domingo, 18 de febrero de 2024

"No existe el 'joropo colombo-venezolano', el joropo es gentilicio y patrimonio venezolano": Jesús Querales, maestro-cultor de Venezuela


¡Oído al tambor!

19 de enero de 2021.

Saludos para todos.

Soy Jesús Querales, director fundador del grupo Un Solo Pueblo. Después de mi primera participación en las conversaciones, que por las redes sociales se vienen sosteniendo en relación al origen del Joropo, quisiera reafirmar mi posición, ahora oficialmente, mejor procesada y sin las pasiones iniciales. 

No soy de los que acostumbra a participar mucho en discusiones; me he sentido más útil, dedicándome a cultivar los géneros musicales que defiendo desde la óptica natural de sus cultores originarios. 

Este escrito no pretende provocar discusión alguna. Sólo intento fijar posición ante una situación que entiendo la justifica. LOS JOROPOS VENEZOLANOS, UNA TRADICIÓN DE MÁS DE DOSCIENTOS AÑOS. Voy a mostrar primero mi diseño analítico en torno a la situación que se está planteando con el joropo llanero venezolano y las aspiraciones de un sector colombiano de otorgarle génesis y desarrollo en paralelo o en simultáneo con la parte venezolana, en lo que algunos llaman "llanos Colombo Venezolanos". Y no es una visión nacionalista: Guillermo Abadía Morales, lingüista, académico, antropólogo, investigador del folclore y experto en lenguas indígenas colombianas es un sustento importante para que yo haga esta afirmación, ya que él no registra el joropo recio entre las manifestaciones musicales de raigambre colombiana. 

Primero voy a dejar por sentado mi posición analítica, luego expongo lo que considero son los antecedentes empresariales en Colombia y en Venezuela de este pretendido; y luego, en lo que llamo etnicidad y orígenes, con algunos aspectos relacionados a la geopolítica, expondré la manera como fue asimilado progresivamente el joropo en Colombia, pasando inclusive por encima de las tradiciones musicales que ya se habían desarrollado de modo autónomo en esa zona por sus pobladores. 

POSICION ANALÍTICA. El asunto medular no es que los colombianos cultiven específicamente una de nuestras formas y variantes del Joropo venezolano, eso nos debe llenar de orgullo, ya que indica que es una música que aparte de bien conformada, convoca; el problema está en la pretensión de que es una manifestación Colombo-Venezolana, o sea, que en Colombia pretendan arrogarse la cuna o génesis del joropo llanero, junto a Venezuela; cuando sabemos que esa manifestación se cultiva a lo largo y ancho del territorio venezolano, y en Colombia solo se manifiesta una sola de sus formas. 

La polémica tiene sentido porque compromete de alguna manera la ruptura y homogeneidad de una parte sustancial de la identidad dentro del propio territorio colombiano actual, fundamentado en una suplantación de la música tradicional y típica de los llanos colombianos o de la Orinoquía Colombiana, para implantar el Joropo llanero venezolano; a pesar de que muchos de los pobladores más antiguos de ese territorio, la practican y la conservan con sus formas e instrumentos musicales tradicionales ancestrales, y muchos de ellos están conscientes de que con el arpa y el joropo llanero venezolanos, fueron paulatinamente relegados hasta ser sustituidos en el gusto popular. 

De estas formas originales del llano colombiano, se conservan grabaciones discográficas que son el testimonio de la proveniencia andina de sus manifestaciones. 

ANTECEDENTES EN COLOMBIA 

Todo comienza como consecuencia de una campaña comercial que se basó en la promoción de una serie de discos de música llanera venezolana, publicados por un sello disquero de la ciudad de Bogotá, en asociación con Luis Ariel Rey: un conocido músico, productor y comerciante llanero colombiano con el objeto de hacer un negocio multimillonario. Grabó en 1950 “Ay si si” y otros números, los primeros que llegaron al acetato, con el "Trio Los Llaneros" que formó con sus hermanos a base de guitarras. Su olfato le indicó que lo que estaba pasando comercialmente con la música llanera en Venezuela a raíz del éxito obtenido en la radio en los años 1950, podría ser un éxito también en Arauca, debido a la influencia de muchos venezolanos residenciados allá, y porque muchos de los habitantes araucanos recibieron con agradecimiento y simpatía el refugio recibido del lado venezolano durante épocas críticas donde se les hizo difícil la vida y en ese trajinar migratorio forzado, los colombianos se llevaron el Joropo en su corazón de regreso a su tierra natal. En 1957 incorporó por primera vez el arpa a sus grabaciones, pues antes la música Llanera por estos lares, se ejecutaba en guitarra, tiple, guitarro, bandolin y bandola andina, requintos, orquesta. 

En la estrategia para comercializar el Joropo en Colombia, contaron con el patrocinio del narcotráfico que encontró en esta faena una manera "Filantrópica" de lavar el dinero proveniente de sus negocios con la droga. De esa manera, se editaron decenas de miles de discos; se organizaron miles de congresos, conferencias, seminarios, simposios, encuentros, charlas, talleres y se produjeron centenares de festivales con premios millonarios; solo para su promoción y divulgación. Todo en nombre de una "Cultura y Música colombo-venezolana". Las primeras ediciones disqueras fueron interpretadas por venezolanos y grabadas en Barquisimeto, en el estudio de Alejandro Lopez, quien fue el ingeniero que se especializó en grabar a la gran mayoría de cantantes de la música llanera en Venezuela. 

Por razones económicas, los músicos y cantantes llaneros venezolanos, siempre en el olvido por todos los gobiernos nacionales, no les quedó mas remedio que participar de estos acontecimientos comerciales organizados en Colombia porque los favorecía económicamente. Fueron siempre los más populares y aclamados en todos esos festivales y se presentaban de modo itinerante cada vez que los solicitaban, contratados para cantar en bailes particulares y en eventos de toda índole, de manera que producían miles de veces más dinero que trabajando con el mismo esfuerzo en Venezuela, además de ser reconocidos y queridos por un público más amplio.

EL MODELO VENEZOLANO QUE SE EXPORTA EN EL AÑO 50

Motivado por el desarrollo del movimiento de la música tradicional venezolana en Caracas, Juan Vicente Torrealba en los años 30 y 40 del siglo XX, innovó en la configuración de la agrupación tradicional llanera cuando le quitó las maracas al cantante e inventó el maraquero como un instrumentista especializado o específico, con el objeto de que el cantante se concentrara en el canto y no se distrajera como maraquero. Muere así la figura de el maraquero cantante en el llano (figura que aun se conserva en el Joropo Central o Tuyero).

Este nuevo concepto de conjunto llanero de Arpa, Cuatro, Maracas y Bajo, es venezolano porque fue estructurado por Juan Vicente Torrealba, a finales de los años 40 del siglo pasado.

A esta innovación de Torrealba, se agrega otra de Ángel Custodio Loyola, al escribir por primera vez letras para un Pajarillo y otros Joropos recios, que tradicionalmente no la tenían, ya que eran cantados solo con versos improvisados para contrapuntear en las Parrandas Campesinas.

Estas fiestas con sus cantos y bailes, tenían muy mala fama y eran consideradas de muy mal gusto, por lo que fueron socialmente rechazadas en muchos lugares hasta mediados del siglo 20, ya que por lo general estas controversias pendencieras, terminaban en peleas a machete.

Y es que la manera de "suavizar" el canto recio de los llanos venezolanos por parte de Torrealba, sería del agrado de empresarios y productores, así como representantes de cadenas hoteleras, interesados en mostrar un "folclore" musical más "internacional" y que hoy pudiéramos llamar "light".

Este nuevo concepto musical surgió de una mezcla de innovaciones creadas a partir de los elementos culturales tradicionales: Música, poesía, lenguaje, costumbres de una región llanera ubicada entre Calabozo y el Alto Apure;

una franja que incluye a poblaciones fronterizas de los estados Cojedes y Barinas y que fueron insertándose de modo ingenioso en las nuevas producciones musicales.

Uno de estos elementos novedosos y quizá uno de los más importantes fue el trabajo que desarrolló Juan Vicente Torrealba para perfeccionar el arpa rústica y primitiva que era utilizada por los peones y trabajadores de las haciendas guariqueñas y que él rescató de un depósito de la hacienda familiar.

Esto le permitió desarrollar un Arpa nueva a la que le aumentó el tamaño y por consiguiente el número de cuerdas; perfeccionó la "ese" de su estructura y las clavijas, con lo que se logró mantener mejor la afinación de las cuerdas y corregir una serie de sonidos concomitantes que eran muy molestos.

Cuando Torrealba se enteró de la invención del Nylon por la empresa norteamericana Dupond, viajó a los Estados Unidos para reunirse y trabajar con los ingenieros de esa empresa para el diseño ideal de las cuerdas de su nuevo prototipo de instrumento, y es así que nace el Arpa Torrealbera en los talleres de la fábrica "Banco Largo", que rápidamente se hizo muy popular en Venezuela y que el año 2018 pasado cumpliera 70 años.

Para el año 1957, se venden las dos primeras Arpas Banco Largo a Colombia, adquiridas por residentes de Arauca.

Las primeras grabaciones discográficas que mostraban esta nueva forma de hacer Joropo en el llano, fueron grabadas por Ángel Custodio Loyola y consiguieron un éxito sin precedentes en la radio de entonces, y se constituyó luego en un gran movimiento musical al incorporarse muchos otros cantantes, arpistas y compositores.

Este movimiento generó un impacto tan grande en Venezuela, que en corto tiempo fue asumido por los habitantes del todos los llanos venezolanos como propio, y esto trajo como resultado un fenómeno de sustitución de estilo sin precedentes ya que para entonces los diferentes llanos venezolanos: Orientales, Centrales y Occidentales, e incluso los colombianos, tenían diferentes géneros e instrumentos musicales que les eran propios y con el devenir, se apartaron o arrinconaron a muchas de sus ricas y variadas manifestaciones típicas y originales, dejando solo, a este nuevo Joropo, de Arpa, Cuatro, Maracas y Bajo, con el monopolio de la identidad musical de todos los Llanos venezolanos, lo cual constituyó una pérdida similar a la que ocurrió con el petróleo en la economía venezolana, cuando desplazó y casi eliminó al agro y la ganadería como fuentes de riqueza.

No podemos olvidarnos de que Torrealba también intentó cambiar el atuendo original de los llaneros, convirtiendo a sus músicos en lo que el genial Nazoa llamó "los llaneros del petróleo".

ETNICIDAD Y ORIGENES DEL JOROPO COLOMBIANO ACTUAL.

Una de las pruebas más fehacientes de que el joropo llanero en Colombia es de reciente desarrollo, es que allá no tuvieron la tradición asociada al género: escritores como Alberto Arvelo Torrealba, compositores como Pedro Emilio Sánchez, ni un cantante como El Carrao de Palmarito, por no agregar costumbristas como Simón Díaz que rescata y desarrolla en Venezuela un género asociado a las faenas del llano: la tonada llanera; por nombrar solo algunos pocos.

Fonéticamente hablando, los llaneros venezolanos hablan naturalmente de manera "nasal"; y de esa misma manera cantan; sin embargo los llaneros colombianos, son de origen andino, ya que fue una región que vivió un proceso de coloniaje tardío y sus gentes provienen de las zonas andinas; por eso ellos no hablan nasalmente, y al asimilar nuestro Joropo llanero se han visto obligados a imitar ese sonido nasal de los copleros venezolanos, ya que esa sonoridad constituye un aspecto idiomático esencial del joropo llanero venezolano; sucede algo parecido a lo que es el discurso idiomático del jazz y algunos modismos de la voz que son componente esencial del estilo, que los interpretes de ese género en América de habla castellana han copiado de modo ingenioso.

Es a partir de esa campaña denominada 'la música colombo-venezolana", que los habitantes de la Orinoquía colombiana comienzan a olvidar sus raíces y a reemplazarlas por el Joropo Llanero Venezolano.

ASPECTOS GEOGRAFICOS DE LA ZONA EN DONDE SE DESENVUELVE EL FENOMENO.

Los llanos del Arauca y Casanare pertenecieron a Venezuela antes del siglo XIX, y sus habitantes originales fueron en su mayoría indígenas de varias etnias autóctonas, quienes hablaban muy poco el español y tenían esporádicos contactos con las poblaciones criollas, como lo fueron en un tiempo las comunidades de otros estados venezolanos como Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.

Eran entonces unos llanos recónditos con muy poco desarrollo y de difícil acceso.

Una vez que Venezuela se separó de Colombia (hablo de las naciones unidas por Bolívar al calor de la lucha por la Independencia) y esa nación volvió a su nombre originario , adoptando en 1832 el nombre de República de la Nueva Granada; estas tierras, anteriormente venezolanas, terminan quedando del lado neogranadino.

Se pone en práctica entonces, por parte del gobierno de Nueva Granada, una campaña para la repoblación de la región que comienza con la llegada de miles de colonos provenientes principalmente de las regiones andinas de ese país.

Y llevan consigo su cultura, con sus tradiciones musicales e instrumentos típicos.

Con ellos se inicia la conformación y decantación de lo que un tiempo después fue la música original de la Orinoquía, o del llano colombiano, cuando ese país asume definitivamente en 1863 el nombre de Estados Unidos de Colombia.

Guillermo Abadía Morales, uno de lo pioneros y de los más importantes investigadores de la música colombiana, nacido a principios del siglo XX y contemporáneo con el investigador venezolano Luis Felipe Ramón y Rivera, en uno de sus libros, palabras más, palabras menos, expresa: "Es muy lamentable que el Arpa y el Joropo llanero venezolano hayan entrado a Colombia, desplazando a la música e instrumentos musicales típicos y tradicionales de la Orinoquía o de los llanos colombianos",

Abadía Morales enumera y describe estos instrumentos, pero no registró en sus trabajos al Joropo y arpa de los llanos venezolanos como forma musical colombiana, porque no los consideraba propios del llano colombiano.

CONCLUSION.

El Joropo en Venezuela es un sentimiento nacional cuyas formas arcaicas se originaron de las danzas que trajo consigo la cultura ocupante y las formas híbridas que desarrolló el mestizaje de las poblaciones establecidas en la zona norte costera (por ser el espacio por donde llegaron los ocupantes), y luego se desplazó hacia el resto del país, adquiriendo características propias en cada espacio social, para convertirse junto a la arepa, como manifestaciones de identidad a nivel nacional en Venezuela.

Para terminar, me gustaría hacer esta simple propuesta, con la intención de aportar a la discusión sobre música e identidad:

Quisiera convocar la creación de un banco de datos, sobre todo lo ya conocido en relación a la historia de nuestros Joropos, enriquecido y actualizarlo permanente.

Y que este banco sirva de apoyo para todos los curiosos, viejos y nuevos, interesados en incursionar de alguna manera en el tema.

Jesus Querales 

Director y fundador de la de la agrupación venezolana "Un Solo Pueblo". Patrimonio Cutural de la Nación.

Foto: Mairelys González. Caracas-Venezuela.

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