Decir "noticia falsa" es incorrecto, una traducción literal del inglés "fake news".
La noticia refleja o reporta una verdad, acontecimiento u opinión; no, un invento de alguien o peor una especie malvada de laboratorio político o ideológico, tan de moda.
En castellano es "mentira difundida" o "versión falsa", nunca una "noticia" que periodísticamente debe estar apegada a la verdad. Es mi criterio al respecto.
También hay simples problemas de titulación o traducción, como el de la "vacuna" en Francia, que en realidad no lo es, pues se trata de un extraordinario hallazgo con un tratamiento controlado exitoso:
"Anuncian el éxito de las primeras pruebas de la vacuna contra el coronavirus en Francia"
Algo falso no es noticia. Que algunos lo difundan no lo hace "noticia".
Los artículos 57 y 58 de la CRBV establecen el apego a la verdad, limitaciones y las responsabilidades de quienes incurran en delito con sus expresiones. Ello está concatenado con la Ley de Ejercicio del Periodismo (1994) y con el Código de Ética del Periodista Venezolano.
En todo caso, es un debate importante, muy serio, hoy cuando la humanidad está aguijoneada por un ejambre comunicacional, que evidentemente superó a la "aldea global" imaginada y bien descrita por Marshall Mclujan en 1964.
En fin, los medios y redes sociales están ahí, a la disposición de mucha gente -periodistas y no periodistas, por supuesto- pero no son para decir lo que se nos venga en gana, mentir, difamar o generar odio y promover la guerra.
Es un gran tema, que pocos quieren debatir hoy.
Manuel Isidro Molina
manuelisidro21@gmail.com
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