel Otero Silva. No creo que su labor haya sido muy provechosa. Pero, lo que me importa decir es que de la obra poética inicial de MOS y de su obra literaria no hubo incidencia en la formación de ésta gente. Fue inconsecuente, propició todo lo contrario, propició las opiniones más insulsas, más oportunistas, más propicias para el sometimiento a las compañías petroleras. Propició un arte,!bueno!, Soto, Cruz Diez. ¿Qué tiene que ver eso con arte revolucionario, ni con La Carretera ni nada de esas cosas? Fue una política contraria, dirigida en esa dirección. Esos son los contrastes que yo veo, que nadie discute.

_¿Por qué esa creación plural de arte, que incluso nos ha proyectado internacionalmente, tiene que ser considerada como parte de una "tramoya"?

-Gabriel Bracho y yo tuvimos un taller de arte realista, como el que propiciaba con su poesías, Miguel Otero Silva, una pintura que expresaba los problemas del país. Eso es un arte desaparecido, sin vigencia de ninguna especie. Pero, es una manifestación artística que debería aparecer hoy. Y, sin embargo, ahí está Manuel Espinoza, quien fue durante cincuenta años, también, el amanuense de esas manifestaciones, que es cómplice de todas esas cosas que ocurrieron. Esto es un arte que debiera conocer el pueblo, y que yo he practicado durante toda mi vida: tiras cómicas sobre los sindicatos, "Explotadores y explotados"... "Guaicaipuro"... "¿Qué es el imperialismo?". Era un arte de combate, que no aparece, no se permite todavía.

-¿Por qué? no se permite.

-Por la influencia de ese "comunismo", por influencia de Miguel Otero Silva. Donde quiera que yo he llegado con esto (sus obras realistas), interviene la rosca que domina todo... (y obstruye los proyectos de exposiciones). Y que objeto tiene que yo vaya a llevar esta vaina al Museo de Bellas Artes; y al Museo de Arte Contemporáneo, si va a ir la misma gente (privilegiada)... Esto tiene que verlo otra gente, el pueblo.

-Eso no seria culpa de nadie en particular, más bien financiera o administrativa  

-No, no...

  -¿A quién le puede imputar eso? ¿Hay un saboteo hacia Claudio Cedeño?

 -Yo no te puedo decir eso,... Pero, se encomienda a una gente que no tiene nada qué ver con la cultura, ni sabe de arte, ni de nada de esas cosas, incluso que me dicen "ay, yo te quiero mucho a ti, desde hace tiempo" y esas vainas, pero empiezan a meter una cantidad de cosas para obstaculizar... El peso de la figura, que yo reconozco, impuesta por Miguel Otero Silva, impide que esta vaina salga, todavía.



 Seguidamente, aclaró la dimensión de su postura:

-Estoy dando esa pelea, tratando de esclarecer. Hago una proposición: que se averigüe eso, a ver si es verdad que yo tengo razón en lo que estoy diciendo o no. Eso tiene que develarse, ¿Por qué razón hay un grupo, de gente que se

opone a la política de Chávez actualmente, siendo revolucionarios? Y esa política (la de Chávez) no tiene marcha atrás. Pueda que no sea realmente revolucionaria, pero hay un intento de mejoramiento de la sociedad venezolana.

-Hay gente que tiene opiniones e insatisfacciones hacia lo que está ocurriendo...

-Claro que si, tiene que haberlas. Pero, lo que intento es promover una discusión profunda sobre el problema ¿Acaso, la oposición de los Otero a Chávez, hoy, es un accidente?

-¿Y el apoyo de los Otero a Chávez, en 1998? Miguel Enrique Otero apoyó a Chávez...

 -Claro. Y yo comprendo que tenían que hacerlo. La proclamación de Chávez (el día del triunfo electoral, el 06-12-98) fue en el Ateneo, de Caracas. Yo estoy pendiente de todas esas cosas, se que eso ocurrió allí. Pero, eso es atrayéndolo, buscándolo, es comprometiéndolo, es fortaleciendo todavía más al grupo ese que domina la cultura. Por eso es que quiero entrar a la polémica pública con Zapata, precisamente, porque Zapata no tiene razón cuando dice que aquí hay persecución a la cultura. La "cultura" ha perseguido y sigue persiguiendo actualmente, al pueblo venezolano.

-¿Es al revés?

-Si, señor.

-¿Cómo ... ?

-Es un poder más grande de lo que se piensa. Ahorita el poder no reside en el gobierno...

-¿Zapata es parte de eso?

-Por supuesto, que si. Por supuesto, que si. Yo querría hacerle ver eso a Zapata. El poder no reside solamente en el gobernante. Hay una institución mucho más poderosa que eso: Zapata forma parte del "gobierno de la cultura” . El es un caricaturista que está al servicio, hoy, no de las clases populares; sino al servicio de la oligarquía venezolana. Eso lo creo yo.

-¿Porque critica al gobierno de Chávez ... ?

  -No.

  -¿Por qué critica al militarismo de Chávez?

 -No, no, no es; por eso. -Por ahí empezó el problema...

 -Esas son sutilezas para presentar las cosas, Zapata fue absorbido por Miguel Otero Silva, para El Nacional, primero, y Sofía lmber. Zapata es cómplice de todo lo que ha hecho esta gente. Sin darse cuenta, puedo decir, en abono de su buena fe, porque yo quiero a Zapata también, soy solidario, de la gente que trabaja con su oficio...

  -¿Y cuando la atropellan por televisión, como hizo el Presidente con él?

 -¿A quién?

  -A Zapata…  Le preguntó cuánto le habían pagado por una caricatura... Fue una enorme ofensa que le hizo el Presidente…

Bueno, sí. Pero hay un camino abierto de ofensas ¿Quién comenzó? No sé. Pero creo que Zapata no tiene razón.


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